REPRESIÓN Y MUERTE EN LA CANCHA

"Fue la Bonaerense": el fútbol y la política la siguen tirando afuera

Con el siga siga como credo, la AFA grita “politización” y se desliga. Gimnasia niega sobreventa. La Aprevide pide policía especializada y entradas nominales.

Una semana después de la brutal represión desplegada por la Policía de la provincia de Buenos Aires en el Bosque de La Plata y del fallecimiento de César Regueiro, todas las partes involucradas repiten una frase que durante los 90 simbolizó un karma de la democracia: “Fue la Bonaerense”. La dirigencia de Gimnasia, la Asociación del Fútbol Argentino(AFA) y el gobierno bonaerense, que actúa como si la fuerza no le perteneciera, coinciden en eso y no aceptan ninguna responsabilidad anterior ni posterior a lo sucedido. Si el show debe seguir, que siga.     

 

Hubo algunas promesas repentinas y críticas furtivas, pero, al menos por ahora, casi nada cambió. El fútbol sigue hacia el desenlace de la Liga Profesional, Gimnasia volvió a jugar de local y con público, los medios volvieron a centrarse en el Boca casi campeón y, probablemente en pocos días, pocas personas recuerden a Lolo, de 57 años, el último nombre de una lista demencial que suma 346 víctimas mortales en la historia de la gran pasión nacional, según la reconstrucción que hace la organización Salvemos Al Fútbol. 

 

El miércoles por la tarde, horas antes de que Gimnasia recibiera a San Lorenzo en su estadio, la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) convocaba a periodistas y comunicadores a presenciar in situ un operativo de seguridad desmesurado, solo comprensible por la magnitud de lo ocurrido en el anterior encuentro del Lobo. Eduardo Aparicio lo viene haciendo desde que asumió en su cargo, en julio, pero esta vez reforzó la invitación: había que demostrar actitud y compromiso. A veces, admite el funcionario, con eso no alcanza.

 

“Lo que pasó fue una locura a la que todavía no le encuentro explicación”, le dijo Aparicio a Letra P, quien en tres meses ya atesora dos muertes: la de Joaquín Coronel, de 18 años, en el clásico Luján-Alem, y ahora la de Regueiro. Por más impronta que se le quiera dar a la gestión, la Agencia sigue representando un partido perdido una y otra vez. Si no son las barras, la violencia proviene de la barbarie policial. 

 

Fuegos cruzados

El ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni, nunca ayuda. Respaldado por el gobernador Axel Kicillof, en las primeras horas acusó a la dirigencia de Gimnasia de sobrevender entradas, algo que el presidente del club,  Gabriel Pellegrino, desmintió con un dato: el club puso a disposición 3.254, cuando tenía habilitación para vender 3.500.

 

Increpado en el medio del caos por hinchas que habían sufrido los gases y las balas de goma, Pellegrino atribuyó la responsabilidad a la Policía y a los organismos de seguridad. El presidente sabe que debe medir cada palabra: el próximo mes, en el club habrá elecciones. Aunque él no se presentará, promovió la candidatura de Gustavo Vila por parte del oficialismo. 

 

Así como Pellegrino responsabilizó a la Aprevide y a la fuerza policial, el Ministerio de Seguridad le endilga responsabilidades por las condiciones en las que se encuentra el estadio y por su rol de organizador del evento. Tomala vos, dámela a mí. El estadio del Bosque tiene falencias evidentes con respecto a la capacidad, la comodidad de sus plateas y tribunas y, sobre todo, en los accesos. “Es cierto que la cancha tiene deficiencias", admite Mauro Coronato, exvicepresidente de Gimnasia, en declaraciones a Letra P, pero remarca: "Las puertas las maneja Seguridad y a las 21.15 ya estaban todas cerradas. Había gente con entradas y carnets que no podía entrar y ni la platea H ni la techada ni la popular 60 estaban repletas”: “Hubo mala intención policial y le tiran el fardo a Gimnasia”, enfatiza.

 

En el edificio de la AFA no revisan nada. La entidad no analiza cambios en materia de seguridad ni en los mecanismos de acceso a los estadios. “Se politizó y lo manejan ellos”, suelta un encumbrado dirigente. El “ellos” que marca una distancia -sobre todo política- está representado por el gobierno de la provincia de Buenos Aires y, también, por la administración nacional. ¿La AFA debió suspender la fecha? ¿Debió convocar a una reunión de urgencia? A semanas del Mundial de Qatar, el negocio y su calendario se imponen sobre el sentido común. 

 

¿Habrá algún cambio, entonces? Nadie es muy optimista en ese sentido, sobre todo después de que, en Junín, hinchas “neutrales” con camisetas se pelearan en plena tribuna con simpatizantes de Sarmiento, el local. El pesimismo en el fútbol, como con el país, tiene sus fundamentos.

 

Sin embargo, el bochorno y la barbarie policiales, que convirtieron en trampa letal al Bosque platense, podrían acelerar dos viejos proyectos que siempre se demoran. El primero -el más complejo- es la creación de un cuerpo policial especializado en grandes eventos, similar a la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI). Sus integrantes "tienen otra formación, pertenecen a una única unidad y trabajan bajo la conducción de una misma cabeza”, explican en una oficina bonaerense.

 

Esa medida asomaría como una validación de la presunta renovación de la Bonaerense que intentó vender la gobernación un día después de la represión. El segundo -más sencillo- es instaurar las entradas digitales y nominales. Ya hubo algunas pruebas y en algunos estadios se aplican. En otros, todavía reina el papel de otros tiempos.

 

Rodrigo Alonso fue elegido nuevamente como secretario general de Amsafe, el gremio de docentes públicos de Santa Fe.
cristinazo

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