Cada postulante atendió su juego sin sacar ventaja. La multitud de voces jugó en contra. Lluvia de eslóganes y chicanas, pocas y viejas ideas. Tres horas eternas.
Elecciones 2025 en CABA: el debate.
Un formato rígido y una cantidad inusitada de aspirantes transformaron el debate de la Ciudad de Buenos Aires en una instancia poco atractiva, que solo sirvió para los tres cabezas de listas que se recortan en las encuestas, Manuel Adorni, Leandro Santoro y Silvia Lospennato, reafirmaran su estrategia de campaña en la búsqueda de votos y se sacaran poca ventaja.
No hubo un claro ganador, pero tampoco perdedores indiscutibles. La participación de 17 postulantes limitó la presentación de propuestas y diluyó los temas de debate propiamente porteños, que quedaron flotando en el aire, en el tironeo entre los referentes que intentaron focalizarse en la poblemática de la Ciudad y quienes usaron la ocasión para definir posicionamientos de política nacional.
El candidato de Es Ahora Buenos Aires, Leandro Santoro, fue quien más padeció la tensión entre la agenda local y la nacional. Por ahora favorito en la mayoría de las encuestas, al diputado le tocó defenderse de todos sus contrincantes. Intentó profundizar en la agenda porteña, pero tuvo que responder ataques de diferentes frentes.
En sintonía, Santoro y Lospennato insistieron en vincularlo con el kirchnerismo y con Alberto Fernández, mientras que el candidato Alejandro Kim, de Principios y Valores – el espacio de Guillermo Moreno- lo acusó casi de lo contrario cuando le reprochó sus viejas críticas a Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner y le recordó su pasado radical. Otro peronista, Juan Manuel Abal Medina, le dijo que hacía “larretismo progre”.
Santoro replicó para todos lados, pero evitó confrontar abiertamente con los peronistas, el electorado que aspira a conquistar. Llamó a terminar con el “abandono de la Ciudad como consecuencia de la mala gestión de Jorge Macri” y también “contra la crueldad a la que está sometiendo a la sociedad el gobierno de Javier Milei”. Y llamó a Kim a la reflexión: “Milei y (Mauricio) Macri se quieren quedar con la Ciudad. Ustedes le están haciendo el juego a la derecha. Tenes que pensarlo bien, vos y la gente que te acompaña”.
Producto del sorteo y del formato del debate, Santoro tuvo su cruce más fuerte con el vocero presidencial. “Veo carteles que dicen que Adorni es Milei. Santoro es Santoro. No me escondo atrás de nadie. Lo que ustedes quieren es destruirlo a Mauricio Macri y quedarse con la Ciudad”, le dijo al vocero presidencial.
Si quedaba alguna duda en la previa, el vocero presidencial demostró en el debate que no tiene mayor interés en los problemas propios de la Ciudad. En el tiempo que le tocó en suerte para hablar, Adorni reconoció que la gestión del PRO mejoró la Ciudad, pero aseguró que ese progreso “se estancó y hay que mejorarlo”. Sin dar ninguna precisión, señaló que el macrismo “aumentó el tamaño del Estado, los impuestos y el gasto político” y prometió cerrar el Canal de Ciudad, encargado de organizar y transmitir el debate.
Después, avanzó en el principal objetivo con el que fue al debate: polarizar con el kirchnerismo y dejar afuera de la discusión al macrismo. “Estamos convencidos de que más tarde o más temprano, el kirchnerismo va a ganar las elecciones y la única manera de frenarlo es llevar el modelo de Milei a la Ciudad de Buenos Aires”, dijo.
A Lospennato prácticamente la ignoró y apenas se limitó a refutarla cuando la diputada señaló que el PRO había logrado controlar los cortes en las calles porteñas. “Con los piquetes en la Ciudad terminamos nosotros, Silvia, con Patricia Bullrich y Sandra Pettovello”, dijo. Adorni tampoco prestó atención a los otros candidatos identificados con el espacio libertario en la Ciudad, como Ramiro Marra y Yamil Santoro. Todo apuntó contra el candidato de Es Ahora Buenos Aires.
Por último, aseguró que La Libertad Avanza está “haciendo cambios muy profundos y estructurales” en el país y llamó a pelear contra el kirchnerismo, con un discurso nacional. “El kirchnerismo va a hacer lo imposible porque nos vaya mal. ¿Van a permitir que el kirchnerismo gane? No hay que permitir que destruyan la Ciudad como la Nación. Es kirchnerismo o libertad”, dijo en su cierre.
A Lospennato le tocó una tarea difícil: tratar de consolidar el voto del PRO, defenderse de Horacio Rodríguez Larreta y diferenciarse de La Libertad Avanza, pero no tanto. Por eso, la diputada macrista se encontró con muchas dificultades a la hora de plantarse frente a sus contrincantes.
La dirigente del PRO se dedicó a reivindicar los 18 años del gobierno macrista en la Ciudad y presentó algunas propuestas nuevas, como la línea hipotecaria para jóvenes y el endurecimiento de penas para quienes vandalicen el espacio público. Pero encontró en su camino la presencia de Larreta, que tuvo como objetivo recordarle que él había sido el responsable de la gestión que se ponía en valor.
A eso le sumó el delicado equilibrio que tuvo que hacer frente a Adorni, a quien le dijo que “independientemente de cuál sea el resultado” en la Ciudad, el PRO seguirá “acompañando el rumbo económico del gobierno” de Milei. Sobre el final, intentó disputarle el sello de fuerza antikirchnerista que Adorni fue dispuesto a arrebatarle. “Nueve elecciones seguidas le ganamos al kirchnerismo en la Ciudad. Si hay una fuerza antikirchnerista es el PRO”, puntualizó.
Detrás de los tres candidatos que pelean por el podio, el resto trató de aprovechar el debate para hacerse visible. Larreta dejó en claro que conoce la Ciudad como la palma de su mano y buscó confrontar con el PRO, donde cree que están sus posibles electores. Marra, en tanto, intentó pegarse a Milei y hasta ofreció dar una clase de economía para explicar por qué el modelo económico libertario “está funcionando”. El legislador intentó tender un puente con Adorni, pero no tuvo eco. El vocero presidencial le dijo que “la única alternativa” para ganarle al kirchnerismo es su boleta.
Como Santoro, Abal Medina también invitó a combatir a Macri y a Milei, mientras que Kim calificó a ambos gobiernos de fracasados por haber recurrido al FMI. El referente de la izquierda, Luca Bonfante, tuvo que improvisar su participación por ausencia de Vanina Biasi y fue el único que mencionó al grupo Roggio, el operador del subte de la Ciudad. Se cruzó con Adorni cuando le dijo: “Los zurdos no vamos a correr, los zurdos nos plantamos”.
En tanto, Yamil Santoro acusó a Ramiro Marra de haberse apropiado de proyectos suyos relacionados con el orden en el espacio público, y se cruzó con César Biondini, que lo acusó de ser “un testaferro de Macri para dispersar los votos” libertarios. “Hablando de heredar, habla el 'hijo de', el hijo de un nazi. Que aparte heredó el partido y lleva el kiosco familiar activamente", respondió Santoro,
En cumplimiento de lo que establece el Código Electoral de la Ciudad, que lo hace obligatorio para todos los candidatos, el debate duró cerca de tres horas con un esquema cerrado y sin margen para la improvisación. Fueron muchos minutos, pero para demasiados postulantes: por eso ninguno logró acaparar toda la atención.