Luego de la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía y la frágil paz alcanzada en el Frente de Todos (FdT), Cristina Fernández de Kirchner volvió a la carga contra uno de sus blancos predilectos: la Justicia. Dándole un respiro a Alberto Fernández, con un titular periodístico alejado de sus críticas a la economía de las últimas semanas que tuvieron en vilo al oficialismo, a través de un video, la vicepresidenta calificó al Poder Judicial como un “Partido Político protector del macrismo y perseguidor de los dirigentes que se le oponen”, y llamó a las fuerzas políticas del país a construir una Corte ante la cual la ciudadanía pueda “volver a sentir orgullo”.
“Los argentinos y las argentinas deben saber que será muy difícil mejorar las condiciones de vida de todos y todas con esta Corte y con este modo de funcionamiento del Poder Judicial, en donde las condiciones de igualdad ante la Ley son letra muerta de la Constitución”, disparó la vicepresidenta, antes de considerar que “nada puede funcionar en un país si carece de un Poder Judicial que tenga legitimidad”, la cual “sólo se logra a partir de la credibilidad y el respeto que sobre sus decisiones tenga la ciudadanía”.
Con la agenda copada por las turbulencias económica, Cristina Kirchner mantiene su silencio público con respecto a las medidas de Silvina Batakis, pero no por eso se mantiene callada. A través de un video con su voz en off, publicado en sus cuentas de redes sociales, la exmandataria realizó un recorrido histórico de la Corte Suprema desde la reforma que realizó su esposo y expresidente, Néstor Kirchner, quien generó, aseguró, un tribunal que fue calificado “por propios y ajenos como ejemplar”. “Sin embargo, a fines de 2015, poco quedaba de aquella Corte”, relató, al denunciar que su sucesor en la Casa Rosada, Mauricio Macri, cometió un “hecho de extrema gravedad institucional” al nombrar a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como miembros del organismo a través de un decreto. “Constituyó un punto de inflexión en la historia del Poder Judicial argentino y la antesala del proceso de persecución política, judicial y mediática, que se desató en toda la región con ejes muy claros en Brasil, Argentina y Ecuador”, profundizó la exmandataria.
A partir de la administración de Cambiemos, otro de sus blancos predilectos por fuera de los "funcionarios que no funcionan", la vicepresidenta afirmó que inventó “un nuevo método de privación de la libertad” conocido como “Doctrina Irurzun”, a través del cual “los funcionarios del gobierno peronista debían ser privados de su libertad” para no “obstruir” las investigaciones que pesaban en su contra. “Se encarceló a mansalva a dirigentes políticos, sindicales y hasta empresarios de medios no afines con el Gobierno”, ahondó.
El recorrido histórico que realizó Cristina Kirchner siguió con lo que denominó “la Corte de los cuatro”, a partir de la asunción como su presidente de Rosatti y de la renuncia de Helena Highton, donde “salieron a la luz otros escándalos”, como “el vaciamiento por cifras millonarias de la obra social del Poder Judicial" y dudosos manejos en causas que pesaban en contra de sus miembros que vuelven al organismo “muy vulnerable frente a las presiones de los poderes fácticos y mediáticos”. “Con tantos muertos en sus roperos, no les queda más remedio que hacer lo que les manden bajo pena de ejecución sumaria en titulares y noticieros”, consideró.
En este punto, la vicepresidenta criticó el fallo que declaró inconstitucional la reforma de la Magistratura y que nombró al presidente de la Corte, Rosatti, como su titular y los rechazos que recibieron las presentaciones que realizó su propia defensa en la causa que enfrenta por la obra pública de su gobierno, conocida como vialidad. “La persecución continúa”, completó.
Fue la segunda vez en menos de 24 horas que la exmandataria apuntó contra la Justicia. Minutos antes, a través de las redes sociales, denunció la complicidad entre el Poder Judicial y ciertos sectores económicos para que éstos accedan al valor del dólar oficial sin pasar por los controles estatales. En la nueva tregua del Frente de Todos, que la vicepresidenta haya retomado su temario contra el Poder Judicial, que en su momento le costó el puesto a la albertista Marcela Losardo, es leído en la Casa Rosada como un respiro.