Sobre el final de una semana que marcó una nueva escalada en la tensión interna del Frente de Todos, las miradas del oficialismo estarán puestas este viernes en Chaco, donde Cristina Fernández de Kirchner volverá a dar un discurso público que podría marcar el agravamiento de la crisis o, por el contrario, encender la luz de esperanza para el regreso del diálogo con Alberto Fernández.
“Cristina siempre desconcierta. Cuando creés que va a incendiar todo, se manda un discurso de estadista. Habrá que esperar”. Las especulaciones en la Casa Rosada estaban a la orden del día. Aunque el Presidente volará este mismo día a Ushuaia y se focalizará en temas de gestión, los oídos estarán en Resistencia, donde estará Cristina.
Invitada por el gobernador Jorge Capitanich, la vicepresidenta llegará a la capital chaqueña para recibir el doctorado honoris causa de la Universidad Nacional del Chaco Austral. Según la gacetilla de invitación, hará una ponencia sobre "Estado, Poder y Sociedad: la insatisfacción democrática".
La temática elegida preanuncia que el discurso estará más en línea con el tono que Cristina usó en el Centro Cultural Kirchner (CCK) el 13 de abril, cuando habló en el marco de las sesiones de la EuroLat. Aquella presentación también incluyó algún dardo para Fernández. “Que te pongan una banda y te den el bastón no significa que te den el poder. Y ni te cuento si, además, no se hacen las cosas que hay que hacer”, dijo la vicepresidenta frente a referentes de parlamentos latinoamericanos y europeos. El cristinismo salió a aclarar rápidamente que el Presidente no había sido el destinatario de la primera oración. Sobre la segunda no hubo comentarios.
El cristinismo entiende que la vicepresidenta seguirá la misma línea en Chaco, donde se espera un discurso más enfocado en las críticas globales a la superestructura, en los que irá mechando criticas sutiles – o no tanto – a Fernández y, en particular, a la gestión económica, blanco de todos los disparos del sector.
Además, con su sola presencia, Cristina le dará un espaldarazo a Capitanich, decidido a construir una candidatura presidencial para 2023. El gesto de apoyo es claro: será la primera visita de Cristina a una provincia desde que el Frente de Todos desembarcó en la Casa Rosada, en diciembre de 2019. En este tiempo, la única actividad de la que participó fuera del Senado y de acciones de campaña en la provincia de Buenos Aires fue en octubre de 2021, cuando estuvo en la inauguración de la zona franca de Río Gallego junto a Alicia Kirchner.
El viaje a Chaco podría inaugurar una saga. Según pudo saber Letra P, Cristina tiene “varias invitaciones” y visitas pendientes a las provincias y al exterior. De activarlas, alimentará la especulación sobre una posible candidatura nacional en 2023. Aún no lo tiene resuelto.
La visita de Cristina a Chaco corona una semana marcada por una nueva oleada de críticas desde el sector de la vicepresidenta a la figura presidencial y al Gobierno. El punto más álgido fueron las declaraciones de Andrés Larroque, que disparó el martes contra el Presidente y los ministros Martín Guzmán, Matías Kulfas y Claudio Moroni. Larroque se sumó a las críticas que ya habían expresado públicamente otras figuras del cristinismo puro, como la senadora nacional Juliana Di Tullio, su par bonaerense Teresa García y el diputado Leopoldo Moreau.