La Patagonia tendrá este jueves su "grito federal", una cumbre en la que los seis gobernadores de la región aspiran a diluir su heterogeneidad política en una foto y contenidos que los muestren unidos y organizados contra la avanzada de la motosierra del gobierno nacional de Javier Milei.
Referentes de partidos provinciales, del peronismo y del PRO aspiran a desactivar las diferencias siguiendo el camino que desde hace largos años traza el Parlamento Patagónico, donde legisladores de las distintas provincias de la zona debaten, acuerdan y hacen montonera para defender intereses comunes. Ya en noviembre del año pasado, ese órgano había sugerido justamente la conformación de una “Mesa de Gobernadores” de la región.
La ofensiva que contienen el decretazo y la ley ómnibus obligaron a agilizar la idea de la cumbre, que arrancará a las 11 de la mañana de este jueves en Villa La Angostura. El primer gran objetivo es la institucionalización del espacio y un documento conjunto en defensa propia. Desde el 10 de diciembre, con distintas energías y estilos, cada gobernador salió a marcar la cancha para advertir sobre el impacto negativo y la incertidumbre que generan las decisiones nacionales. El paraguas para emprender la defensa son los artículos de la Constitución Nacional que confieren a las provincias derechos sobre sus recursos naturales, en especial en una región donde la minería y los hidrocarburos forman parte de su potencia económica. Según pudo saber este medio, en la reunión se trabajará en un documento en defensa de los recursos naturales como la pesca, gas y petróleo, además de la obra pública en las provincias.
El anfitrión es el neuquino Rolando Figueroa, que llegó al cargo como un desprendimiento del Movimiento Popular Neuquino. Asistirán el rionegrino Alberto Weretilneck, que lidera su alianza transversal Juntos Somos Río Negro; el santacruceño Claudio Vidal, de origen peronista y que llegó al cargo desbancando al kirchnerismo con su sello "Somos Energía Para Renovar Santa Cruz"; el chubutense Ignacio Torres, del PRO en Juntos por el Cambio; el peronista reelecto Sergio Ziliotto, de La Pampa, y el radical alineado en Unión por la Patria Gustavo Melella, de Tierra del Fuego.
En la agenda, que es dinámica, aparecen ocho puntos clave para desglosar los planteos macro: institucionalidad, infraestructura, desarrollo económico, hidrógeno verde, pesca, conectividad, industrias frigoríficas y deporte Juvenil.
La cumbre se había acordado incluso antes del 10 de diciembre, con acuerdo general ante la diversidad política con la que quedó caracterizada la región. Figueroa apuró la propuesta de que el encuentro fuera en su provincia. Es quizá el gobernador más activo frente a la cumbre y en las últimas horas concretó una foto de alto simbolismo con la senadora Lucila Crexell, del MPN de la familia Sapag, que estuvo en Juntos por el Cambio, pero había anunciado su voto a Sergio Massa en la segunda vuelta.
"Coincidimos en la defensa de Neuquén, es fundamental hacer escuchar la voz del federalismo", posteó Rolo Figueroa. Para no dejar dudas, Crexell bautizó a su bloque como Comunidad Neuquén, utilizando el mismo nombre del armado que dio el batacazo en abril pasado en la provincia y llegó al poder.
El tema central del encuentro es la formalización de un bloque institucional que represente la heterogeneidad política de Grupo de los 6, pero sobre todo la comunión de algunos de los intereses que tiene la zona. Hay una decisión de defender la salud y la educación pública y los recursos naturales.
La cuestión de la infraestructura es una de las claves: como anticipó el chubutense Torres en Letra P, la necesidad de una obra para tres plantas de compresión de gas aparece en el centro de la escena, fundamentalmente para el destino energético de Río Negro y Neuquén.
Otro punto está vinculado a otras vías de desarrollo económico: varias de esas propuestas ya vienen siendo analizadas y planteadas en el seno del Parlamento Patagónico, que se reúne periódicamente. Se destaca especialmente la puesta en marcha de proyectos de generación de energía hidroeléctrica, térmica y eólica. También el Turismo, otro sector vapuleado por la motosierra.
La producción de hidrógeno verde, en algún momento anunciado como la salvación, sigue vigente como alternativa para Río Negro y Santa Cruz.
Entre otros puntos, es inevitable el reclamo por los costos que tiene la logística para la región. La mejora de la conectividad aérea también es una de las demandas concretas del G-6 patagónico. Al mismo tiempo, la Patagonia exige, desde ya, que no se toque la tarifa diferencial de combustibles.
Algunas provincias tienen como prioridad la cuestión de la pesca, un sector especialmente afectado por la ley ómnibus de Milei, pero que el Gobierno prometió revisar tras la rebelión sureña y de Mar del Plata.
La Pampa, que obviamente no se siente afectada en cuanto a los productos marítimos, tenía en su pliego de reclamos la barrera sanitaria que le impide comercializar la carne con hueso hacia las provincias del sur. Esa vieja queja de la industria frigorífica perdió peso porque de algún modo aparece ahora una desregulación por las medidas nacionales, con resistencia del resto de las provincias patagónicas. Ziliotto se propone no exacerbar esa grieta porque incluso para la provincia ya es un tema menor, puesto que la exportación de cortes que tenían atado su precio ya eliminó el perjuicio, según analizan en el gobierno pampeano.
Otro tema que aparece en algunos borradores del encuentro tiene que ver con el deporte juvenil. Las medidas económicas impactan de tal manera que la motosierra de Milei de algún modo le corta las piernas a una actividad tradicional. Está en serio riesgo la continuidad de los Juegos Deportivos Patagónicos (EPADE) y de Integración Patagónica, así como los Juegos binacionales de la Araucanía y ParaAraucanía. Esas competencias incluyen deportivamente a unos 5.000 pibes y pibas. Tierra del Fuego dijo que no está en condiciones de ser sede en abril y lo más probable es que la actividad quede postergada al menos hasta el segundo semestre, si se despejan algunas incertidumbres.