Myriam Bregman llegó al segundo debate presidencial con las expectativas altas. El balance que la política hizo de su performance en Santiago del Estero la dejó como quien mejor se desenvolvió y aprovechó “el momento más igualitario de la campaña". En el FIT-U estaban exultantes tras olfatear que habían logrado el objetivo en el primer round: robarle votos jóvenes enojados con la política a Javier Milei. En la revancha, la candidata del FIT-U se enfocó en seguir esmerilando al león libertario, aunque tampoco descuidó su estrategia para seducir al electorado desencantado que eligió en las PASO a Juan Grabois.
El objetivo
La candidata del Frente de Izquierda y de los Trabajadores - Unidad llegó a la Facultad de Derecho de la UBA con el fin de completar la faena iniciada en el Forum de Santiago del Estero: mostrarse como una opción antipolítica más seductora que Milei. Por eso, sus principales ataques fueron destinados al economista, como cuando lo cruzó y le dijo que la única libertad que defiende es la libertad de explotar trabajadores. Hasta se permitió chicanearlo: “No entendí nada, lo sacó de Yahoo Respuestas”, dijo luego de que el libertario expusiera sobre desarrollo humano, vivienda y ambiente.
Más allá de su principal target, Bregman también apuntó contra Sergio Massa y Patricia Bullrich como parte de la misma estrategía para seducir votos que en las primarias fueron para Juan Grabois. Por eso, por ejemplo, le insistió al ministro candidato con que “le armó las listas” a Milei y lo incluyó en un llamado a la unidad nacional. Con la certeza de que es muy difícil que pueda sacarle algún voto a Bullrich, la atacó por sus posturas de mano dura en materia de seguridad que espantan al progresismo: “¿Hasta dónde quiere bajar la edad de imputabilidad? ¿Hasta el jardín de infantes?”, lanzó.
La actitud
La candidata del FIT-U otra vez se mostró entre las más sólidas frente a las cámaras, haciendo gala de su talento como polemista y su capacidad de improvisación. Suelta y cómoda con el formato, buscó desconcentrar a Milei hablándole fuera de micrófono tras hacerle preguntas y piloteó bien el momento en el que fue víctima de la misma práctica por parte de Massa, cuando el ministro le preguntó si continuaba pensando que él y Milei eran lo mismo, en alusión a la postura del FIT en el ballotage de 2015. Salvo una pregunta para Juan Schiaretti, no leyó ninguna de sus alocuciones, al igual que el candidato de UP y el gobernador cordobés.
El gol a favor
La gota horada la piedra no por fuerza sino por constancia: tras atacarlo en los dos debates, Bregman logró desequilibrar a Milei y logró que gastara su último momento de derecho a réplica en responderle. Fue durante el segmento de Producción y trabajo. Mientras el libertario le hablaba, la “Rusa” hacía muecas y le hablaba fuera de micrófono: Milei terminó pidiéndole que interviniera a la dupla de periodistas que moderaban el segmento.
No fue la única vez que sucedió, dado que en el mano a mano Bregman le preguntó a Milei si negaba los femicidios al igual que negaba el cambio climático. El candidato de La Libertad Avanza gastó casi todo su tiempo explicando su postura ambiental, mientras Bregman le recordaba que le había preguntado por los femicidios. El libertario titubeó, se mostró molesto, dijo que “hay que cumplir con la ley, vos cumplí con la ley” y se quedó sin tiempo para completar su respuesta.
Con todo, Bregman anotó dos goles que en realidad fueron goles en contra de los otros candidatos: las preguntas que le formularon Milei y Schiaretti parecieron centros que la candidata del FIT-U aprovechó para intentar sacarse de encima ciertas críticas que consideró “frases hechas inventadas por los liberales”.
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El gol en contra
Bregman no logró salir de la postura clásica de la izquierda y se enfocó más en las críticas que en las propuestas, especialmente en el primer bloque. Sólo destacó la idea de reducir la jornada laboral a seis horas para generar un millón de puestos de trabajo. En el segmento de preguntas y respuestas, Massa insistió en interrogarla sobre si de verdad pensaba que él y Milei eran lo mismo. La “Rusa” intentó tirarla al lateral, pero Massa la arrinconó. “No te apures Sergio, no es un ballotage aún”, dijo la diputada. Si bien salió con elegancia del mal momento, no respondió.
Existieron, además, dos cuestiones técnicas. El reloj otra vez fue una molestia para la candidata del FIT-U, quien se extendió algunas veces y otras tuvo tiempo de sobra, que no usó. Por otra parte, se la vio hablando con alguien fuera de micrófono mientras Schiaretti explicaba sus propuestas sobre trabajo y producción. Al terminar ese discurso, la moderadora le pidió al quinteto de postulantes que tuvieran cuidado al solicitar el derecho a réplica para no hacerlo mal, lo que pareció dedicado a Bregman.
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Massa arrinconó a Myriam Bregman intentando forzar su apoyo a UxP, pero la candidata de la izquierda lo gambeteó y no respondió
Para el archivo
Como el domingo pasado, Bregman dejó una frase que fue candidata a hit de la noche -tal como facturó con “gatito mimoso del poder económico” en Santiago del Estero- y otra vez fue contra Milei: “Es la misma derecha de antes, pero más despeinada”, le dijo al principio del debate.
