TRANSPORTE & LOGÍSTICA

El organigrama de D'Onofrio vino con un tren fantasma incluido

A cuatro meses de su creación, Kicillof aprobó la estructura orgánica del Ministerio de Transporte bonaerense. Direcciones al por mayor y cargos llamativos.

Se hizo esperar más de la cuenta. No se sabe si fue por una demora burocrática normal de la administración pública o porque alguien en el Ejecutivo provincial había pisado el trámite. Lo cierto es que la nueva estructura orgánica del ministerio de Transporte de la provincia de Buenos Aires que fue aprobada en la última semana por un decreto del gobernador, Axel Kicillof,  salió a la calle con varias sorpresas y un tren fantasma de pasajeros y cargas incorporado.

 

A poco más de cuatro meses de haber asumido al frente de la cartera ministerial de Transporte, el massista Jorge D´Onofrio consiguió el visto bueno oficial para conformar un amplio y llamativo organigrama que contará con 91 cargos jerárquicos y directivos.

 

Con su base operativa en el partido de Pilar, D´Onofrio es uno los principales referentes bonaerenses y hombre de mayor confianza del titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa.

 

Cuando asumió a mediados de diciembre, había puntualizado que su gestión iba a tener tres lineamientos destacados: la mejora en la calidad de los medios de transporte público, la optimización del transporte de cargas y la reducción de los costos portuarios y logísticos para apuntalar el crecimiento económico de la provincia.

 

La nueva estructura interna, convalidada por medio del decreto 382/2022, contiene, por debajo del ministro, un primer nivel de mandos compuesto por cinco subsecretarías: Técnico Administrativo y Legal; Transporte Terrestre; Transporte Aéreo y Fluvial; Articulación Interjurisdiccional y Política y Seguridad Vial.

 

El segundo escalón administrativo estará conformado por 19 Direcciones provinciales que intervendrán en las cuestiones vinculadas con Transporte de Pasajeros, Transporte de Cargas, Fiscalización del Transporte, Aptitud Psicofísica para Conductores del Transporte Público, Políticas de Transporte Sostenible, Verificación Técnica Vehicular y Promoción y Coordinación del Transporte Aéreo y Fluvial.

 

La grilla de las restantes Direcciones provinciales corresponden a las áreas de Contralor del Transporte Fluvial de Pasajeros, Contralor del Transporte Aéreo, Coordinación del Transporte,  Planificación y Política Económica del Transporte, Compensaciones al Transporte, Políticas de Género y Estrategias Inclusivas, Políticas Educativas de Prevención, Licencias de Conducir y Antecedentes de Tránsito,  Apoyo y Coordinación Técnico Administrativa, Fiscalización y Control del Tránsito y la Seguridad Vial, Observatorio Vial y la Unidad de Monitoreo y Registro General de Datos.

 

En tanto, el tercer nivel de Direcciones Generales contempla solo dos cargos ligados a las áreas de Administración y Técnico y Legal. El cuarto y último nivel jerárquico es el que más ruido genera al concentrar un total de 65 Direcciones destinadas a los asuntos más diversos, que abarcan desde Comunicación y Relaciones Institucionales hasta la temática referida a la Gestión de Subsidios al Transporte y los Proyectos Estratégicos.

 

Si bien incorpora varios programas y unidades funcionales que estaban vigentes en otras áreas del Gobierno, el extenso listado de las Direcciones de Transporte exhibe varias perlitas y curiosidades.

 

Jueces de tránsito y ferrocarriles virtuales

Una de ellas es la inclusión de 13 “jueces provinciales de infracciones de tránsito” con rango y remuneración equivalente a la de quienes están a cargo de las direcciones.

 

Otra situación llamativa se plantea con el hecho de que D´Onofrio tendrá en su equipo de colaboradores dos Directores de Transporte Ferroviario de Pasajeros y de Cargas pese a que, desde el cierre de Ferrobaires a mediados de 2016, la provincia ya no tiene más bajo su órbita ningún ramal, ni estaciones ni trenes.

 

A eso se agrega la coexistencia de otras dos direcciones –Coordinación del Servicio de Evaluación Psicofísica y Contralor y Monitoreo de Evaluación Psicofísica–que, en los papeles, tendrían las mismas tareas y funciones.

 

En lo que respecta a las lanchas colectivas del Delta y las embarcaciones matriculadas en la provincia, el organigrama interno prevé el armado y funcionamiento de tres direcciones: Promoción y Desarrollo, Operaciones y Fiscalización del Transporte Fluvial de Pasajeros.

 

Por último, se destacan los casos referidos a la articulación externa y los puertos. El ministerio contará con dos direcciones específicas destinadas a la Coordinación del Transporte con el Sector Público y a la Coordinación del Transporte con el Sector Privado. Aunque la Subsecretaría de Asuntos Portuarios no fue transferida y continúa bajo el control del ministro de Producción, Augusto Costa, igualmente la cartera de Transporte tendrá una dirección destinada a Estrategias Portuarias y Aeroportuarias.

 

Junto con la estructura de cargos, el decreto 382 también estableció una diferenciación en la cantidad de horas que deberá trabajar el personal del ministerio. El personal empleado en la planta permanente y en la planta temporaria mensualizada tendrán un régimen laboral de 40 horas semanales. Ese régimen horario será opcional para los agentes estables de la ex Subsecretaría de Transporte y los exentes reguladores de los exámenes psicofísicos y la VTV, quienes podrán seguir con su actual esquema laboral de 30 horas semanales.

 

Además, hasta tanto tenga aprobado su propio presupuesto con la asignación de las partidas correspondientes, las gestiones contable, económica, financiera, patrimonial y del personal quedarán a cargo de la Subsecretaría Administrativa y Legal del Ministerio de Infraestructura que conduce Leonardo Nardini.

 

Martín Menem y Karina Milei.
Javier Milei en una exposición de maquinaria agrícola, uno de los pocos sectores industriales con expectativas

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