La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó este miércoles una resolución que “deplora en los términos más enérgicos la agresión cometida por Rusia contra Ucrania” y demanda el retiro “inmediato, por completo y sin condiciones”, de sus fuerzas militares. La misma recibió 141 votos a favor, entre ellos el de la Argentina, cinco en contra y 35 abstenciones.
La votación del documento, que fue patrocinado por unos 90 países, entre ellos la Argentina, se llevó a cabo luego de dos días de debates y de exposiciones durante los cuales casi 120 países esgrimieron sus diferentes puntos de vista. La comunidad internacional realizó este paso luego de que el viernes Rusia vetara una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde goza de este privilegio junto a China, Francia, el Reino Unido y Estados Unidos. De todas maneras, la normativa que se aprobó este miércoles no es vinculante para ninguno de los Estados miembros del organismo, por lo cual Moscú no estará obligado a cumplirla.
El apoyo de Buenos Aires a la votación es un nuevo paso que reafirma la postura de repudio de la Casa Rosada a la invasión de Rusia sobre el territorio autónomo y soberano de Ucrania luego de una primera respuesta titubeante sobre el tema que le valió la crítica de la oposición de Juntos por el Cambio (JxC). Este martes, el presidente Alberto Fernández, durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, repudió por primera vez “la invasión militar de la Federación de Rusia sobre Ucrania”.
La resolución de la ONU también exige la retirada militar de las tropas rusas y le demanda al Kremlin que revierta “sin condiciones” su decisión de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk, las provincias separatistas del oriente ucraniano que buscan ser parte de Rusia y que Moscú avaló en los días previos al inicio de las hostilidades. Además, demanda que las partes beligerantes permitan el “paso seguro e irrestricto a quienes busquen salir del país” y que “faciliten la entrada y distribución de asistencia humanitaria”, como así también que “protejan a la población civil sin distinciones de ningún tipo y que respeten los derechos humanos”.
Los cinco países que votaron en contra fueron Rusia, su vecina Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea y Siria. Ninguno de estos votos sorprendió, al ser todos ellos aliados internacionales del Kremlin, especialmente Bielorrusia, quien permitió la utilización de su territorio para la avanzada rusa y no se descarta su futura participación directa en las hostilidades.
Por su parte, entre los 35 países que se abstuvieron estuvieron China, Bolivia, Cuba, Nicaragua e Irán.