Sin tanta estructura, Di Nápoli cosechó representación sindical, presentó avales de 13 departamentos de los 22 que tiene la provincia, cumplió con su compromiso de ir a fondo y arriesga también el capital político que tiene en Santa Rosa, porque sus contrincantes ahora quieren darle el zarpazo a la conducción de las unidades básicas de la ciudad más importante.
La batalla, además, pone en situación incómoda al PJ en un año electoral. Aunque en principio, cuando se desechaba una pelea de fondo tan sonora, se había previsto que una hipotética interna fuera en noviembre, ahora el consejo partidario que comandan el ziliottismo y su unidad trama concretar la puja en las urnas “lo antes posible”. Es decir, antes de las elecciones legislativas nacionales de octubre.
La lista de Sergio Ziliotto, demostración de fuerza
La lista de Ziliotto se presentó a las 15.39 horas, con una contundente demostración de fuerza: 11.000 avales. Copete, 5.200. El PJ tiene 45.111 personas afiliadas. Los apoderados de la “Lista 1- Peronismo Pampeano” son los ministros de Desarrollo Social Diego Álvarez y de Conectividad y Modernización Antonio Curciarello.
Ziliotto sostuvo como vice a María Luz “Luchy” Alonso, diputada provincial y la jefa de La Cámpora. Di Nápoli jugó hasta el final para que bajaran de ese sitial a su antiguo espacio.
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El gobernador de La Pampa Sergio Ziliotto sostuvo a María Luz Alonso, jefa de La Cámpora, como su vicepresidenta en el PJ.
Ziliotto buscaba el consenso total. Ahora, la lista de la unidad es claramente favorita para la contienda electoral e incluye a todos los sectores representativos. Las dos vertientes de la Plural (vernismo y ziliottismo), Convergencia Peronista (marinismo), Identidad Peronista (Jorge Lezcano, secretario general de UPCN), Nuevo Espacio de Participación (Roberto Robledo, secretario general de UOCRA), Compromiso Peronista (el diputado nacional Ariel Rauschenberger, el intendente de Toay Ariel Rojas), Frente Peronista Barrial y Alternativa Pampeana (el intendente de Realicó Facundo Sola).
Además tiene a todos los nombres rutilantes del PJ. Además de Ziliotto y Verna, la actual vicegobernadora Alicia Mayoral; el senador nacional Daniel Bensusán, la diputada nacional Varinia Marín; la intendenta de General Pico Fernanda Alonso, la winifredense Adriana García; los diputados provinciales Hernán Pérez Araujo, Espartaco Marín, Daniel Lovera, Liliana Robledo, Silvina Larreta, Federico Ortiz, Juan Barrionuevo.
Luciano di Nápoli con respaldo sindical
El intendente de Santa Rosa no difundió sus nombres hasta este mismo miércoles. La candidata a vice en su "Lista 17 - Renovación Peronista Pampeana” es Shirley Bustos, secretaria adjunta de la Asociación Bancaria, que tuvo un alto perfil cuando el gobierno nacional intentó cerrar sucursales del Banco Nación en La Pampa.
Di Nápoli cosechó otros respaldos de representación, sobre todo el del líder de la CGT local Aníbal Schmidt y el de otros espacios gremiales de cierto peso: Farmacias, Sanidad, AFIP, Docentes Rurales, Sanidad. Aparecen en su lista la exministra de Educación Jacqueline Evangelista y el exintendente de Colonia 25 de Mayo, la ciudad más importante del suroeste, Abel Abeldaño.
Di Nápoli aspira a cosechar el piso del 20% que establece la carta orgánica, y en ese caso lograría en el consejo una representación superior a la que le ofrecían en las conversaciones dirigenciales. Todavía restan conocer las definiciones de la Junta Electoral. Desde el '83 no hay en el PJ pampeano una disputa electoral por la presidencia partidaria.
Una curiosidad: el intendente de Lonquimay, Manuel Feito, aparece en ambas listas, en la de Di Nápoli con un alto cargo como secretario general.
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Manuel Feito, intendente de Lonquimay, apareció como integrante de las dos listas: una confusión en medio de las frenéticas negociaciones del PJ de La Pampa.
Rosca en el PJ hasta el instante final
Ziliotto y Di Nápoli en persona tejieron un acercamiento el lunes. Hasta el martes se sostuvo algún intento de unidad completa. Pero Di Nápoli ya estaba enamorado de su osadía y no tuvo freno.
Su historia de aventuras exitosas lo empujó en ese sentido. Llegó a la Intendencia de Santa Rosa dando una pelea que parecía imposible, cuando en la interna de 2019 venció a todos los sectores tradicionales y a Lezcano como “caballo del comisario”.
Ahora Di Nápoli enfrenta un desafío de otro porte, una cosa es Santa Rosa, otra es la provincia; una cosa es una interna abierta, otra una puja exclusiva fronteras adentro del partido. Aspira más a una ganancia simbólica, como el referente de una renovación que desafía a la estructura, que en la cantidad de votos, siempre y cuando su desempeño sea decoroso y pueda marcar la cancha en Santa Rosa.
Con su apellido de familia radical a cuestas, Di Nápoli creció políticamente en el PJ de la mano de enfrentamientos con pesos pesados. Se puso en la vereda de enfrente de los exgobernadores Verna y Rubén Marín. Logró la reelección que el peronismo no conseguía en Santa Rosa desde hacía más de 20 años.
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Luciano di Nápoli junto a Shirley Bustos, su candidata a vice, y los avales que presentó en el PJ de La Pampa.
Para su segundo tiempo dio un volantazo y se alejó de los sectores de centroizquierda que lo acompañaron. Entonces pactó con el peronismo más tradicional, otorgando espacios importantes al sindicalismo.
En otro movimiento atrevido, le dio un portazo a La Cámpora. En las últimas semanas hasta renegó de su origen. “No soy kirchnerista”, dijo. Para completar el nuevo escenario, apareció con sugestivo alto perfil cerca de Di Nápoli el empresario de medios y dirigente David Matzkin, que en 2023 fue la cara pampeana de Juan Schiaretti y Florencio Randazzo.
David Matzkin es hijo del histórico diputado nacional menemista Jorge “Toto” Matzkin y primo de Martín “El Facha” Matzkin, quien hoy oficia de mano derecha de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad. Más allá de sus diversos colores, los Matzkin políticamente funcionan como clan.
El rol de La Cámpora en La Pampa
En la previa del Día D, la conducción del PJ le ofreció a Copete tres lugares en el consejo partidario. Las conversaciones habían empezado cuando sólo contaba con una silla garantizada. Pero la ofensiva final de Di Nápoli fue directamente por la vicepresidencia: hubo un intento que no tuvo éxito de voltear de ese cargo a la jefa de La Cámpora.
El intendente de Santa Rosa leyó en estas semanas que no sólo él sino referencias de peso de otros espacios se disgustaron con el empoderamiento de María Luz "Luchy" Alonso. Entendió que podía tener apoyo en esa embestida, y de hecho hubo interlocutores de otros espacios sugiriendo otra forma de reparto del poder.
El acuerdo del gobernador con La Cámpora se sostuvo en el último período. La lista de "unidad" ratificó el lugar de preponderancia, también a la luz de que Cristina Fernández de Kirchner tiene la presidencia del PJ nacional. Luchy es una de sus manos derechas, fue su secretaria en el Senado nacional y tiene permanente línea directa con la expresidenta.
Pero Alonso es blanco de varios fuegos amigos. Además de Di Nápoli, hay otros espacios que interpretan que el sector está sobrerrepresentado. El vernismo en general, varias intendencias y el marinismo dejaron su mensaje de que preferían otra figura en la vicepresidencia. La jefa comunal de la norteña Winifreda, Adriana García, fue una de las voces más firmes en ese sentido.