Su equipo defiende el término: sostiene que no es peyorativo ni estigmatizante. Campaña sucia y falta de gestión, lo que hay detrás. El PRO lo subió al ring.
Horacio Rodríguez Larreta y Jorge Macri.
Con el debate de candidatos como detonante, se desató en las últimas hora una lucha encarnizada entre el PRO y Horacio Rodríguez Larreta. Como eje para el sprint final de campaña, el exalcalde agita como fantasma una "conurbanización" de laCiudad de Buenos Aires, un término estigmatizante que lejos de ser es un error no forzado, es una estrategia deliberada.
Detrás de la calificación de Larreta, expresada en sus redes, asoma una acusación solapada a la "falta de gestión" de Jorge Macri y a una idea de que está siendo víctima de una "campaña sucia", luego de que fuera increpado en una de sus recorridas electorales.
Si fuera una serie de Netflix, las últimas semanas de campaña de Larreta podrían ordenarse en capítulos. El primero fue "Vos me conocés" del debut, con la denuncia del "olor a pis", el siguiente corresponde a la "falta gestión"; y el último, al menos hasta ahora, es "la conurbanización de Buenos Aires". Esos pasos marcan el compás del recalentamiento de una campaña que se caracterizó por un tono anodino, pero que en las últimas insinuó que la pelea iba a estar coloreada de amarillo.
El último plot twist surgió en el debate porteño del martes: a partir de ahí la tensión escaló. En el cruce con Silvia Lospennato y otros 15 contrincantes, el exalcalde porteño abandonó el tono monocorde del discurso localista y empezó a apuntar los cañones contra lo que considera que es una pésima gestión de su sucesor.
"Fue un error haber traído a Jorge Macri a la Ciudad, porque hoy estamos viendo las prácticas del conurbano en la ciudad de Buenos Aires. A los resultados me remito", disparó, en una especie de mea culpa, pero que también expresa la decisión de no volver a competir por la presidencia, ya que el archivo lo condenará para buscar votos en la región más poblada del país.
La idea de "conurbanización" no fue espontánea: su equipo deja entrever que será un eje central para el tramo final de la campaña. "No consideramos que sea una concepción peyorativa decir que están conurbanizando la Ciudad, para nada. Muchas de las personas que diariamente entre a la ciudad vienen del conurbano, pero acá estamos hablando de la gestión, de un método de gobierno que funcionaba y que decidieron romperlo", argumentan en el comando de campaña de Larreta.
"La realidad es que hoy Buenos Aires tiene problemas de infraestructura y ordenamiento urbano que no tuvo nunca durante todos los gobiernos del PRO en lo que estuvo Horacio", aseguran; y también cargan contra las políticas de seguridad cuando indican que "en el último año y medio irrumpieron modalidades delictivas que nunca existieron en la Ciudad".
Más allá de las repercusiones, de lo que no hay dudas es que esos dichos cumplieron el efecto buscado: volvieron a colocar a Larreta en el centro de la conversación pública y de las redes sociales, algo que no había logrado hacer desde su lanzamiento a mediados de marzo que trascendió por denunciar "el olor a pis" que había en la Ciudad.
El cambio de tono entre el PRO y Larreta fue recíproco; si hasta ahora el macrismo evitaba darle entidad a la candidatura de su exsocio, esta posición también mutó y salieron a cuestionarlo dos de las principales espadas de la campaña amarilla: Laura Alonso y María Eugenia Vidal. La réplica permite asumir que el candidato de Volvamos Buenos Aires empezó a ser un factor de preocupación para la performance del oficialismo porteño en las elecciones del 18 de mayo.
Durante el transcurso mismo del debate, Vidal, jefa de la campaña de Lospennato, fustigó en vivo a través de las redes sociales al exalcalde. En particular, le reprochó que los éxitos de gestión que él enumeraba como logros propios, fueron gracias al partido. "No fuiste vos solo, fue el equipo del PRO. El mismo del que te fuiste, y hoy sigue transformando la Ciudad", le achacó.
La exgobernadora bonaerense había negociado con Mauricio Macri ser exceptuada de la batalla electoral, como argumento para no aceptar una candidatura, porque la unía una relación personal con Larreta. Amigos eran los amigos.
Días después, luego de que Larreta hablara de la "conurbanización" de la Ciudad y un periodista de La Nación afirmada que "arde la interna PRO", Vidal replicó que Larreta no pertenece más al partido amarillo.
Alonso, vocera del jefe de gobierno porteño, fue un poco más allá y acusó a Larreta de dejar un desastre en la Ciudad. "Te pido que la próxima vez que digas que hicimos cero obras lo vuelvas a pensar, sobre todo para no quedar como un mentiroso. O peor, como un resentido que como ahora se fue del PRO está solo, sin equipos y sin futuro", disparó sin miramientos.
La referencia de Larreta a una supuesta conurbanización de la Ciudad, no se limita al aspecto social o urbano: lo vincula a las prácticas políticas que el PRO habría adoptado de la periferia bonaerense. "Así se hace política en el conurbano. Te arman una emboscada, la filman y la publican en redes. La Ciudad no es el conurbano, @jorgemacri Menos humo amarillo y más gestión", dijo el exjefe de gobierno a su sucesor, a quien acusó de montar una "campaña sucia" por un episodio que sufrió este viernes en el Barrio 31, que fue filmado y viralizado por una cuenta del ecosistema macrista en redes sociales. El posteo después fue eliminado.
En el búnker de Larreta encuadran la "emboscada" como parte una estrategia planificada para desgastar a su candidato porque los votos para poder ganar son los que se están drenando hacia el ex-PRO. Pero también van más allá y apuntan contra el estratega de la campaña del PRO, Antoní Gutiérrez-Rubí, a quien Javier Milei también culpó de montar una campaña sucia en su contra en 2023.
Por primer vez, el libertario y Larreta - o "El siniestro", como lo apodó el Presidente- tienen algo en común.