La burbuja hermética que protege desde hace dos semanas a Cristina Fernández de Kirchner se rompió este jueves en el Senado, donde la vicepresidenta volvió a mostrarse en público a dos semanas del atentado que sufrió en la puerta de su casa de Recoleta. Lo hizo rodeada de curas villeros, de la Opción por los Pobres y hermanas, religiosas y laicas que llegaron por invitación de Oscar Parrilli.
El senador por Neuquén es uno de los pocos dirigentes que tiene acceso a Cristina desde el intento de magnicidio y fue el encargado de materializar la convocatoria, por orden de la vicepresidenta. El encuentro comenzó a organizarse el lunes, en estricta reserva. Como ella misma explicó, Cristina eligió al grupo de religiosos y religiosas para hacer su primera actividad pública tras el atentado porque siente que está viva “por Dios y por la Virgen”. La vicepresidenta lamentó no haber podido participar de la misa que se celebró el sábado en la Basílica de Luján. “Iba a haber mucha seguridad y no quería entorpecer, con mi presencia, lo que era un momento muy especial”, dijo.
Cristina cerró aun más el círculo de confianza que la rodea desde que Fernando Sabag Montiel le gatilló un arma a centímetros de su cabeza, el jueves 1 de septiembre. Ni siquiera los ministros del gabinete con los que tenía diálogo permanente, como Jorge Ferraresi, lograron hablar con ella en las últimas dos semanas. Todo se manejó a través de sus secretarios y colaboradores.
Todavía conmocionada, la vicepresidenta se enfocó en dos temas centrales, la marcha de la economía y la causa por el atentado. Según pudo saber Letra P, Cristina tiene, hasta el momento, una buena impresión de la marcha de la investigación que instruye la jueza federal María Eugenia Capuchetti, la única de Comodoro Py que fue nombrada por Mauricio Macri. La magistrada procesó este jueves a Sabag Montiel y a Brenda Uliartecomo coautores de intento de homicidio agravado.
La vicepresidenta se constituyó en querellante y sigue los detalles del expediente a través de su abogado patrocinante, Juan Manuel Ubeira, pero también tiene información propia que le llega por vía de dos de sus hombres de confianza con más terminales en la Justicia: el viceministro del área, Juan Martín Mena, y el diputado del Frente de Todos Leopoldo Moreau. Ubeira se presentó en la causa junto a Marcos Aldazábal, que fue socio de Mena en el estudio jurídico que compartieron con la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, y con el especialista en derecho a la comunicación Damián Loreti.
En el entorno de la vicepresidenta arman mapas de las relaciones de los detenidos, Sabag Montiel, Uliarte, Agustina Díaz y Nicolás Carrizo, que militan en agrupaciones con discursos radicalizados, con grupos libertarios y dirigentes políticos. Miran con atención la participación en actos de Javier Milei y las manifestaciones en favor del sector más duro del PRO, liderado por Patricia Bullrich. También ponen el ojo en el financiamiento de las actividades. El fundador del grupo Revolución Federal, Jonathan Morel, admitió haber recibido 1.760.000 pesos del Grupo Caputo - cercano a Mauricio Macri - aunque explicó que fue por un trabajo de carpintería que realizó para Neuquén y facturó para un fideicomiso. Dijo que no sabía que tenía vinculación con Caputo.
Cristina espera que avance la investigación para hablar públicamente sobre el tema. En su reaparición, en el Senado, se refirió al intento de magnicidio y a cómo la afectó en lo personal, pero no hizo menciones a la causa.
Esta semana, completaron el elenco reducido de interlocutores de Cristina el ministro de Economía, Sergio Massa; el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el ministro del Interior, Eduardo de Pedro. Todos pasaron este miércoles por el despacho de Cristina en el Senado, donde también estuvieron el jefe del interbloque del Frente de Todos, José Mayans, y la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti. El diputado Máximo Kirchner participó de los encuentros.
Massa le reportó los detalles de su viaje a Estados Unidos y abordó con la vicepresidenta los detalles del Presupuesto 2023, que ingresaría este jueves por la noche a Diputados. Kicillof también abordó la cuestión presupuestaria, algo que llevó al Senado, además, al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, uno de los caudillos provinciales más cercanos a la vicepresidenta.