LA CASA ROSADA DEL GRAN VOCERO

Código Manuel Adorni, día 1: preocupación en la sala de prensa, personal en Narnia y explicaciones oficiales

Ardieron los chats de acreditados por la resolución que limita el rol periodístico. El espejo de Trump. Dress code, en veremos. Más dudas que certezas.

Desde temprano, la medida corrió como un reguero de pólvora en los grupos de WhatsApp de los periodistas acreditados en la sede administrativa de Gobierno y copó las primeras conversaciones dentro de la histórica sala de prensa. Poco después, la preocupación se trasladó a radios, portales y TV.

El último antecedente de limitación de la labor periodística fue en la asamblea legislativa, cuando por orden de Karina Milei se le quitó a la prensa el histórico palco para esas coberturas. El Círculo de Periodistas Parlamentarios, entonces, emitió un comunicado de repudio.

La medida, publicada apenas un día después que Toto Caputo se enojó ante una pregunta por su patrimonio en el exterior, no sólo limita el acceso a la información, restringe la pluralidad de los medios de comunicación que pueden ingresar a Balcarce 50: también afecta parte de la dinámica diaria del oficio, con lugares vedados en la Casa Rosada para la mirada de la prensa. Este viernes, en el Día 1 del Código Adorni, el trabajo periodístico se realizó en forma habitual.

De la seguridad de Javier Milei al espejo de Donald Trump

Bajo los argumentos oficiales de garanti zar el "acceso plural" a la información pública y reforzar la seguridad en torno a Javier Milei, la resolución fijó una cantidad máxima de personas que serán permitidas en la sala de periodistas (25) y en la sala de conferencias (36), a las que el Presidente asistió apenas en tres ocasiones desde que asumió. Los ingresos para la prensa estarán sujetos a criterios de evaluación como la audiencia del medio, frecuencia de cobertura y especialización temática.

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La única vez que Javier Milei estuvo en la sala de conferencias.

La única vez que Javier Milei estuvo en la sala de conferencias.

Si se toman en cuenta los nuevos aforos, es una incógnita qué sucederá con el resto de los profesionales, ya que, en la actualidad, hay 88 periodistas acreditados y al menos 30 concurren de manera diaria en distintos turnos. El oficialismo argumenta, por ahora, que los límites sólo corresponderían a la cantidad de butacas y computadoras destinada para el trabajo periodístico.

La medida mileísta tiene ribetes similares a las limitaciones que impuso Donald Trump en su segunda mudanza a Washington. El republicano, que a diferencia del libertario sí brinda conferencias cotidianas, le sacó la potestad a la Organización de Corresponsales de la Casa Blanca, un organismo independente, de seleccionar los medios que pueden participar de sus conferencias.

¿Saco y corbata?

Además, según la resolución libertaria, se exigirá que las personas acreditadas cumplan con un código de "vestimenta formal", sin brindar más detalles. En algún momento, como adelantó Letra P, se pensaba hacer obligatorio el uso de saco y corbata, al menos para las conferencias de Adorni.

Este viernes, en despachos oficiales tampoco dejaban del todo claro cómo será la aplicación de esta parte de la medida. "Sería atinado", validó un funcionario un eventual dress code que incluya corbata.

Lo que generó más preocupación entre la prensa acreditada es que habrá nuevas restricciones a parte de la tarea diaria de la búsqueda de información. Como ya sucedió en otras oportunidades, se limitará la circulación del periodismo por los pasillos de la Casa Rosada, lo que imposibilitará guardias periodísticas u observar qué funcionarios, empresarios o sindicalistas ingresan y egresan del edificio.

Sin embargo, en el primer día del nuevo código, gran parte del personal de seguridad y funcionarios de protocolo y ceremonial no estaban al tanto de las nuevas medidas.

La respuesta oficial

Pese a esto, el Gobierno sostiene que la medida no busca restringir la labor periodística. "La Casa Rosada es un lugar honorable que requiere reglas, normas de convivencia y respecto de las mismas", ampliaron fuentes oficiales.

"El objetivo es asegurar el acceso a la información pública por parte de todos los ciudadanos, promoviendo una cobertura periodística amplia, sobre la base de criterios razonables y equitativos, conforme a la capacidad operativa de la sala", aclararon a Letra P las mismas fuentes al tanto de la redacción de la resolución.

Aún así, la normativa deja abierta la posibilidad de sumar otras limitaciones como las repreguntas a Adorni o, incluso, que quede a cargo del propio vocero la designación de los periodistas que pueden realizar preguntas. Ahora ahora se realiza un mecanismo de sorteo interno en la previa de cada conferencia, organizado por los propios miembros de la sala de prensa.

En la nueva reglamentación se fija también un sistema de puntos para acceder a las acreditaciones y conservarlas a lo largo del año de duración. Por ejemplo, "incurrir en dos faltas graves puede provocar la revocación y/o no renovación de la acreditación otorgada” a los periodistas, aunque no hay precisiones sobre qué significa una "falta grave". En Balcarce 50 prometen que serán "flexibles".

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Con cierta ironía sobre las imposiciones, no fueron pocos los periodistas que solicitaron la intervención del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, para que "desregule" el desempeño y normal ejercicio de la prensa acreditada en la Casa Rosada.

Al menos, por ahora, quedó afuera de la resolución otras ideas restrictivas que habían pensado en la cúpula de La Libertad Avanza, como un sistema de premiso y castigos a la hora de preguntar en las conferencias o el botón muteador.

Manuel Adorni, vocero presidencial. 
Manuel Adorni y Karina Milei, en el cierre de campaña porteño.

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