Letra P en mar del plata

Fernández cerró IDEA con una enérgica reivindicación personal

"Muchas veces me dicen que soy débil", dijo el Presidente y enumeró las adversidades que enfrentó: deuda, pandemia y guerra. Teléfono para el kirchnerismo.

MAR DEL PLATA (Enviado) Ante importantes figuras del establishment criollo, pero con un mensaje dirigido también a los sectores del oficialismo que cuestionan su desempeño, el presidente Alberto Fernández cerró este viernes el 58 Coloquio de IDEA, que se desarrolló durante las últimas tres jornadas en el Hotel Sheraton de esta ciudad, con una enérgica -aunque dicha sin levantar la voz- reivindicación personal en la que negó ser débil y destacó que fue él quien enfrentó severas adversidades como el megaendeudamiento heredado del gobierno de Cambiemos, la pandemia y la guerra en Europa, entre otras.

 

"Muchas veces me dicen débil, que tengo que ser mas fuerte y corajudo y yo digo: 'No quiero ni la prepotencia de los soberbios ni el coraje de los mercenarios, sigo creyendo en el diálogo'", dijo el jefe de Estado, que enfrenta el dilema de sostener su plan original de ir por un segundo mandato o, vistas las serias dificultades que liman su gobierno, dejar paso a otras figuras del oficialismo.

 

"Seré muy débil, pero el que enfrentó la deuda con el FMI se llama Alberto Fernández, el que enfrentó la pandemia se llama Alberto Fernández, el que fue a buscar las vacunas fue Alberto Fernández, el que sigue enfrentando la guerra y los que seguimos luchando por una Argentina mejor somos todos nosotros", completó el Presidente en momentos en los que vuelven a recrudecer las tensiones internas del oficialismo entre las distintas tropas peronistas que difieren sobre el rumbo económico y político que debería adoptar el Gobierno.

 

 

En una ráfaga de preguntas retóricas que les hizo a los hombres y las mujeres de negocios que lo escuchaban, el jefe de Estado se diferenció de la administración Cambiemos, pero también de los gobiernos kirchneristas. Soy mejor que los dos, dijo, sin decirlo.

 

"En este gobierno, ¿alguien les pidió un centavo para hacer obra pública? ¿Alguien los mandó a espiar? ¿Alguien usó la AFIP para que se metan en las empresas de aquellos que nos critican? Los desafío, porque su respuesta va a ser no", sorprendió el Presidente.

 

En plan de reivindicaciones, se aferró a datos positivos de la economía para exhibir un lado luminoso de su gestión. Lo hizo dos horas después de que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informara que la inflación -"un problema enorme que viene paulatinamente descendiendo", celebró Fernández- fue del 6,2% en septiembre. "Tenemos que seguir trabajando en ese camino", manifestó para lograr, aseveró, "una mejor distribución del ingreso y garantizar una sociedad más igualitaria".

 

Concretamente, el mandatario apeló a números con los que viene sosteniendo que la economía está creciendo y seguirá haciéndolo, su caballito de batalla para refutar las críticas de la oposición y, también, de sectores internos del Frente de Todos (FdT) que le reclaman medidas urgentes para reparar la caída del salario que produce la escalada inflacionaria. Entre ellos, ejemplificó, el hecho de que la "industria lleva 27 meses consecutivos creando empleo registrado", que "desde julio de 2020 se crearon más de 1,3 millones de nuevos puestos de trabajo" y que, en este año, el país va a "crecer más de cuatro punto, casi cinco". "Podemos ser optimistas y ver el vaso medio lleno", agregó.

 

Además, Fernández jugó con el lema del encuentro, "Ceder para crecer", y convocó a los hombres y a las mujeres de negocios que lo escuchaban a "ceder" para "encontrar un punto de encuentro" y "construir un país". Para eso, pidió "dejar de lado los discursos altisonantes, muchas veces cargados de odio y volver a hablar con franqueza". "Ceder es ser más empático con el otro, ponerse en el lugar del otro y ver si podemos encontrar un punto de acuerdo porque todos debemos ceder y ser mas comprensivos", ahondó.

 

Luego de responsabilizar a los "discursos de odio" por el atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en septiembre, el jefe de Estado denunció que "los discursos altisonantes se imponen" y que pareciera ser que "un tiene que decir alguna barbaridad para salir en los diarios". "Nada hay mas fácil que sembrar desesperanza, soy un enemigo de eso", declaró y consideró que el país no puede perder la "oportunidad" de "reconstruir como país en un mundo que ha cambiado". "Tenemos que ser lo suficientemente inteligentes para no volver a lastimarnos y tener una oportunidad para crecer juntos y en paz. Debemos dejar de lado a los intolerantes", profundizó.

 

Con una crítica velada al expresidente Mauricio Macri, quien dijo que "la sociedad argentina debe ser la más fracasada de los últimos 70 años del mundo", el actual mandatario sostuvo que la dirigencia nacional se debe convertir en "embajadora" y no en "detractora" del país. "Cuando la maltratamos alejamos a aquellos que pueden volcar su mirada sobre el país y perjudicamos a los argentinos, no a un gobierno", aseguró y completó: "Somos un país que podría ser modelo de resiliencia en el mundo, que una y otra vez ha sido capaz de levantarse. Lamentablemente somos casi expertos en esa materia".

 

Toto Caputo y el equipo económico celebran
El gobernador Axel Kicillof, en la marcha por CFK.

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