El exgobernador lideró una comitiva que viajó a California. El jefe de Diputados y Gabriel Bornoroni dan la señal de largada libertaria. Furia radical.
Juan Schiaretti, con armado nacional y gira internacional.
En los corrillos de la política cordobesa circula una lectura unidireccional: si Gabriel Bornoroni logra sostener la confianza de Karina Milei y Martín Menem hasta fin de año, la llave de la estrategia electoral de La Libertad Avanza de Córdoba para 2025 será del diputado estacionero.
La avanzada violeta se empezará a sentir con fuerza. Toto Caputo habló por primera vez ante el Círculo Rojo mediterráneo, reunido este viernes en la sede de la Bolsa de Comercio. Allí dejó en claro los temas intocables: su programa de orden macroeconómico y la voluntad de mantener un equilibrio con el cordobesismo de Martín Llaryora, modelo de gestión que el ministro libertario elogió públicamente por el orden de las cuentas.
Esto no para, esto sigue. Se realizarán dos actividades para empezar a desperezar a la tropa con tonada de las fuerzas del cielo.
El salón de hotel Quorum tiene dos fechas reservadas para tertulias minarquistas. Este jueves, Menem y Bornoroni encabezarán el primer acto del partido. Será la señal de largada para apuntalar el armado en cada rincón de la provincia y la oportunidad esperada para un diputado que quiere probarse el traje de candidato a la gobernación.
Al día siguiente, la canciller Diana Mondino usará la marca familiar -el Banco Roela- para auspiciar un encuentro de telecomunicaciones. En el mismo hotel ubicado en las inmediaciones del aeropuerto internacional, la cordobesa expondrá sobre el futuro de las telecomunicaciones en el ámbito internacional; Menem, sobre la desregulación económica; y Juan Martín Ozores dará una charla sobre las actuaciones en el organismo que comanda, el Enacom. El panel se completa con ceos condecorados, según el flyer que ya circula en los chats libertarios.
El contexto, tal como se presenta ahora, conspira a favor del plan de Bornoroni, que no quiere transar con la casta cordobesa. Lo dijo públicamente en varias entrevistas: quiere una lista para Diputados con gente nueva. Sumar a Luis Juez, un taquillero, significaría entrar en guerra con el mandamás de la provincia.
El mandatario provincial tiene entre ceja y ceja el año 2025. La presión sobre Juan Schiaretti, otro taquillero, ya ni la disimulan. Para el llaryorismo, si el excandidato presidencial no compite en este turno entienden que se desinfla cualquier proyecto nacional.
“Y tiene que ser candidato en la ciudad de Buenos Aires”, repiten. La viaja guardia schiarettista está que trina, pero muestra en sus redes cómo se va parando Hacemos por Argentina, la criatura nacional del cordobesismo.
Esta semana, los retratos que tuvieron al centro (siempre al centro) a Schiaretti fueron protagonizados también por senadores provinciales de Entre Ríos y dirigencia peronista de Santa Fe. La senadora Alejandra Vigo formó parte de las versiones que figuras de la política patagónica ubicaban dentro de un armado grande en la cámara alta.
El cordobesismo tiene la costumbre de relativizar las situaciones que no tiene a sus referencias en la cabeza de los armados. “No hay nada”, aseguraban.
El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, seguramente buscará persuadir a Vigo y a Schiaretti de las bondades de un scrum legislativo durante su estadía en San Francisco, California.
Schiaretti encabezó la comitiva política que invitó la Fundación Universitaria del Río de La Plata para una serie de reuniones en esa ciudad de Estados Unidos que terminarán este martes. El propósito del viaje es la elaboración de una agenda tecnológica argentina que incluye la visita a la sede de Tools For Humanity (Worldcoin Project).
Viajaron también el gobernador de Jujuy, Carlos Sadir; el vicegobernador de Misiones, Lucas Spinelli; los senadores bonaerenses Maximiliano Abad y Eduardo de Pedro; el ceo de Bitso Argentina, Julián Colombo; el secretario de Ciencia y Tecnología, Darío Genua; la directora de ARSAT, Noelia Ruiz; la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; y los diputados Cristian Ritondo, Darío Nieto y Rodrigo de Loredo.
El jefe del bloque radical en Diputados se enteró a la distancia de que su partido quedaba bajo el control total de la alianza que comparte con el intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer y siete núcleos internos.
Como anticipó Letra P, la Junta Electoral del radicalismo decidió dar de baja las listas de Ramón Mestre y Myrian Prunotto para la interna partidaria del 8 de septiembre. Se flexibilizaron todos los plazos para lograr la unidad, pero este sábado la negociación fracasó.
El alfil de la vicegobernadora de Córdoba, Juan Carlos Polo Gait (Córdoba con Todos), era el principal apuntado en el espacio que impulsa De Loredo (Generación X); también en Más Radicalismo, que unió al exintendente a Carlos Becerra y Fernando Montoya.
Este portal pudo saber de fuentes inobjetables que Ferrer estaba furioso y culpó directamente a Llaryora por el desenlace.
“Habrá consecuencias”, dijo a su mesa chica. Asoman dos: una posición opositora sin grises en la Legislatura y la ratificación de la alianza con Juez.
La interna se judicializará. Sin embargo, todos los caminos conducen a Roma y tendrán a Ferrer sentado en la silla principal del partido. Nadie ignora los contactos judiciales de Daniel Angelici y el respaldo irrestricto al intendente de Evolución.