En su primera aparición pública tras ser condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en la causa Vialidad, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner denunció que es víctima de una maniobra de proscripción, criticó duramente a la Justicia y a la oposición y llamó al peronismo a salir a la calle sin pedir permiso para usar "el bastón de mariscal", en un mensaje con el que el presidente Alberto Fernández podría sentirse aludido después de echarse atrás en su decisión de desacatar el falló de la Corte que benefició a la Ciudad de Buenos Aires en la pelea por la coparticipación. En ese sentido, habló de "la agrupación de amague y recule".
"Yo soy peruca y hablo clarito: el único renunciamiento fue el de Eva Perón", dijo la CFK y aseguró: "Acá no hay renunciamiento ni autoexclusión; acá hay proscripción". Además, la vicepresidenta sostuvo que los fundamentos del fallo por la causa Vialidad se darán a conocer el 9 de marzo, el mismo día, recordó, que en 1956 se aprobó el decreto 4146, que "prohibía decir las palabras Perón, Evita y cantar la marcha peronista". "La proscripción es un acto de disciplina miento hacia el conjunto de la dirigencia política para que nadie se vuelva a animar a tanto, para que nadie se vuelva a animar a recuperar Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), sancionar la ley de medios o mejorar la distribución de ingresos", agregó.
La última presentación pública de la vicepresidenta fue el streaming de Youtube que hizo tras conocer la condena por el manejo de la obra pública en Santa Cruz. En esa oportunidad, sorprendió con el anuncio de que no será candidata "a nada" en las elecciones de 2023.
Después de relatar lo que a su juicio fue un plan puesto en marcha el mismo día de 2015 en el que abandonó la Casa Rosada para proscribirla, entró de lleno en la polémica sobre la coparticipación. "Este Partido Judicial está influyendo en la vida de cada argentina y de cada argentino", advirtió y llamó a la sociedad a "despabilarse".
Cristina se explayó: "¿Qué está pasando con la cuestión democrática en la Argentina? Porque Macri modificó con un decreto simple lo que le tocaba al gobierno nacional y le dio muchísimo al Gobierno de la Ciudad. Esto fue modificado por un decreto por el presidente Alberto Fernández, pero no quedó solo en un decreto. Hubo una ley del Congreso que consagró ese decreto y esa nueva distribución del ingreso. Sin embargo, la Corte hizo caso omiso a una ley. Estamos en un momento en el que se suspende una ley. Una cosa insólita. Las leyes no se pueden suspender, solo las puede suspender el Congreso. El Poder Judicial solo puede declararla inconstitucional, pero suspenderla es imposible".
"Lo que le aumentan a la Ciudad de Buenos Aires representa seis años de presupuesto de la localidad de Avellaneda", dijo CFK y graficó, también, que "lo que gasta la Ciudad de Buenos Aires en ornamentación es igual al presupuesto de Quilmes".
"Que a 40 años veamos a esta democracia con un Estado paralelo administrado por las mafias no es justo", indicó, apuntó al Grupo Clarín como cabeza de esa estructura y reclamó "un árbitro en serio del Poder Judicial que aplique el derecho y que tenga la garantía de que todos son iguales ante la ley. Esto no existe hoy y es grave". "Argentina y democracia sin mafias, los argentinos nos lo merecemos", completó.
Hagan lío
En medio de sus críticas a la oposición y a la Justicia, la vice envió un mensaje "al peronismo" que podría ser leída como uno para el Presidente, que acaba de recular en su decisión de desacatar el fallo de la Corte. "Cada dirigente, cada militante, tiene su bastón de mariscal en la mochila", dijo y pidió: "Sáquenlo y no le pidan permiso a nadie para sacarlo. Si se equivocan, pidan perdón, pero no le pidan permiso a nadie".
Cristina Kirchner habló de la "agrupación amague y recule permanente", en referencia al Presidente, quien primero aseguró que no cumpliría con la sentencia judicial, pero después dio el brazo a torcer y confirmó que sí lo hará.
También pidió que el peronismo salga la calle a hablar con la gente. "No esperemos que nos digan lo que hay que hacer", señaló, acaso diciéndole a la militancia que no espere todo de ella. "A nosotros, cuando éramos jóvenes, nadie nos dijo lo que teníamos que hacer", comparó y completó: "Es necesario que pongamos lo mejor de cada uno de nosotros porque se ha sufrido mucho en la Argentina y hay muchas carencias todavía".
