El Gobierno se mostraba confiado en los primeros minutos transcurridos después de las 18 por un resultado favorable del Frente de Todos (FdT) en las elecciones primarias en la provincia de Buenos Aires, en el que las estimaciones que manejaba el búnker oficialista hablaban de la posibilidad de alcanzar los 40 puntos y superar por un margen holgado a la suma de las dos listas que compiten en la interna de Juntos.
En La Plata, el gobernador Axel Kicillof, el jefe del bloque oficialista en diputados, Máximo Kirchner, y la dupla que encabeza la boleta del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollan, se encontraron con la militancia en La Casa de Axel, el local ubicado en 9 y 51, en medio de un clima de festejos por las cifras que recogían de mesas testigos y sondeos en la provincia de Buenos Aires.
“Llegan buenas noticias”, transmitían los voceros oficiales, en medio de la difusión de bocas de urna que daban cuenta, de modo unánime, de una ventaja del oficialismo en el distrito del 40% del padrón nacional, pero con un rango que va de los cinco a los nueve puntos de ventaja según la fuente.
“Somos optimistas (…) Se ha hecho un trabajo inmenso. El gobierno está presente, está laburando. Los de hoy fueron comicios ejemplares”, dijo el mandatario frente a la militancia que se acercó al lugar.
Hasta allí llegaron también funcionarios del Gabinete provincial como Carlos Bianco (Jefatura de Gabinete), Agustina Vila (Educación), Agustín Simone (Infraestructura) y Teresa García (Gobierno), entre otras.
“Agradecemos a la gente por el apoyo. Tenemos la mejor expectativa, yo no le creo a las bocas de urna, hay que esperar los resultados oficiales, pero me parece que está claro el espíritu que tiene la gente”, dijo Bianco a Letra P antes de emprender el viaje rumbo a la Ciudad de Buenos Aires junto al resto de los funcionarios, donde esperarán los resultados.
Sobre un escenario montado en la esquina, las y los dirigentes saltaron con los dedos en vez en medio del griterío de la militancia y la prensa que se agolpó en el lugar, pero se retiraron sin hablar. En una pantalla gigante se mostraba la transmisión en vivo de la señal de cable C5N y sonaba la música de los Redondos de Ricota.
Más temprano, también en un clima de confianza, el presidente Alberto Fernández se encontraba durante la tarde en la residencia de Olivos junto con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Estaba previsto que el mandatario se trasladara al búnker del Frente de Todos, en Chacarita, alrededor de las 21.
Además del optimismo que reinaba entre el funcionariado nacional por los resultados en la provincia de Buenos Aires, se agregaba la confianza por el desempeño de Leandro Santoro en la Ciudad, donde los boca de urna que manejaba el oficialismo lo ubicaban en torno a los 28 puntos, por encima del promedio del peronismo porteño en comicios legislativos.