TODOS CONTRA TODOS

Último mohicano de la unidad, Caserio apuesta a reflotar el FdT en Córdoba

Reunió a más de mil dirigentes en Embalse. Llama a Gill y La Cámpora para construir una lista propia y trata de desmarcarse de las peleas del Presidente y CFK.

CÓRDOBA (Corresponsalía) En medio de una nueva escalada en la crisis interna del Frente de Todos (FdT), tras la sensación de lanzamiento que dejó en el aire el discurso de Cristina Kirchner en Pilar y de las críticas que Máximo Kirchner descargó sobre el presidente Alberto Fernández Carlos Caserio reunió a su espacio para lanzar una convocatoria a la unidad y caminar hacia las elecciones de 2023 con una lista propia que enfrente al peronismo cordobés y se encolumne detrás del esquema nacional de "apoyo al Presidente".

 

Con ese objetivo, después de una serie de desencuentros locales que hacían dudar sobre las posibilidades de la unidad del espacio nacional en Córdoba, el vicepresidente del Banco Nación lanzó un mensaje en el que convocó a los sectores liderados por la camporista Gabriela Estévez y al intendente de Villa María, Martín Gill, a sumarse a construir una lista por fuera del schiarettismo, que ya definió que llevará como candidato a Martín Llaryora y, en nombre de la unidad cordobesista, parece haber decidido sellar las hendijas por donde podía colarse algún atisbo de lo que en el centro del país nombran como “el kirchnerismo”. La convocatoria de Embalse se dio en paralelo a la reunión de otros grupos que dentro del espectro ideológico más cercano a la vicepresidenta buscan confluir en una salida electoral en la contienda del año próximo.

 

La ecuación de Caserio es simple y cargada de lógica. Si Juan Schiaretti quiere al FdT afuera del armado provincial, el espacio nacional tiene que estar representado por fuera del oficialismo cordobés. “No nos podemos quedar sentados esperando que nos llamen ni vivir pidiendo permiso para discutir política”, asegura al confirmar la idea que desde hace tiempo se viene anticipando en el espacio. “Hay que armar una lista propia y salir a discutir”, dice.

 

En la firmeza de esa convicción está la principal diferencia del exsenador con sus pares referentes en el espectro frentetodista cordobés. Mientras Estévez ata sus posicionamientos a lecturas más generales que elabora la conducción nacional del kirchnerismo, Gill defiende públicamente la idea de motorizar acciones que empujen a la unidad de todo el peronismo cordobés. En criollo, se define como parte del FdT pero se esmera en buscar la forma de recomponer las relaciones políticas con Schiaretti, con quien más allá de los tironeos lógicos sostiene una buena relación personal.

 

El viernes regaló un doble movimiento que deja en claro ese comportamiento pendular. Después de mucho tiempo se encontró con Caserio en un acto que reunió a autoridades municipales, figuras del empresariado y autoridades del Banco Nación en Villa María; y también encabezó la inauguración de obras de gas junto al gobernador de la provincia, quien le agradeció por “el trabajo compartido y la permanente búsqueda de soluciones”.

 

Al peronismo del FdT no le cae demasiado en gracia pensar que el movimiento puede llegar a empujar al PJ cordobés a una derrota en las elecciones del año próximo, pero entiende que la situación obliga al espacio a plantar bandera. “No podemos dejar de defender nuestras ideas y el proyecto del que formamos parte”, claman, afirmando el escudo en el piso y evitado los palos que llegan desde aquellos sectores que afirman que una lista aporta a la división del voto peronista, por lo que terminaría beneficiando a performance electoral de Juntos por el Cambio.

 

“Nosotros no queremos que el peronismo pierda, ni siquiera pasa por nuestra cabeza que esa posibilidad pueda existir, pero tenemos que defender nuestro espacio”, repiten en la mesa de referentes que desde hace tiempo viene planteando la necesidad de salir a plantar bandera y el sábado reunió a más de mil dirigentes de toda la provincia en Embalse. “Observamos cómo los dirigentes de Hacemos por Córdoba van a Buenos Aires a criticar a Alberto y a Cristina, nada dicen de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta. Luego vienen a Córdoba a enfrentarse a dirigentes del FdT y nada dicen de Luis Juez y Rodrigo de Loredo. Hay que avisarle que JxC es su rival en la provincia”, asegura Caserio cuando se le consulta al respecto.

 

Después de mucho tiempo, Caserio y Gill volvieron a compartir una foto el pasado viernes. El mismo día, el villamariense se reunió con el gobernador.

En el Frente Peronista Cordobés quieren discutir. Hablar de ideas, proyectos y ponerse de acuerdo para trabajar de cara a un año en el que no solo estarán en juego el futuro de la provincia y el país, sino el de centenares de intendencias que involucran directamente a quienes engordaron la foto de este fin de semana. Junto a Caserio, estuvo presente el grupo de intendentes que forman parte del espacio en la Mesa Provincia Municipios que preside el anfitirión de la jornada, Federico Alesandri (Embalse). Entre los jefes comunalaes que vienen participando activamente de la discusión se destacaron las presencias de Fabián Francioni (Leones), Rubén Ovelar (La Cumbre) y Rodolfo Filipponi (Pascanas).

 

En clave de unidad, además de la dupla que integra el bloque legislativo propio, Mariana Caserio y Miguel Maldonado, y referentes del espacio en territorio capitalino, como la titular del PAMI en Córdoba, Olga Riutort; el acto de Embalse recibió también los 12 gremios provinciales que forman parte del armado del FPC, a representantes del partido Parte, el sello creado por Fernández años atrás y reflotado en pos de sus deseos reeleccionistas, y referentes del Frente Renovador en la provincia.

 

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