ELECCIONES 2023

Cómo le fue a Myriam Bregman en el debate presidencial

La candidata del FIT-U buscó seducir a quienes eligieron a Grabois y disputar el voto bronca de Milei. Soltura frente a cámara, réplicas bien administradas y hasta algo de humor.

La candidata presidencial por el Frente de Izquierda Unidad (FIT-U), Myriam Bregman, atravesó el primer debate en la carrera hacia la Casa Rosada con soltura frente a la cámara y buscando diferenciarse de sus cuatro rivales, a quienes consideró “cómplices del poder económico”. Apelando a su vasta experiencia en instancias de este estilo, fue consecuente con la estrategia que diseñó junto a su equipo, administró bien los tiempos y las herramientas y hasta se permitió alguna cuota de humor.

El objetivo

Bregman desarrolló una estrategia a dos puntas: seducir al voto joven que eligió a Javier Milei en las PASO por su enojo con la clase política, convencida de que hay propuestas del libertario que no prenden en ese electorado y están obturadas por la bronca; y pescar en la pecera habitada por quienes eligieron a Juan Grabois en la interna peronista y no están convencidos aún de votar a Sergio Massa, corriendo por izquierda al ministro candidato oficialista. Hasta se dio el lujo de decir que el acuerdo con el FMI “es inflacionario”, una crítica harto repetida por Cristina Fernández de Kirchner y sus aliados.

El plan de la candidata del FIT-U se reflejó en el uso de sus derechos a réplica durante el primer eje temático, Economía. Bregman eligió rivalizar con Milei -exponiendo sus relaciones con “la casta sindical” y las de su compañera de fórmula con militares acusados por delitos de lesa humanidad- y con Massa -a quien acusó de haber hecho siempre lo que le solicitó el FMI-. Cuando el formato la obligó a cruzarse con Patricia Bullrich, eligió criticar su gestión al frente del Ministerio de Seguridad por represiva, otro gesto para el votante de Grabois.

La actitud

El tono elegido por Bregman para transitar el debate no se alejó del utilizado en general por quienes representan a la izquierda: decidió mostrarse como una dura y buscó igualar a sus adversarios -”ninguno pudo ocultar que son cómplices del poder económico”- y hasta intentó arrinconarlos en los mano a mano. Así lo hizo cuando interrogó a Bullrich por las implicancias de Juntos por el Cambio en el escándalo por los contratos de asesores en la Legislatura bonaerense o cuando le preguntó a Massa por su pasado político: “¿Cómo hace para pasar de un espacio político a otro sin despeinarse?”.

Más allá del tono elegido, la candidata de izquierda fue la que más cómoda se sintió con el formato televisivo. Sus intervenciones fueron sólidas, sin silencios incómodos ni titubeos. A medida que el debate avanzaba, se mostró más suelta, al punto que sobre el final se permitió chicanear a sus rivales por las preguntas que le hacían. “No se esforzaron mucho, trajeron todos los chistes de Twitter” les dijo.

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El gol a favor

Bregman fue la que mejor administró los cinco momentos de derecho a réplica que cada postulante tuvo a su disposición. Mientras la mayoría eligió usarlos en el segmento de Economía, la candidata del FIT-U utilizó los dos ya mencionados en ese segmento y luego se guardó otros tres para la etapa de Derechos Humanos, donde apuntó contra Bullrich, Massa y Milei. Esa estrategia le permitió erigirse como referencia en el tema y lograr más visibilidad en una etapa que el resto de los presidenciables no priorizó.

El gol en contra

En primer lugar, el uso de los tiempos. El reloj fue una pesadilla para Bregman: no pudo terminar una exposición porque le cortaron el micrófono, pero también hubo segmentos, como el económico, en el que le sobraron más de diez segundos. Por otro lado, si bien pudo cumplir a la perfección su plan, también es cierto que su participación no guardó ninguna sorpresa con respecto al discurso clásico de la izquierda, lo que implica un obstáculo a la hora de seducir nuevos votantes.

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Para el archivo

El hecho de ser la candidata que mejor se desenvolvió le permitió tirar algunas perlitas, como cuando avisó que “Milei no es un león, es un gatito mimoso de los poderes económicos” o cuando le preguntó al libertario si lo que le había dicho “se lo dictó (Mauricio) Macri o lo sacó de Rincón del Vago”.

Myriam Bregman
Myriam Bregman.

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