MAR DEL PLATA (Enviado) Ya desde las primeras horas de la tarde del viernes, una parte del establishment comenzó la fuga del Coloquio de IDEA, sin incentivos para escuchar el cierre a cargo del Presidente.
Toda la atención de la última jornada había estado concentrada en los almuerzos VIP que los ceos de las empresas patrocinantes compartieron, en restaurantes diferentes, con el secretario de Planificación del Desarrollo y la Competitividad Federal, Jorge Neme; la presidenta del PRO, Patricia Bullrich; el diputado libertario Javier Milei, el líder radical Facundo Manes y los economistas Carlos Melconian y Roberto Lavagna.
Hubo una escena particular en el salón de eventos. Las puertas se cerraron una vez que el jefe de Estado ingresó al hotel, por protocolo de seguridad ordenado por Presidencia, pero, después del panel de gobernadores, un grupo grande de ejecutivos decidió irse sin escuchar el discurso de Fernández, pero se encontró con la negativa de la organización que, de todos modos, tuvo que ceder ante la presión del Círculo Rojo en fuga.
Palos para atrás y más atrás
El discurso de Alberto Fernández, además de autorreivindicatorio, se convirtió en un reto a la platea empresaria por no reconocerle acciones que le dieron libertades a la acción privada. “En este gobierno, ¿alguien les pidió un centavo para hacer obra pública? ¿Alguien los mandó a espiar?,¿Alguien usó la AFIP para que se metan en las empresas de aquellos que nos critican? Los desafío, porque su respuesta va a ser no”, disparó.
Lejos del enojo, el mundo de los negocios vio con entusiasmo la postura más férrea del jefe de Estado, porque, además de sacarle la modorra, mostró una cara presidencial con personalidad. “Lo vi bien, dijo lo que pensaba y se mostró propio, sin importar que adentro de esas críticas también le pegaba a Cristina (Fernández de Kirchner)”, le dijo a Letra P un habitué de los coloquios que se hacen en Mar del Plata. Sucede que, en esas preguntas retóricas del Presidente, estaban implícitas críticas a Mauricio Macri, por las acusaciones de espionaje, como a la vicepresidenta, por presuntos sobreprecios en la obra pública.
A confesión de partes
Las intervenciones de líderes de la oposición, como de analistas económicos que respaldaban las propuestas confeccionadas por el equipo de trabajo de IDEA como pilares de un consenso económico del futuro, fueron acompañadas por aplausos espontáneos y enérgicos, como el caso del compromiso que tomó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de llevar al Congreso, como propuesta de Juntos por el Cambio, el plan de eliminar como beneficiarios a los trabajadores por las multas aplicadas a las empresas que esquivan la ley en situaciones laborales. A cambio, proponen que los fondos en disputa vayan a parar a manos del Estado.
Con todo, hubo un momento de fuerte incomodidad en el panel de gobernadores, que logró un silencio sepulcral, digno del cementerio que está ubicado frente al Sheraton Hotel de Mar del Plata. Fue cuando el gobernador radical Gerardo Morales admitió que, de llegar JxC al gobierno en diciembre de 2023, se tomará un mes para aplicar las “reformas necesarias”. El jujeño se negó al compromiso de no usar los DNU, al señalar que, de no lograr mayoría legislativa, la actual oposición echará mano “a las herramientas necesarias, aunque lo que digo genere incomodidad entre ustedes”.
El rey desnudo
Manes logró sacarle rédito a su cruce con Macri por las acusaciones de espionaje ilegal durante el mandato de Cambiemos. En los pasillos de IDEA estuvo solicitado por los hombres y las mujeres de negocios, que lo ven ahora como la esperanza de un contrapeso institucional, con los modos radicales, en un gobierno eventual de JxC.
En sus charlas, el diputado insistió con su sorpresa por la reacción del macrismo. “Me subieron al ring”, decía. Lo culpan de haber sido el culpable de reclamar el fin de la grieta. En el coloquio le reconocieron su “valor” de haber dicho la verdad y lo compararon con el protagonista del cuento El traje de nuevo del Emperador, de Hans Christian Andersen, donde, debido a una estafa, el rey recorre la ciudad con una vestimenta invisible y el niño es el único en animarse a decir en voz alta “el rey está desnudo”.
En el cónclave empresario, Manes difundió un acto que se realizaba, al mismo tiempo que Alberto Fernández estaba en IDEA, en la ciudad de Mar del Plata con un “radicalismo bonaerense unido”. La oposición aprovechó su incursión en La Feliz para seguir juntando fuerzas. Así fue el caso de Bullrich, quien encabezó el almuerzo VIP más extenso de la jornada y no volvió a mostrarse en los pasillos del evento, sino que también participó de un acto junto al intendente local y referente de JxC, Guillermo Montenegro.