Amalia Granata medita ser candidata a diputada nacional en octubre.
En el marco de las frenéticas conversaciones previas al cierre de listas para diputados nacionales, el nombre de Amalia Granata volvió a aparecer en las últimas horas. La legisladora provincial, sin demasiada atadura partidaria, conversa con un amplio espectro político: desde el peronismo cordobés hasta Elisa Carrio. La definición es aún un interrogante.
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"A Amalia siempre la buscan", definen como un primer concepto quienes caminan junto a la diputada provincial de Somos Vida y Libertad. ¿El argumento? Los 178 mil votos que consiguió la expanelista en las elecciones para convencional constituyente en Santa Fe. "Sólo nueve mil menos que en 2023", aclaran rechazando aquella idea de que fue perdiendo votos o diluyéndose en el tiempo.
Las conversaciones de Amalia Granata
Bajo esa óptica, en el espacio de Granata reconocen contactos, pero no una definición. "Todavía está verde", advierten. Para saber cómo fluyen los llamados, hay que recordar vínculos históricos y más actuales. Entre los primeros aparece una sorpresa: el peronismo, más precisamente el vinculado a Córdoba.
Por extraño que suene, en un ya lejano 2017 la panelista decidió dar el salto a la política en la alianza UNA Santa Fe Renovada. Aquel frente estaba integrado, entre otros, por el exgobernador cordobés José Manuel De La Sota y por Sergio Massa. No es la única Granata que tiene contacto con el PJ: su hermana Natalia fue candidata por una de la tribus justicialistas en Rosario en las últimas elecciones locales.
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Granata forjó alianza para las elecciones provincias con distintos partidos, entre ellos la Coalición Cívica de Elisa Carrió.
"De la Sota fue quien la sumó", rememoran. De allí, dicen, hubo llamados y diálogo. ¿Estará anoticiado el sector del gobernador cordobés Martin Llaryora, aliado ahora con Maximiliano Pullaro? "No quieren dejarle a Pullaro toda la cancha libre en Santa Fe", azuzan en el granatismo. Mientras tanto, el peronismo de la Docta enfrenta sus propios problemas y puede haber distintas listas, con Natalia De la Sota, hija del tres veces gobernador, yendo con una alianza propia.
En las consultas hechas por Letra P, en el sector de De la Sota desconocen contactos con la santafesina. En el llaryorismo, mientras tanto, no afirman ni niegan. "No lo puedo descartar. Martín tiene muchas terminales en Santa Fe", dicen al lado del gobernador cordobés.
Elisa Carrió es otra figura con la que la legisladora provincial conversa frecuentemente. Eso se tradujo en el acompañamiento en la lista de convencionales, de la que Lucila Lehmann -presidenta de la Coalición Cívica en Santa Fe- formó parte. "No se vieron, pero sí hablan seguido", reconocen.
Si Carrió busca sumar peso en el Congreso no pareciera tener muchos más nombres a disposición para disputar con La Libertad Avanza, Pullaro y el peronismo. En las últimas horas se conoció también que la dirigente del campo Soledad Aramendi, titular de la Sociedad Rural de Rosario, encabezaría un armado con desencantados del rumbo de la Coalición Cívica nacional.
Decisión en suspenso
Más allá de eso, en el partido de Granata no ven sencillo que pegue el salto y hasta en su entorno encendieron alarmas por algunos ofrecimientos. "Para otros es tentador porque ella no necesita campaña", reafirman, aunque miran con recelo el menú de propuestas. "No sea cosa que quedemos pegados con el kirchnerismo", advierten.
Saben, sí, que si decide competir puede ser un dolor de cabeza terciando por un voto que se disputan entre LLA y el pullarismo, que propone a la vicegobernadora Gisela Scaglia como candidata. Sin una resolución tomada, ven lejos la posibilidad de esbozar una lista. "Dependería de con quién se acuerde", dicen dando cuenta de la amplitud de propuestas.
El punto de contacto libertario
Con quienes no ven chances de retomar el diálogo es con la estructura libertaria. Su punto de contacto allí es Santiago Caputo, con quien, destacan, Granata tiene "la mejor relación". "Creo que está más ocupado en recomponer lo suyo que en lo de Amalia", dicen con sorna a sabiendas de los cortocircuitos del armador libertario con Karina Milei y el resto de la estructura.
Tampoco parece tener retorno -por ahora- el vínculo con José Bonacci, que en varias oportunidades dio su sello para que Granata pueda presentarse. "No hay posibilidad en lo inmediato", recalcan. En abril, y a horas de las elecciones, Beatriz Brower -esposa de Bonacci-, se fue del bloque del granatismo en la Legislatura.