Durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso, el presidente Alberto Fernández se refirió a las hostilidades que se suceden hace seis días en Ucrania y por primera vez repudió “la invasión militar de la Federación de Rusia sobre Ucrania”. “Europa se conmueve mientras el fantasma de una guerra vuelve a levantarse. Otra vez la violencia bélica arrasa vidas humanas”, afirmó antes de pedir un minuto de silencio por las muertes ocurridas durante la guerra y la pandemia de Covid-19.
Desde que las tropas rusas cruzaron la frontera de Ucrania para iniciar lo que el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó como una “operación militar especial”, el gobierno argentino mantuvo una posición equidistante durante la cual se refirió a la guerra como “controversia” o “acciones emprendidas” por Rusia. Finalmente, Fernández dio un paso más firme y calificó como “invasión militar” las acciones que desataron una nueva guerra en el corazón de Europa.
Además, el jefe de Estado sostuvo que la “Argentina es parte de ese mundo y no puede escapar al contexto en el que está inmersa”. En este sentido, sostuvo que “la guerra, en un mundo que se ha globalizado, indefectiblemente genera consecuencias sobre nuestro país”. Este punto preocupa especialmente en la Casa Rosada al tener en cuenta el impacto que está generando la invasión sobre el precio del petróleo y el gas, que han aumentado considerablemente desde el inicio de la misma.
Los dichos de Fernández fueron aplaudidos por las bancadas de Juntos por el Cambio (JxC), que esperaron al jefe de Estado con banderas de Ucrania y carteles en rechazo del accionar ruso.
Además, este martes el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, le exigió al Presidente que “condene de forma contundente la invasión y coloque a la Argentina del lado correcto de la historia”.