La Cámara de Diputados sesionaba desde el mediodía de este miércoles después de 70 días y el reencuentro mostró nuevas diferencias entre los bloques de Juntos por el Cambio: el PRO y Evolución Radical no ayudaron con el cuórum, en rechazo al proyecto para mejorar las situación de los deudores de créditos UVA y UVI. Fue posible abrir el recinto por la ayuda de la UCR, la Coalición Cívica, los partidos provinciales y la izquierda.
Como explicó Letra P, el PRO y Martín Tetaz (de Evolución) se oponen al dictamen de mayoría firmado por el Frente de Todos y un grupo de radicales liderados por Julio Cobos, que permite actualizar el valor de las cuotas por la variación de los salarios registrados, medidos por el Ministerio de Trabajo.
El punto de discordia es la creación de un fondo compensador con aporte de los bancos, que este lunes enviaron cartas a diputados y diputadas para que no lo voten. El lobby más intenso fue el de las entidades financieras privadas y estuvo cerca de lograr su objetivo, porque las ausencias de legisladores de todos los bloques por la campaña electoral pudo haber frustrado la sesión.
Para evitarlo, el jefe del bloque Frente de Todos Germán Martínez tuvo que pedir una prórroga de 10 minutos porque no se habían alcanzado las 129 bancas ocupadas, lo mínimo para el cuórum. Cobos sólo logró sumar al recinto a una decena de sus correligionarios, como el cordobés Víctor Romero y el jujeño Jorge Rizzotti, pero tuvo la sorpresiva ayuda de sus pares de la Coalición Cívica, el bloque de Elisa Carrió.
Fue clave para garantizar la sesión la presión de las asociaciones de deudores de las provincias y un temario digitado por el oficialismo que incluye temas pedidos por bloques opositores, como la refinanciación de las deudas de municipios por obras hidráulicas en los años 90.
La mayoría de esos pasivos son de municipios cordobeses y los diputados identificados con el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti fueron los primeros en llegar al recinto, junto a sus pares del interbloque federal.
También se aprobará el reconocimiento y la sanción de la violencia de género digital, la eliminación de una ley de hace un siglo que impide a las mujeres ocupar algunos puestos laborales, la regulación de la actividad de acompañamiento terapéutico, la promoción de la producción orgánica, el nombramiento de cónsules honorarios y un convenio por el uso del espacio aéreo con Portugal.