La aprobación en Diputados del proyecto para aumentar las jubilaciones y cambiar la fórmula de movilidad dejó un dato preocupante para Javier Milei, del que parece no haber tomado dimensión: la pérdida de aliados le dificultará al Gobierno sostener un veto. En el Senado el panorama es similar y el Presidente podría estar obligado a aplicar la ley.
La versión taquigráfica de la votación trajo alertas para la Casa Rosada. Un dato de color fue la ausencia de la libertaria Rocío Bonacci, quien mantiene una relación tensa con la conducción del bloque. La diputada aclaró a Letra P que participa como veedora de los comicios europeos y si se tratara un veto, acompañaría a su bancada.
La mayor preocupación de Milei deberían ser las 13 ausencias de figuras aliadas que tuvo La Libertad Avanza (LLA) este año y se negaron a votar en contra de una suba de las jubilaciones. Siete de ellos fueron del PRO, una lista que incluye a Silvia Lospennato y María Eugenia Vidal.
Por esas bancas vacías, el acuerdo opositor consiguió dos tercios exactos de los presentes, aun cuando en la cuenta no entran las cinco abstenciones de la izquierda. Además, Unión por la Patria (UP) tuvo dos ausencias: Ricardo Daives y Magali Masteller. Difícilmente ayuden a Milei a sostener un veto.
Problemas para Javier Milei
El Presidente tuvo la ayuda de los gobernadores Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), quienes dejaron vacías las bancas de sus diputados cercanos Jorge Ávila y Francisco Morchio. También colaboró con el Gobierno Ricardo López Murphy, quien votó en contra. Los tres son del bloque Hacemos Coalición Federal (HCF) que preside Miguel Ángel Pichetto.
Milei no parece haber tomado nota del resultado.“ Le voy a vetar todo, me importa tres carajos”, vociferó el Presidente y arremetió contra “los degenerados fiscales” que aprobaron la nueva fórmula jubilatoria en Diputados y reiteró que mantendrá el equilibrio fiscal.
El artículo 83 de la Constitución plantea que, desechado un proyecto, vuelve a la cámara de origen, la que, “si lo confirma por mayoría de dos tercios de votos, pasa otra vez a la cámara de revisión”.
Además, esa mayoría se requiere para aprobar a una consulta popular, una habitual amenaza de Milei cuando el Congreso le da la espalda. La oposición podría impulsar ese mecanismo para dirimir el futuro de las jubilaciones, por ejemplo, junto a las próximas elecciones legislativas. Es una idea que circula en algunos referentes si el tema escala. Pero por ahora no tomó vuelo.
Más probable es que la mayoría que aprobó el proyecto convoque a una sesión para rechazar el DNU con la fórmula de movilidad que definió Milei para aplicar desde julio, que es un ajuste por inflación. La impulsada por la oposición, que aún debe tratar el Senado, agrega un aumento del 8,1% y un ajuste anual extra por la suba de los salarios reales.
Faltan votos
En Diputados, si se ocupan las 257 bancas, se requieren 172 votos para alcanzar los dos tercios. Serían suficientes 86 para bloquear esa mayoría, 14 votos más de los votos obtenidos por el oficialismo este martes.
Llegada esa instancia, el Gobierno necesita alinear a siete aliados del PRO que se fueron antes de votar: Lospennato, Vidal, Ana Romero, Héctor Stefani, Belén Avico, Héctor Baldassi y Aníbal Tortoriello.
En el debate en comisión, Vidal propuso pagar un aumento jubilatorio en 12 cuotas para aliviar el costo fiscal. Milei no tomó su consejo y ahora necesita su voto para evitar pagar más.
Cuatro representantes de Tucumán que suelen ayudar al Gobierno esta vez se abrieron. Se abstuvieron Paula Omodeo (CREO) y dejaron sus bancas vacías el trío que responde al gobernador Osvaldo Jaldo: Gladys Medina, Agustín Fernández y Elia Fernández.
También se abstuvieron las sanjuaninas María de los Ángeles Moreno y Nancy Picón, cercanas al gobernador Marcelo Orrego, hasta este martes, un aliado tácito de Milei. Fuentes del oficialismo en la Cámara baja confían en que el compromiso de los aliados cambiará si se trata un veto. "El presidente no va a gastar lo que no tiene. Eso no va a cambiar", insistieron.
El Senado, peor
Al panorama difícil que tiene Milei en Diputados para sostener un veto se suma uno igual de complicado en el Senado, donde la alianza PRO-LLA suma 13 miembros, lejos de los 25 necesarios para bloquear los dos tercios. Torres puede ayudar con dos votos (Andrea Cristina y Edith Terenzi). El salteño Juan Carlos Romero oficia de aliado. No hay mucho más aliados posibles por este tema.
En la cámara alta la nueva movilidad jubilatoria se girará a comisiones en las próximas horas, donde se tratará después de la aprobación de la ley ómnibus y la reforma fiscal.
Si acelera los tiempos, la alianza opositora podría lograr la sanción antes de fin de mes y forzar a Milei a acelerar el veto y retornar el debate al Congreso en julio. Tal vez no sea su mejor salida.