El senador nacional Alberto Weretilneck allana el terreno para un eventual retorno al gobierno de Río Negro en 2023. Lo hace en medio de una campaña nacional, con radicales y peronistas díscolos. Desde la pasividad del Senado, más en su provincia que en el Congreso, piensa en el día después a este año electoral. Ya se aseguró el pase de un intendente como Mariano Lavín (General Fernández Oro) y sumó a un experimentado dirigente justicialista de la costa atlántica, el exmandamás de San Antonio Oeste, Javier Iud. Bajo la promesa de continuar en esta senda de la seducción de rivales, diagrama la nueva etapa de su partido.
“Quiero construir algo nuevo, me atrae una vuelta para mejorar lo que hice”, les dijo Weretilneck a sus nuevos aliados, que analizan el posible lugar que podrían ocupar si regresa a la gobernación en dos años. Con el pragmatismo que lo caracteriza, sin importarle el movimiento pendular en los dos lados de la grieta, el objetivo es seguir robusteciendo a Juntos Somos Río Negro (JSRN) para evitar que colisione los intereses provinciales -un discurso que su entorno repiten como oración- por sobre los nacionales.
Sin ruborizarse, es capaz de recibir la presidencia de la comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca del Senado, agradeciendo a las autoridades de la Cámara, o de sentarse a negociar con la UCR rionegrina una lista disidente como la de Mario de Rege y Lorena Matzen, la boleta que compite contra el presidente del PRO local, Aníbal Tortoriello, en la interna de Juntos por el Cambio (JxC) para Diputados, para debilitar al empresario de transporte en su nueva experiencia electoral.
Las fotos con Lavín y Iud alimentan las versiones de nuevos pases, aunque serían para generar impacto. Otros intendentes como Ariel Rivero (Campo Grande), Victor Hugo “Curi” Mansilla (Darwin), Miguel Jara (Pomona) o hasta Yamila Direne (Valcheta), son aliados desde el día uno al exgobernador, fueron beneficiados por no tener competencia en sus municipios o competir con rivales de bajo vuelo para mantenerse en los ejecutivos locales. En el caso de Jara, un experimentado intendente del Partido Justicialista (PJ), por estas horas analizaba la construcción de un partido local para sumarse al esquema de JSRN como lo hizo el Movic de Catriel.
A la par, el senador afina el diálogo con dirigentes nacionales. Habla con Horacio Rodríguez Larreta y Sergio Massa. También con senadores del Frente de Todos, Silvina García Larraburu y Martín Doñate, a quien en Río Negro un sector del peronismo lo observa como el elegido para competir por la gobernación.
Con un perfil diferente, alejada de las definiciones tajantes como la de un renunciamiento precoz o el arrepentimiento para volver a competir, la gobernadora Arabela Carreras bucea en la gestión, en una etapa compleja por la demanda salarial mes a mes y con apuestas a largo plazo como el desarrollo de energías renovables.
Este miércoles disertaba en San Carlos de Bariloche en la denominada mesa Consenso Bariloche, un espacio organizado por empresarios para discutir sobre el manejo de las tierras públicas. Llevará un mensaje cauto, de diálogo, para que la ciudad de histórico rechazo a las demandas del pueblo mapuche, no vuelva a tropezar con un conflicto que parte aguas en la sociedad.
Así las cosas, Weretilneck piensa en consolidar su partido el año que se cumple una década en el poder, eso que encontró por el asesinato de Carlos Soria y consolidó a contra mano de Martín Soria, Miguel Ángel Pichetto en su momento y cada gobierno nacional con el que le tocó convivir.