El sector es ciertamente importante y su capacidad de daño sobre el resto de la economía, muy grande, pero las reacciones que genera el conflicto entre las empresas y el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) hace pensar que el país está a punto de retroceder a una era previa a la invención de la rueda. Entre la decisión patronal de plantarse en su oferta salarial menor que la inflación esperada y la dureza del gremio, la producción sufre ya no solo en Bridgestone, Pirelli y Fate, sino incluso en la industria automotriz y más allá. Como sea, el diferendo, al que el ministro de Trabajo, el sobreviviente Claudio Moroni, no le encuentra la vuelta –ya es costumbre– constituye la punta del iceberg del retorno de una conflictividad que no debería sorprender a nadie en el país del 100% de inflación.
La mejor prueba de que las pasiones que se están desatando alrededor de los neumáticos exceden la lógica productiva son los calificativos que ciertos sectores comienzan a dedicarle a la dirigencia del SUTNA, en especial al izquierdista Alejandro Crespo. La misma Sociedad Rural Argentina (SRA) que gusta de bloquear rutas en defensa de sus intereses denuncia “extorsión" y Patricia Bullrich, toda una optimista del gol, se acercó a las plantas afectadas en la rotonda de Llavallol. Detrás de ella –detrás– se alinearon en la crítica a la inoperancia del Gobierno figuras de otras especies ornitológicas de Juntos por el Cambio como Martín Lousteau y Diego Santilli.
A Moroni, con todo, se le animan también desde el peronismo. El camionero Pablo Moyano fustigó a "un Ministerio de Trabajo que después de cinco meses no puede resolver un conflicto tan importante". El funcionario no ha brillado precisamente en lo que va de la gestión de Alberto Fernández, pero hay cosas que no dependen de él. El problema es, en definitiva, una economía que no da para más, con un nivel de inflación que los ingresos nunca podrán equiparar.
El reclamo del SUTNA de que las horas extra trabajadas los fines de semana se paguen al 200% puede sonar desmesurado, pero el fondo de la cuestión pasa por una paritaria que generó un "aumento" salarial del 50% en tres cuotas entre julio del año pasado y junio último, plazo durante el cual el IPC sumó 70%. Los bonos especiales que se entregan son paliativos que no revierten la licuación de los ingresos, situación que se repite prácticamente en todos los sectores.
Más allá de la situación del sindicato del neumático, la derrota por KO de los salarios deriva en numerosos conflictos. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se desmarca una vez más de las palomas de UPCN y realizará este martes una huelga con movilización en todo el país. Mientras, La Nación citó a fuentes policiales y aseguró que personas identificadas con camperas del Sindicato de Camioneros irrumpieron violentamente en una empresa de logística de Avellaneda. Por último, el Ministerio de Trabajo convocó a la reapertura de la paritaria del personal bancario. Neumáticos, estatales, camioneros, bancarios… el mundo laboral se desarma mucho más por debajo de esas categorías con mayor capacidad de autodefensa y ni hablar de lo que ocurre en el universo creciente de la informalidad.
Reaccionando… de a poco
Fernández recibió en Olivos a la cúpula de la Confederación General del Trabajo. Esta no llegó con las manos vacías y rescató el "papel institucional" del jefe de Estado, cuya figura ha quedado diluida entre la espada de Cristina Fernández de Kirchner y la pared de Sergio Massa. La "agenda abierta" del diálogo no ocultó que el grueso de la conversación giró en torno a la inflación, los salarios y las pobres perspectivas electorales del peronismo. ¿Bono de fin de año en marcha? Esos dirigentes cómodos también le pidieron que el Gobierno se muestre más activo en la solución del conflicto de los neumáticos.
La inflación seguirá caliente hasta entrado 2023, admite el ministro de Economía, y un estudio de Focus Market indicó que la canasta de servicios de una familia tipo aumentará 58% solo entre hoy y marzo. Los aumentos previstos para el mes que viene meten miedo.
La inflación no limita su poder de daño a los salarios: también, devasta el consumo, principal combustible de la actividad económica. La estadística es una materia maleable: el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), el anticipo del dato del PBI del INDEC, subió 5,6% interanual en julio y 6,4% entre enero y ese mes de 2021 e igual período de este año. Sin embargo, medido contra junio, el crecimiento fue cero.
Si la estadística mete la cola, también lo hacen las percepciones: las consultoras privadas esperaban un dato peor, por lo cual lo anunciado terminó resultando "alentador". No tan rápido: si la actividad viene creciendo al 6% y el propio gobierno se plantea una pauta del 2% en el Presupuesto 2023, es porque espera que la economía se vaya enfriando velozmente y que, en base a criterios mensuales, registre más de una contracción.
La inquietud abarca todo. La cantidad de escuelas de la Ciudad de Buenos Aires tomadas crece con el correr de las horas, en medio de reclamos por la calidad y cantidad de las viandas y hasta por una supuesta "persecución política".
Condenado por sus ambiciones electorales a mostrarse más duro que Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta decidió denunciar penalmente a los padres y a las madres que autoricen a sus hijos o a sus hijas a tomar colegios. La cuestión genera una pregunta: si alguien gusta de los gestos de autoridad contundentes, ¿preferirá quedarse con el original o con una copia?
Supercomplicado
La crisis golpea a Massa en momentos en que prefiere pensar en fórmulas para empezar a estabilizar los precios, condición de posibilidad ya no solo de su eventual candidatura presidencial, sino de salida del berenjenal en el que se metió al entrar al Palacio de Hacienda.