Elecciones 2021

El FdT marplatense, entre el mar de fondo y el objetivo reflotar

La derrota fue más drástica de lo esperado para la tropa de Raverta. Efecto arrastre y falla territorial. A por quienes no votaron. Tensiones dentro y fuera.

En Mar del Plata no hay un Plan Remontar. Los dirigentes del armado local del Frente de Todos (FdT) tienen en claro que, a noviembre, son prácticamente irremontables los 20 puntos de diferencia que en las PASO los separaron de la boleta municipal de Juntos, un mazazo electoral que, enseguida, fue montado por los coletazos de los cortocircuitos nacionales que tenían entre una de sus figuras a la principal referente del espacio en la arena marplatense, la titular de Anses, Fernanda Raverta. Superada la semana de máxima tensión, el objetivo es reflotar una opción de gobierno a 2023.

 

A priori, los cálculos rondaban los 32 puntos para el FdT en el distrito. Aunque aclaran que esas estimaciones se hacían con previsiones de 40% para la candidata al Congreso Victoria Tolosa Paz. Con una cosecha arriba del 33%, analizaron “muy difícil” que pueda el tramo local de la tira lograr una performance más alta de la que finalmente consiguió (27%). “Es un buen piso para crecer”, resumen quienes prefieren mirar la mitad llena del vaso.

 

Al desgranar análisis, alertan el bajo caudal de votos en barrios marplatenses donde el peronismo prevalecía con amplio margen. Eso no sucedió en las PASO, dato que –recalcan– ratifica “el sentido de la carta” de CFK. Consideran que hubo un “efecto arrastre” del malestar de segmentos vulnerables de la población para con el Gobierno ante la situación económica.

 

Por eso, en esta etapa, posarán el mensaje en las vísperas de una temporada a pleno, con la pandemia atrás, con fervor turístico y con la reactivación por delante. La intención camino a las generales del 14 de noviembre es motivar al electorado propio que no concurrió a las urnas en septiembre (en el distrito hubo una participación de votantes inferior al 63%), con perspectivas de levantar la aguja electoral y perfilar mejor a 2023. Un número “muy bueno” sería alcanzar 35% que les permita ingresar cinco concejales. Será una empresa difícil “pero no imposible”.

 

Otro dato que destacan las fuenes consultadas es que en el centro de la ciudad el resultado obtenido fue “menos malo” que en los barrios, ya que hicieron una elección similar a la de 2019, cuando Raverta estuvo a solo 10 mil votos de la intendencia. En la lista liderada por la camporista Virginia Sivori y secundada por el massista Ariel Ciano enfocaron la campaña hacia las PASO en interpelar a la clase media apostada en el radio céntrico, reservorio del voto duro del radicalismo y el macrismo.

 

Ante un bajo caudal de votos del pultismo, en el FdT ven en la baja participación la razón central de la magra performance. Y esa baja participación, multicausal: por no darse un cruce interno, por una variación de circuitos electorales, por una “economía golpeada” que provocó “enojos” en quienes decidieron no ir a votar. Además, admiten que el intendente Guillermo Montenegro (PRO) conserva su caudal de imagen positiva y que la lista local que bendijo (en unidad con la UCR) se robusteció al cosechar de ambos márgenes de la interna que, en la macro, se dio entre Facundo Manes y Diego Santilli.

 

En lo político, aseguran que buscarán generar canales de diálogo con sectores relegados de la interna peronista, como el liderado por el director del Correo Argentino, Rodolfo Manino Iriart (a quien le desactivaron su lista), pero aclaran que el corte de boleta en el distrito “fue bajo”, cerca de 400 votos, por lo que se resisten a identificar en posibles “heridos” de la interna las razones de la drástica derrota.

 

Del otro lado, voces del peronismo marplatense que no jugaron dentro de la lista del FdT hablan de “una tensa calma” post PASO, viendo “cómo se reordena el frente”, sin dejar de advertir que tenían “razón” en presagios de duras derrotas sin todo el arco peronista dentro. Así, aseguran que tuvo que ver la no habilitación de la lista de Manino Iriart, ya que, analizan, eso generaba un “atractivo” para movilizar al electorado peronista que no se acercó a votar. En esa tensa calma, ven “alguna puerta de apertura”, flotando la óptica de la unidad necesaria, con rencillas intestinas a un lado.

 

Pero creen que nada de eso se sedimentará antes de las generales. Por lo pronto, aseguran que ya hubo sondeos del ala camporista hacia el peronismo tradicional con intenciones de abrir vasos comunicantes. “Todo en puntas de pie”, aclaran. Y agregan: “No será fácil, son muchas las heridas y habrá que laburar mucho”. En el PJ admiten también predisposición a acercar posiciones y aclaran que no sacarán los pies del plato.

 

En miras a ganar el municipio en 2023, meta que tiene a Raverta como primera anotada, sostienen: “Ese es un proyecto concreto, pero tiene que saber que sin todos nosotros es muy complicado, ya fue demostrado”, deslizan para enfatizar que “los maltratos se olvidan, el tema es garantizar que no se vuelvan a repetir”. Confían en que, tras días de conversaciones, pases de factura puertas adentro y acuerdos de trazos gruesos post noviembre, el lema será el clásico hit peronista “Todos unidos triunfaremos”.

 

No obstante, los alcances del mar de fondo del peronismo marplatense no se encorsetaron únicamente entre quienes jugaron dentro de la propuesta local de Todos y los que quedaron afuera. Tras la derrota, otras tensiones afloraron ante algunas publicaciones en redes sociales. Mientras (casi) todas las partes integrantes del FdT sintonizaron en un acordado silencio durante la semana post PASO, hizo ruido en el ala dura del frente que dos miembros de la bancada hayan tomado otros caminos.

 

Por un lado, la concejala de Patria Grande Sol de la Torre que, en línea con los planteos de su referente nacional Juan Grabois, al otro día del revés electoral tuiteó una serie de políticas sobre las que el Gobierno tendría que avanzar para ganar en noviembre. También, expresó su rechazo al proyecto de ley de Hidrocarburos que presentó el Presidente. Pero esas expresiones se licuaron una vez detonada la crisis a cielo abierto de la coalición de gobierno.

 

Una vez declarado ese escenario, los resquemores se posaron sobre el concejal del Movimiento Evita Roberto Gandolfi, que se hizo eco del documento de su agrupación a nivel nacional en respaldo a Alberto Fernández en donde se machacaba contra las “parcialidades que responden a algunos dirigentes”, en alusión a las renuncias kirchneristas puestas a disposición del jefe de Estado, entre las que se encontraba la de la propia Raverta.

 

Para marcar cuál hubiese sido el proceder correcto, dentro del armado local del FdT marplatense ponderan al titular de la CGT Regional Mar del Plata Miguel Guglielmotti, candidato a concejal en cuarto lugar, quien no se plegó al documento de respaldo al Presidente que, en plena tensión con el ala K, impulsó la central obrera a nivel nacional. Además de eso, hay quienes ponen en tela de juicio la presencia territorial de los movimientos sociales al marcar que “llamaron la atención” resultados en algunos circuitos electorales.

 

“En el momento de máxima tensión, responden a sus terminales nacionales”, buscó interpretar el accionar a esos ediles una voz que apuesta por la calma, aunque sin dejar de admitir tensiones. Por lo pronto, De la Torre y Gandolfi volvieron a sintonizar con sus pares del FdT marplatense al retuitear un posteo de la concejala y cabeza de lista local, Sívori, augurando “tiempos mejores” en base al anuncio que este martes hizo el Gobierno sobre la no obligatoriedad del uso del barbijo al aire libre. En la estrategia nacional y provincial de inyectar buenas noticias también se recostará la línea discursiva del FdT en Mar del Plata. “Fin de pandemia”, “reactivación económica” y “horizonte de esperanza” conforman el tridente que oficiará de eje retórico central para robustecer los 27 puntos de las PASO.

 

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