Después de las PASO y las elecciones generales, instancias en las que quienes integran las Fuerzas Armadas dividieron mayoritariamente preferencias entre Javier Milei y Patricia Bullrich, las tropas ahora se enrolan en la milicia electoral libertaria de cara al ballotage del 19 de noviembre con Sergio Massa. La avanzada hacia las urnas no es silenciosa ni camuflada, por lo que hacen oír una metralla de reclamos ante la eventual llegada del León a la Casa Rosada.
Fuentes castrenses anticiparon a Letra P que en los cuarteles el “voto militar”, unos 94 mil efectivos, irá mayoritariamente para la dupla libertaria de Milei y Victoria Villarruel. Atribuyen esa disposición electoral a la promesa del binomio de jerarquizar las Fuerzas Armadas, pero advierten que ese apoyo no implica un “cierre de filas” para cubrir la retaguardia de la fórmula de La Libertad Avanza.
“Hay muchas deudas de la dirigencia política con la familia militar y, pese a que Villarruel es considerada 'la jefa’ entre el personal de mayor rango, la oficialidad joven no adhiere incondicionalmente a lo que los mandos superiores proponen”, reveló una de las fuentes consultadas.
La exigencia unánime del personal castrense –precisaron- es mayor presupuesto en operatividad, al que dividen en dos conceptos: sueldos-jubilaciones y funcionamiento. En este segundo ítem incluyen mantenimiento de las instalaciones militares, rutinas de entrenamiento estratégico tanto en territorio nacional como a través de maniobras conjuntas en el exterior y, sobre todo, equipamiento para seguridad y defensa.
Militares elecciones
Personal militar vota en Viedma
El principal punto de debate interno es, sin embargo, la idea planteada oportunamente por Bullrich de que el personal del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada intervenga en cuestiones de seguridad interior; propuesta que Villarruel viene dialogando con los mandos militares para llevarla a la práctica a partir de la fusión de las carteras de Defensa y Seguridad y sopesando las trabas constitucionales para su instrumentación.
“La experiencia de los años de la dictadura hace que las nuevas generaciones de oficiales no estén dispuestas a intervenir en misiones de este tipo”, aseguró a Letra P otra fuente castrense.
Victoria Villarruel, “la jefa”
La liberación de los condenados por delitos de lesa humanidad perpetrados en la última dictadura militar y las prisiones domiciliarias de represores con condenas o bajo procesos judiciales son temas que fogonea Villarruel y quedan –sostuvieron- en un segundo plano para gran parte de las tropas de las tres fuerzas. “Hay otras urgencias”, admitieron en los cuarteles.
El voto de confianza de las FFAA para la dupla libertaria se entiende por la consideración que las primeras líneas tienen de Villarruel y sus posturas negacionistas del terrorismo de Estado y la reivindicación del accionar represivo en los considerados “años de plomo”. Por estos posicionamientos, ciertos sectores de la comandancia la consideran “la jefa” de las fuerzas; apelativo que también supo ganarse Bullrich durante su gestión al frente del Ministerio de Seguridad en la administración de Mauricio Macri.
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Victoria Villarruel en un acto con militares
Villarruel tiene, además, lazos familiares que la unen a las Fuerzas Armadas. Es hija del teniente coronel Eduardo Villarruel, veterano de Malvinas fallecido en 2021, y nieta del contralmirante Laurio Destéfani, historiador naval autor de la Historia Marítima Argentina, entre otras obras.
Aplausos de genocidas y mesas antárticas
Como contó Letra P, genocidas presos festejaron con abrazos y gritos de libertad que Milei haya sido el más votado en las PASO. Las preferencias por LLA también se hicieron evidentes en mesas de las bases antárticas, donde el minarquista obtuvo el 63% de los votos en las primarias y también en las generales, con cómputos que marcaron 68,8% para Milei, 22,1% para Bullrich y 4% para Massa.
Los resultados en esas dependencias castrenses derivaron en polémicas. “Si gana (Milei), se van a tener que quedar allá”, chicaneó el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, al recordarles que el Estado –que el libertario amenaza con cercenar- es el responsable del mantenimiento del rompehielos Almirante Irízar, que los transporta hasta las bases de la región antártica argentina.
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El jefe del Estado Mayor Conjunto, Juan Paleo, le replicó: “No se ha sugerido o condicionado de modo alguno el voto del personal militar”. A la polémica también abrevó el comodoro Federico Vassallo, comandante de la Base Marambio, con declaraciones que relativizaron el terrorismo de Estado.
Otras fuentes castrenses consultadas por Letra P también hicieron notar que, si bien la gran mayoría del personal del Ejército y de la Armada se inclinó por el voto a Milei o Bullrich, un porcentaje “nada despreciable” de la Fuerza Aérea optó por la boleta de Unión por la Patria.
Aunque sin traducir en cifras ese apoyo a Massa, las fuentes lo justificaron en el hecho de que hay pilotos que anhelan dejar la fuerza para, mediante un pase administrativo interjurisdiccional, comandar aviones de Aerolíneas Argentinas; empresa de bandera que Milei ya avisó que privatizará.
