LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Con la carrera electoral en marcha, el ministro de Justicia bonaerense, Julio Alak, se pondrá al frente de una campaña barrio por barrio en la capital provincial para apuntalar la reelección de Axel Kicillof e intentar la aventura de reconquistar La Plata para el peronismo después de dos períodos del macrista Julio Garro.
Como lo hizo en la mateada que le organizó al gobernador la semana pasada en la Plaza Islas Malvinas con vecinos platenses, Alak está decidido a tomar el protagonismo de la campaña en la ciudad que gobernó durante 16 años, en medio de un ruido cada vez más fuerte instalado en la capital sobre una posible candidatura a intendente que le devuelva al peronismo la expectativa de una posible victoria o, al menos, de una reacción frente al declive de las últimas elecciones.
En rigor, Alak viene trabajando en los últimos años diligenciado por Kicillof, intentando construir una nueva organización del peronismo en la capital, monopolizado por la disputa entre la ministra de Desarrollo Social Victoria Tolosa Paz y la directora del Instituto Cultural bonaerense, Florencia Saintout, cuyos nombres dominaron las boletas en las últimas elecciones.
El exintendente no consiguió hasta ahora encolumnar al resto de las tribus del peronismo platense, divididas entre el camporismo que empuja a Saintout, el armado de Tolosa Paz y el poder residual que quedó de los hermanos Bruera.
Con el escenario electoral abierto y sin definiciones a la vista, en el peronismo de esta capital hay cada vez más coincidencia sobre la idea de que, si se repite la experiencia de las últimas elecciones y se llega dividido a los comicios, será muy difícil, si no imposible, vencer en las urnas a Garro.
Por eso, la posible candidatura de Alak como superación de esa pulseada interna genera expectativas en muchos sectores que, con encuestas en la mano, ven que ni Tolosa Paz ni Saintout aparecen, de antemano, como rivales de peso para disputar el palacio de Calle 12.
“En La Plata hubo una migración histórica del voto peronista con el que Alak ganaba las elecciones en los ‘90 hacia Garro. El Turco es el único que puede volver a atraer a ese electorado, que no vota ni a Saintout ni a Tolosa Paz”, dicen los que se entusiasman con una candidatura del ministro.
Tolosa Paz lleva tres derrotas seguidas en la capital bonaerense. En 2017, el revés fue para ella como primera candidata a concejala y para Saintout, como primera candidata a diputada. Las dos accedieron a sus bancas, pero la boleta de Unidad Ciudadana perdió frente a la de Cambiemos.
En 2019, Tolosa Paz y Saintout protagonizaron una recordada interna en las PASO en la que la actual titular del Instituto Cultural se impuso por un escaso margen de votos y que dejó heridas que nunca cicatrizaron. Saintout no pudo con Garro, que remontó 10 puntos de diferencia y fue reelecto.
En 2021, Tolosa Paz ocupó el lugar más importante de la boleta del Frente de Todos, la cabeza de la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, donde llegó de la mano del presidente Alberto Fernández. En La Plata, perdió por más de 10 puntos contra la boleta que encabezó Diego Santilli, un resultado que para muchos la dejó relegada en la carrera por la posible candidatura en 2023.
Con todo, Tolosa Paz está decidida a volver a competir en la interna platense contra quienes se presenten. Desde el Ministerio de Desarrollo Social, una vidriera política de enorme trascendencia, intentará nuevamente conseguir el que, dice, es el principal objetivo de su carrera política.
Saintout, que recuperó algo de exposición desde su llegada al Instituto Cultural, tampoco parece dispuesta a relegar sus históricas aspiraciones. En su entorno reivindican su derecho a seguir presentándose por haberse impuesto en la interna y por haber tenido números en crecimiento desde su primera incursión electoral.
La candidatura de Alak surge como una posible prenda de unidad, pero en un escenario complejo donde por ahora no hay indicios concretos de que su nombre consiga ordenar la interna.
Cerca del ministro de Kicillof aseguran que no hay “ambiciones personales” y que la idea es “contribuir” a recuperar La Plata para el peronismo, algo que Alak consiguió en 1991, cuando accedió al sillón de la intendencia que dejó después de 16 años, en 2007.
Por eso, más allá de las definiciones que recién llegarán en el mes de abril, Alak tiene decidido ponerle el cuerpo a la campaña y salir a recorrer los barrios platenses a partir de febrero. Para la candidatura, dicen a su lado, falta bastante.