Axel Kicillof se tomará el fin de semana para terminar de delinear el gabinete que lo acompañará en su segundo mandato al frente de la provincia de Buenos Aires. Lo anunciará entre el lunes y el martes de la semana próxima. Si bien las especulaciones y la danza de nombres están a la orden del día, el esquema podría tener menos sorpresas de las esperadas, con la confirmación de la continuidad de un tablero de reparto entre las distintas tribus e incluso de nombres de peso, como el de Sergio Berni en Seguridad y el massista Jorge D'Onofrio en Transporte.
La gobernación se mantiene encerrada en un celoso hermetismo, pero la idea de que no habría grandes sobresaltos ni movimientos bruscos en el gabinete bonaerense cobró fuerza en los últimos días, que en La Plata fueron de turbulencia por las negociaciones con la oposición para conseguir el endeudamiento.
La principal modificación se dará en el organigrama, como derivación de la escandalosa salida de Martín Insaurralde, con la eliminación del sillón de jefe de Gabinete, que se plasmará a través de un proyecto para reformar la ley de Ministerios.
El ala política del Ejecutivo se concentrará en el Ministerio de Gobierno, hoy ocupado por Cristina Álvarez Rodríguez, y en la Jefatura de Asesores, a cargo de Carlos Bianco.
La continuidad de Bianco, como del resto del círculo cercano a Kicillof, se da por descontada. Lo de Álvarez Rodríguez está en duda: aunque seguiría en el gabinete, podría tener otro lugar. Algunas versiones de las últimas horas mencionan, para el Ministerio de Gobierno, al ministro de Desarrollo para la Comunidad, Andrés Larroque, el excamporista que se alineó políticaemente a Kicillof y tuvo un rol destacado en la mesa de la campaña reelecionista.
La continuidad de Bianco, que en los últimos días se mostró muy activo junto a Kicillof en los primeros contactos con el futuro gobierno de Javier Milei, fue una de las primeras certezas, junto con la idea de que el gobernador seguiría loteando los espacios de su gabinete entre las distintas tribus del peronismo.
Como hombre de confianza e integrante de la mesa chica, el quilmeño ex jefe de Gabinete no se moverá de al lado de Kicillof. Junto a él, seguirán todas las piezas del círculo más cercano, como Jesica Rey en el Ministerio de Comunicación y Agustín Simone en el Ministerio de Vivienda.
En el área económica, la apuesta es a una continuidad de nombres que también son de extrema confianza de Kicillof, como Augusto Costa en Producción y Pablo López en Hacienda. Las versiones señalan a Juan Cuattromo, presidente del Bapro y principal cerebro financiero de los equipos del gobernador bonaerense, que podría cambiar de sillón y llegar al Ejecutivo.
El caso Sergio Berni
En el entorno del ministro de Seguridad la proximidad de las definiciones no cambió el discurso. Desde el primer día vienen repitiendo que su intención es asumir la banca de senador bonaerense para la que fue electo en octubre. Su continudad dependerá de un acuerdo con Kicillof que todavía no terminó de cerrarse y que se concretaría este fin de semana. "Depende de las conversaciones que el gobernador plantee", dicen en el edificio de Seguridad, a la espera de un movimiento de la gobernación.
La historia juega a favor del postura de Berni. "Cada vez que fue electo para una banca, asumió", dicen cerca de él, para robustecer la idea de que podría dejar Seguridad. En el entorno político de Kicillof lo leyeron como una jugada para subirse el precio en la negociación.
El vínculo político se afianzó mucho entre ambos: el gobernador fue uno de los promotores de la candidatura de la esposa de Berni, Agustina Propato, en Zárate, y elegir un reemplazante para ese sillón le generaría al gobernador un dolor de cabeza. Además, la coyuntura nacional, con Patricia Bullrich confirmada en la cartera de Seguridad de Milei, parece mejorar las chances de que un hombre con un perfil duro siga en la provincia de Buenos Aires.
Sergio Massa y los intendentes
Kicillof habló varias veces con Sergio Massa tras la derrota en el ballotage en torno a los fondos de la provincia de Buenos Aires. En una de esas conversaciones se empezó a definir la continuidad del massismo en el gabinete bonaerense. El Frente Renovador controla el Ministerio de Transporte a través de D'Onofrio y la decisión es que haya continuidad en ese esquema.
Kicillof quiere mantener adentro al massismo, que después del 10 de diciembre quedará con casi nulo acceso a estructuras de gobierno. Aunque se mantiene el hermetismo, D'Onofrio seguiría en Transporte.
Distinto es el caso de los intendentes del conurbano, que de la mano de Insuarralde colonizaron el gabinete de Kicillof tras la derrota oficialista en las PASO de 2021. A la salida del ex jefe de Gabinete, le seguirán en diciembre Leonardo Nardini (asumirá la intendencia de Malvinas Argentinas), que dejará el Ministerio de Infraestructura. La idea es que la cartera siga en manos de referentes territoriales, pero la balanza podría inclinarse hacia otro sector de intendentes de mejor sintonia con Kicillof.
La Cámpora
Como contó Letra P, la agrupación cristinista no le pedirá a Kicillof más lugares de los que ya tiene dentro del gabinete. Las versiones señalaban que Máximo Kirchner le estaba pidiendo al gobernador el control de cinco ministerios. A los tres que ya maneja (Salud, Ambiente y el Instituto Cultural), se le sumarían otros dos: la cartera que deja vacante Julio Alak para el actual secretario de Justicia nacional, Juan Martín Mena, y el que más llamó la atención, el de Desarrollo de la Comunidad, que tiene a cargo Larroque, por considerarlo ahora un excamporista.
Por lo pronto, lo único seguro es la continuidad de Ernesto Kreplak en Salud. Menos segura es la de Daniela Vilar en Ambiente y hay quienes proyectan a Saintout asumiendo su banca del Senado, aunque se estima que La Cámpora seguirá a cargo del Instituto Cultural.