Tras la derrota del domingo, el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, no tuvo otra opción que disfrazarse de líder político y recibir en el Hotel libertador a quienes fueron electos por su fuerza para ocupar bancas en la Cámara de Diputados y en el Senado. En la reunión, el economista explicó en detalle el acuerdo reciente con su exrival Patricia Bullrich y pidió que no lo abandonen con la fiscalización en el ballotage.
Para ese entonces, el miércoles por la tarde, después de que implosionara Juntos por el Cambio, Milei sabía que este jueves el sindicalista gastronómico, Luis Barrionuevo, anunciaría que ya no lo apoyaría en su candidatura presidencial, a la que se sumó hace 40 días con la promesa de fiscalizar en al menos 11 provincias. En LLA aseguran que el gremialista ni siquiera tuvo una escuela asignada para custodiar y su vínculo era más para acercar contactos en el mundo sindical.
Barrionuevo llegó al espacio libertario a través de Guillermo Francos, jefe de la mesa política libertaria, quien lo convenció de participar de un acuerdo para cambiar la legislación laboral. Si las chances de un triunfo se desvanecen, al sindicalista no le interesa demasiado seguir en las llamadas "fuerzas del cielo".
La posible sangría de respaldos para el ballotage comenzó a ser un temor en el equipo del libertario, porque sus integrantes saben que ese día no se eligen cargos legislativos y se necesita militancia fiel para cuidar las boletas. No será nada fácil repetir el despliegue del último domingo, cuando repartieron 90 mil fiscales en todo el país y sólo registraron problemas en Santiago del Estero y algunos pueblos chicos donde escasearon boletas. Además, se denunciaron 4500 casos de roturas de las papeletas.
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Hasta este miércoles, Milei se había negado a reunirse con candidatos y candidatas de las provincias y ni siquiera aceptó las tradicionales fotos de campaña para hacer gigantografías. Sólo había dejado que dirigentes locales se subieran a sus camionetas para participar de las caravanas, pero jamás les había dirigido la palabra. De hecho, el economista no había querido participar de la reunión con los referentes de las listas legislativas que se realizó a mediados de septiembre y fue organizada por Karina Milei.
Por temor a un abandono masivo, esta vez el propio jefe libertario quiso estar. En la cumbre, explicó su negociación con Bullrich que había sido dado a conocer unas pocas horas antes y se preocupó en aclarar que no había acordado una coalición de Gobierno ni un cargo. "Fue una reunión de índole personal con Bullrich y Mauricio Macri. Se limaron asperezas por las cosas que sucedieron durante la campaña, pero no hubo ninguna definición política ni acuerdo de ningún tipo", aclaró Milei, para evitar resquemores entre los legisladores de LLA. La mayoría no le había visto la cara nunca y, según dijo luego el economista en la televisión, "estaban exultantes".
Fuentes que participaron de la reunión contaron a Letra P que, si bien ningún legislador manifestó disconformidad, hay temor a que bajen los brazos el 19N con su banca asegurada si no tienen garantías de un triunfo. De hecho, el propio Milei se preocupó por conocer los problemas que hubo para fiscalizar el domingo y preguntar qué necesitaban para mejorar, una actitud rara en él.
"Sacamos más votos"
La charla motivacional de Milei se inició con una aclaración: "Sumamos 700 mil votos el domingo. No perdimos ni uno. Lo que pasa es que creció (el candidato de Unión por la Patria, Sergio) Massa", trató de aclarar el candidato de LLA. "El porcentaje de votos no aumentó porque fue más gente que en las primarias. Pero hay que aclararlo porque hay muchos outsiders que no entienden", explicó a Letra P uno de los presentes.
Un consejo de Milei a la tropa legislativa es no preocuparse por desmentir rumores falsos. "Cuanto más explicas es peor y se pierde tiempo", planteó en el cónclave y se dedicó a escuchar varias horas las historias de cada provincias, esas que evitó oír estos meses.
Si no sufre migraciones, LLA tendrá desde diciembre siete bancas en el Senado y un piso de 37 en la Cámara baja (hay varias en discusión). Son más que insuficientes para alcanzar el cuórum (ese necesario 37 votos en la Cámara alta y 129 en la otra), pero tampoco son suficientes para impedir los dos tercios. O sea, sin Milei presidente, serían bancas testimoniales.
Campaña porteña
Este jueves, Milei retomó la campaña en la Ciudad de Buenos Aires, uno de los distritos en los que precisa crecer si quiere ser presidente y donde no tendrá el ballotage porteño para movilizar a vecinos antikirchneristas. Como explicó Letra P, el botín que más interesa en LLA son los tres millones que Bullrich acumuló en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. "Esta es la elección mas clara de los últimos 40 años: cambiamos o continuamos con este modelo empobrecedor que sólo beneficia a los políticos. Massa es la garantía de la continuidad del sistema. Es el rey de la casta. No hay actor de poder que no lo apoye a Massa", sostuvo Milei.
"Todos los argentinos tienen que elegir de qué lado están: están a favor del cambio o están a favor de la continuidad de este modelo empobrecedor que sólo le sirve a los políticos", agregó.