Gerardo Zamora lo hizo de nuevo: Elías Suárez es el nuevo gobernador de Santiago del Estero
Con el 70% de los votos, el Frente Cívico aseguró la continuidad de su hegemonía política. Nuevo liderazgo bajo la tutela del mandatario, que va al Senado.
Gerardo Zamora lo hizo de nuevo: Elías Suárez, nuevo gobernador
Elías Suárez y Gerardo Zamora
Con casi el 70% de los votos, Elías Suárez se convirtió en el nuevo gobernador de Santiago del Estero, bajo el sello del Frente Cívico que lidera el actual mandatario, Gerardo Zamora. El triunfo estira dos décadas de dominio político y abre una nueva etapa del zamorismo sin el fundador ni Claudia Ledesma Abdala al frente del Ejecutivo provincial.
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La victoria de Suárez, jefe de Gabinete y heredero político de Zamora, ratifica la eficacia del dispositivo electoral del Norte Grande argentino. Con el 69,8% de los votos, el Frente Cívico por Santiago no sólo retuvo la gobernación, sino también la totalidad de las bancas nacionales en juego, extendiendo a 24 años su dominio político ininterrumpido.
El resultado reafirma la vigencia del modelo zamorista, un esquema de poder que combina control territorial, integración con el peronismo local y un discurso de autonomía provincial frente al centralismo porteño. En esta elección, Zamora logró el equilibrio perfecto entre continuidad institucional y renovación generacional, proyectándose como figura nacional desde el Senado.
La sucesión y el nuevo orden interno
Por primera vez desde 2005, el binomio Zamora–Ledesma Abdala no encabezó la fórmula, aunque ambos seguirán como ejes del poder político provincial. Suárez, con 69 años y experiencia en todas las áreas de la administración pública, representa la garantía de continuidad del proyecto. Su elección marca el inicio de una nueva etapa del zamorismo, en el que el liderazgo se terceriza pero no se delega.
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Elías Suárez y Gerardo Zamora
La fórmula ganadora estuvo acompañada por Carlos Silva Neder, hoy vicegobernador y figura del justicialismo santiagueño. El acuerdo con el PJ local permitió unificar fuerzas, retener todas las bancas en el Congreso y sostener el bloque de poder que distingue a la provincia como una excepción en el mapa político nacional.
El Congreso, otro tablero de Gerardo Zamora
Mientras consolidaba su hegemonía provincial, Zamora se aseguró su banca en el Senado con el 55,3% de los votos, dejando atrás a José Emilio Neder (18,9%) y al libertario Tomás Figueroa (14,6%). La estrategia electoral –desdoblada en dos listas que convergen en la práctica– volvió a funcionar a la perfección, otorgando a Zamor el control total de la representación santiagueña en ambas cámaras, ya que Neder es su socio desde hace años.
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La apuesta nacional de Zamora es clara: desde el Congreso buscará ampliar su influencia en el bloque opositor dialoguista y posicionarse como articulador de los gobiernos provinciales que reclaman mayor autonomía ante la administración central.
Oposición dispersa y voto previsible
Ni Despierta Santiago ni La Libertad Avanza lograron quebrar el esquema zamorista en Santiago. El primero, con Alejandro Parnás a la cabeza, cosechó el 11,83%, mientras que LLA alcanzó el 11,3%, con Ítalo Cioccolani como candidato. A pesar de la alta participación (72,6%), la oposición no consiguió consolidar una alternativa coherente frente a la estructura oficialista.
El voto urbano de La Banda y la capital provincial, donde las listas libertarias aspiraban a un crecimiento sostenido, terminó fragmentado. El resto del territorio reafirmó su alineamiento con el oficialismo, en una dinámica electoral que parece inalterable desde hace dos décadas.
Continuidad controlada y proyección nacional
El triunfo de Suárez no es sólo una victoria provincial: es una maniobra de continuidad calculada que fortalece la figura de Zamora como conductor de un modelo político que se adapta sin perder control. Desde el Senado, Zamora buscará incidir en la política nacional y consolidar un frente de gobernadores con peso federal.
En Santiago del Estero, la hegemonía sigue intacta. Cambian los nombres, no el poder.