El oficialismo buscará romper el 28 de febrero la racha sin sesiones que paraliza a la Cámara de Diputados desde el 1° de diciembre, cuando el recinto estalló en gritos y acusaciones porque la oposición se negó a dar cuórum y respaldar la ratificación de Cecilia Moreau como presidenta del cuerpo. El pedido de sesión fue firmado este jueves, cuando transcurría la cuarta reunión de la comisión de juicio político, que concluyó con una etapa clave para el próximo mes. Es impulsado por el Frente de Todos luego de una serie de sondeos para tratar un temario corto y aprobarlo, pero sin la presencia de Juntos por el Cambio.
El pedido presentado propone tratar la moratoria previsional que ya fue aprobada por el Senado y no puede ser abordada en Diputados desde diciembre. La movida no tendrá grandes ambiciones. No buscará meter más puntos del temario establecido por el Ejecutivo y sólo sumará la norma para reglamentar el uso digital de historias clínicas que podría perder estado parlamentario si no avanza. Los demás textos que habilitó el Presidente para extraordinarias quedarán para marzo y coronarán otro período de verano con un amplio temario, pero con escasísimos tratamientos. Sin embargo, si la sesión del 28 llegara a buen puerto quedaría inaugurada otra aritmética en un recinto jaqueado por una tirante paridad entre oficialismo y oposición.
La Mesa Nacional de JxC definió en diciembre que sus representantes en el Congreso no den cuórum a ninguna sesión mientras avance el proceso contra los cuatro integrantes de la Corte Suprema. Desde que el presidente Alberto Fernández convocó a sesiones extraordinarias a partir del 23 de enero, las autoridades del oficialismo exploraron posibilidades para evitar la parálisis.
Desde el 23 de enero, las autoridades del FdT exploraron alternativas para sesionar en Diputados
Con el rechazo manifiesto de JxC, la única posibilidad se concentra en dos desafíos para el oficialismo: garantizar que se sienten todos sus integrantes en sus bancas, sin disidencias, y retomar el hilo que dejó la segunda sesión de aquél fatídico 1° de diciembre. Tras la caída de la preparatoria para ratificar a las autoridades de la Cámara, estaba prevista una sesión para tratar temas acordados con todos los sectores, como el tratamiento de la creación de distintas universidades nacionales. Esa sesión pudo extenderse por unos 90 minutos gracias a la presencia en el recinto de los diputados opositores de los interbloques Federal y del Frente de Izquierda. La sesión quedó en la nada cuando el diputado de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, mocionó suspenderla por falta de cuórum. Para ese momento se habían levantado algunos de los aliados ante el incremento de los gritos.
"Si el oficialismo hace una propuesta concreta de sesión, corresponde evaluar el temario y decidir en consecuencia", le dijo Topo Rodríguez a Letra P para confirmar que hay predisposición en su espacio para participar de una sesión. Esas señales fueron previas a la convocatoria para el 28 y revelan que el FdT retomó el hilo del 1° de diciembre.
Dentro del interbloque que conduce Rodríguez, su compañera de bancada Graciela Camaño ya había reclamado la urgencia de que el recinto vuelva a funcionar. En el bloque Socialista también estarían dispuestos sus dos escaños y sólo quedaría saber si el bloque Córdoba Federal se plegaría.
En el caso del FIT también hay predisposición para acompañar una sesión, tal como lo hicieron hace 46 días. Lo mismo sucede con las cuatro voluntades del interbloque Provincias Unidas, que reúne a dos representantes de Juntos Somos Río Negro con otros dos del Frente de la Concordia Misionero. Los legisladores que se sentaron el 1° de diciembre esperan del FdT lo mismo que esperaban en aquél momento: que estén presentes todos los integrantes del oficialismo. El tema no es menor, porque en diciembre el diputado santafesino del oficialismo, Roberto Mirabella, no participó del último intento de sesión porque el temario no incluía las preocupaciones de su provincia. "Si el oficialismo no los sienta a todos, ¿por qué debería hacerlo yo? Ojalá cuiden a los aliados", le dijo a Letra P uno de los legisladores que fue dador de cuórum en diciembre y ahora se predispone a reiterar la decisión.
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La incógnita pasa por Rolando Figueroa, que en los papeles lidera el monobloque del Movimiento Popular Neuquino (MPN) pero construye su candidatura a gobernador con el respaldo del PRO y luego de separarse del partido que controla la provincia hace medio siglo. En la segunda sesión del 1° de diciembre estuvo presente porque estaba en desacuerdo con la actitud de JxC, pero un mes y medio después es posible que siga sin sumarse como sucedió durante el último intento del FdT para sesionar antes de fin de año. Otros creen que lo hará y que podría contar incluso con la adhesión de uno de los dos integrantes del bloque Somos Energía Renovadora (SER), donde el riojano Felipe Álvarez continuaría con su cercanía a JxC y el santacruceño Claudio Vidal ocuparía su banca para dar cuórum.
Sin JxC la búsqueda de apoyos será voto por voto, pero algunos de sus aliados han comenzado a afrontar costos políticos por no sesionar. El diputado de ultraderecha, José Luis Espert, dijo este miércoles en una entrevista radial que "es un error de Juntos por el Cambio no sesionar porque el cristinismo se quiere llevar puesta a la Justicia". La expresión podría implicar que Espert se siente en su banca, pero se desconoce la posición de su colega Carolina Píparo, que forma parte del mismo bloque "Avanza Libertad", pero articula con el espacio liderado por el economista de ultraderecha Javier Milei y su compañera de Victoria Villarruel.
Las negociaciones para sesionar el 28 no se cruzaron con el trabajo de la Comisión de Juicio Político. Este jueves ya puso en marcha el proceso para obtener la prueba. Implica la citación de testigos para investigar los 60 hechos detallados en 14 pedidos de juicio político que fueron admitidos para sustentar la acusación que tendrá el dictamen del organismo presidido por Carolina Gaillard, cuya duración no es de dos años, sino de tres.