Maximiliano Pullaro sigue su road trip por Estados Unidos en busca de empréstitos, inversiones y cultivar relaciones para su próximo gobierno, pero en Santa Fe siguen las definiciones con respecto a la estructura de funcionarios que formarán el elenco titular del gobernador electo a partir del 9 de diciembre. En este caso, se supo que una figura del círculo más íntimo del diputado Gabriel Chumpitaz está cerca de ser confirmado como presidente del directorio del Aeropuerto Internacional Rosario “Islas Malvinas”.
El nombre en danza es el de Federico Cutruneo, uno de los miembros más relevantes del círculo íntimo de Chumpitaz. Abogado, con un rol en el Tribunal de Ética del Colegio de Abogados de Rosario, Cutruneo fue asesor de varios concejales de Juntos por el Cambio. Seguramente cuente con los contactos dentro del mundo empresario de los que hace gala su jefe político en pos de darle un perfil productivo al aeropuerto, algo que interesa cerca de Pullaro.
Sin embargo, su desembarco en la terminal aérea rosarina todavía no está confirmado y todo indica que no lo estará hasta que las figuras más importantes del próximo gobierno vuelvan de sus respectivos viajes: Pullaro está en Estados Unidos, mientras que la vicegobernadora electa Gisela Scaglia está en una gira por oriente junto con el gobernador Omar Perotti. De esa misma comitiva participa Gustavo Puccini, el próximo ministro de Desarrollo Productivo, cartera de la cual dependerán los aeropuertos de la provincia.
Chumpitaz comanda el PRO Evolución, uno de los grupos que animan el cisma interno del macrismo santafesino. Cuando Pullaro decidió competir en la interna de JxC para el Senado -en el año 2021-, dicho sector fue el encargado de pintarlo al menos un poco de amarillo y darle competitividad en ese electorado que lo tenía tan asociado al Frente Progresista. La aventura salió bien: Pullaro perdió la interna por poco contra Carolina Losada, pero supo que era competitivo y podía ser gobernador. Por su parte, su socio logró una banca en la Cámara de Diputados.
Tras esa primera experiencia exitosa, Chumpitaz se convirtió en un pullarista militante y acompañó de cerca al radical durante la larga marcha a la Casa Gris. Sonó como su candidato a la intendencia de Rosario y como ministro de seguridad -entre otros lugares del gabinete-. Pullaro, durante la campaña, le dio juego: lo eligió como uno de los oradores tanto en el lanzamiento como en el cierre de campaña. Además, ubicó a Verónica Razzini -una de las laderas de Chumpitaz- en la lista de Horacio Rodríguez Larreta para la Cámara de Diputados, que finalmente fue electa.
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Finalmente, con la rosca de los lugares más importantes cerrada, se supo que el diputado no renunciaría a su escaño en la Cámara Baja nacional. El rol que acordó con Pullaro es ser su espada en Buenos Aires, no solo legislativa, sino en toda la rosca mediática porteña. Eso sí, siempre con el objetivo puesto en Santa Fe: el gobernador le ha reconocido a su entorno que “no se siente cómodo” con la rosca porteña y sólo le importa la provincia.