El Presidente, como Pink en The Wall. Crisis, furia, reconstrucción y un show que debe continuar, aunque sea sólo para fanáticos. ¿Tenía que ser tan alto?
Javier Milei en el Movistar Arena. Los parecidos con Pink, el protagonista de The Wall, ¿son pura coincidencia?
El show de Javier Milei en el Movistar Arena.
En la noche lisérgica del lunes, paralizado una vez más en la estupefacción frente al circo de la resurrección que desplegaba Javier Milei en el Movistar Arena, me imaginé al Presidente en la piel de Floyd Pinkerton (Pink), el protagonista de The Wall, la película de Alan Parker basada en la monumental obra músico-filosófica de la banda británica Pink Floyd (específicamente, del propalestino Roger Waters), un manifiesto antisistema y antifascismos que permite tantas interpretaciones como personas se expongan a una experiencia fascinante y perturbadora.
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Javier Milei en el Movistar Arena. El show debe continuar, aunque sea para pocos.
Me imaginé a Milei, primero, hundido en la enajenación, mirando sin ver una tele donde José Luis Espertllora lágrimas de cocodrilo y cocinando una crisis de rabia y despesperación.
Siento que uno de mis cambios está llegando. Siento que uno de mis cambios está llegando.
Me lo imaginé estallando de furia, destrozando el televisor y demoliendo el hotel de Olivos.
Yo fui educado con odio y odiaba la humanidad (...) Ahora no estoy más tranquilo, y por qué tendría que estar. Todos crecimos sin entender y todavía me siento un anormal Yo fui educado con odio y odiaba la humanidad (...) Ahora no estoy más tranquilo, y por qué tendría que estar. Todos crecimos sin entender y todavía me siento un anormal
Embed - Pink Floyd One Of My Turns Subtitulada en Español HD
Me lo imaginé, después, despatarrado otra vez en su sillón, rodeado por las ruinas de su hotel de lujo prestado, herido y derrotado. Confortablemente adormecido. Y enseguida asistido por los tipos que necesitan que el show siga, pese a que el frontman parece roto, vacío.
Me lo imaginé artificialmente reconstituido para entrar triunfal, todo de negro en sus camperas de cuero, a dar su misa monumentalista, de estética fascistoide, para arengar a sus fanáticos.
El show debe continuar El show debe continuar
Embed - The Show Must Go On (Pink Floyd)
Embed - Javier Milei presenta su libro en el Movistar Arena
Me lo imaginé en el bajón que le sigue al shot de adrenalina, solo frente al muro que construyó pegando ladrillo por ladrillo con el cemento del ajuste impiadoso sobre el hilo más delgado de la comunidad que gobierna y el desprecio explícito por kukas, zurdos, boluprogres, wokistas, feministas, gays y toda forma de disidencia; medio país al que, como suele decir Marcelo Falak en Letra P, le declaró la guerra.
Me lo imaginé golpeando el muro y preguntándose si queda alguien del otro lado, afuera del núcleo duro de fanáticos, el tercio de la primera vuelta de 2023 al que se propuso cebar en la noche lisérgica del lunes con su show para el club de los convencidos.
¿Hay alguien ahí afuera? ¿Hay alguien ahí afuera?
Embed - Pink Floyd - Is There Anybody Out There & Nobody Home (The Wall Movie, 1982). [10/14]
En uso de otra licencia más, en un ejercicio de futurismo, me lo imaginé en la noche del 26 de octubre, una hipotética réplica de la del domingo trágico del 7 de septiembre, parado frente al muro y preguntándose si el ajuste tenía que ser tan feroz, si la premisa del equilibrio fiscal tenía que ser tan dogmática, si la guerra a las disidencias tenía que ser tan brutal y si el apego a su círculo de confianza convertido en manchas venenosas (Espert, Karina Milei, Lule Menem...) tenía que ser tan incondicional.
¿Era necesario que (el muro) fuera tan alto? ¿Era necesario que (el muro) fuera tan alto?
Embed - Pink Floyd - Mother (official music video)