“El día después de las primarias, todo el mundo tiene que trabajar para revalidar el FAP camino a 2023”, advierte el radical frentista Leandro Gonzalez, que por segundo año consecutivo preside el Concejo de la ciudad de Santa Fe. La frase refiere a la interna que disputa el progresismo en la carrera por el Congreso de la Nación y que contrasta con la síntesis alcanzada para el parlamento local. Fue uno de los articuladores de la lista que encabeza la edil socialista, Laura Mondino, candidata del intendente Emilio Jatón, que lo tiene a él mismo en el segundo puesto y que, además, contiene otros cuatro espacios políticos.
Alfonsinista desde siempre, en su escritorio lo acompaña una foto de su padre, Luis Mario González, histórico dirigente santafesino de la UCR que en los ´90 rompió con Horacio Usandizaga cuando el exintendente de Rosario y senador nacional avanzó en un acuerdo con el justicialismo que habilitó la Ley de Lemas, el controvertido mecanismo con el que el PJ ganó las elecciones durante más de 15 años. Hoy, González reniega de los correligionarios que migraron a Juntos Por El Cambio y sostiene que el gran valor del FAP es ser un espacio propositivo. Ve en Pablo Javkin y en Jatón los nuevos liderazgos y dice que el desafío es irradiar al resto de la provincia lo que logró la coalición en las dos intendencias más grandes.
-¿Cómo hace para congeniar una campaña local con lista única con la interna por las listas nacionales?
-Desde principios de año venimos manifestando que la prioridad a nivel local era fortalecer el proyecto en la ciudad, que encabeza Emilio Jatón y que lo integramos distintas fuerzas del Frente: Radicales Libres, PS, Creo, PDP, Pares, el GEN, etcétera. Ante una elección intermedia, con un gobierno nuevo y con una pandemia, priorizamos el diálogo y logramos cerrar filas en una propuesta de unidad. En el cierre nacional, también sosteníamos que había que sintetizar en una propuesta única, pero no lo conseguimos. En ese caso, la interna es una buena herramienta, siempre reconociendo que el día después de las primarias todo el mundo tiene que trabajar con el objetivo de revalidar el Frente camino a 2023.
FOTOS: MANUEL TESTI
-¿La necesidad de la renovación del espacio que plantean todos los sectores del Frente quedó plasmada en las candidaturas?
-En abril, la propuesta era Miguel Lifschitz candidato a senador nacional de todo el espacio. Con su fallecimiento tuvimos que reconfigurar y, aun fuera de este momento electoral, hay un proceso fuerte de nuevos liderazgos con Emilio Jatón y Pablo Javkin a la cabeza y todos los partidos que los estamos acompañando. Ya en diciembre de 2019, el Frente tenía, con las intendencias de Santa Fe y Rosario, nuevas instancias que con Lifschitz articulaban de determinada manera. Sin Miguel, esa situación cobra aún más valor. El PS tenía que ratificar algunos de sus procesos y no pudimos lograr el mismo entendimiento que a nivel local. La lista que encabeza (Fabián) Palo Oliver a diputado nacional, con Rubén Giustiniani para el Senado, que es una incorporación importante para el FAP, y Maria Eugenia Schmuck, es una propuesta muy buena y plantea una oxigenación con nuevos actores. También en la lista que conformó el socialismo hay gente honesta y honorable. Tenemos distintas miradas de cómo construir el futuro, pero lo importante es que hay un convencimiento de que el camino final es con todos adentro.
-A Javkin se lo ve muy activo en la campaña nacional y a Jatón, en cambio, focalizado en la campaña local. ¿Tienen distintas pretensiones de liderazgo?
-El trabajo de ambos hoy es complementario. Javkin es un tipo formado desde hace mucho tiempo, ocupó roles inclusive dentro del radicalismo, después armó su propio partido. En Rosario tiene un liderazgo indiscutido y seguramente piensa en una propuesta provincial y eso es parte de este armado en la lista nacional. Emilio está en un proceso de fortalecimiento político en la ciudad de Santa Fe. La lista de unidad que logramos fue una de las grandes noticias del cierre, más aun en comparación con otras expresiones políticas que tienen muchísimas divisiones. El paso siguiente es empezar a irradiar ese esquema político al resto de la provincia.
-¿Qué futuro le ven como Radicales Libres a al camino del radicalismo en Juntos por el Cambio?
-Cada uno tiene que hacerse responsable de sus decisiones y guiarse por su forma de ver la realidad. ¿Dónde se siente ideológicamente representado? ¿A qué aspira? Por eso no pertenecemos a ninguno de los dos espacios de la grieta. Tenemos una mirada muy crítica de a dónde nos llevó y a dónde nos lleva ese mensaje permanente de la destrucción del otro. El Frente es propositivo, con una mirada de futuro que escapa a esos antagonismos. Hay sectores del radicalismo que optaron por eso, habrá que ver cómo continúan después de proceso electoral. Al FAP le va a ir bien con esa tercera posición y tenemos que seguir trabajando por fuera de un esquema de antagonismos que dejó al país con un 60% de pobreza.
-¿Cuál es el rival más fuerte que les toca enfrentar en noviembre en la ciudad de Santa Fe, el PJ o JxC?
-Es muy difícil de divisarlo aún, hay una fragmentación muy fuerte del marco político en la ciudad, con 42 listas, con muchas internas y también porque la gente está muy pendiente de sus dinámicas cotidianas y los padecimientos de la pandemia. Esta es una instancia importante de posicionamiento. Con Laura Mondino tenemos el objetivo de ser la lista más votada. 2020 fue un año con muchas complejidades vinculadas a la herencia de la gestión anterior y este año ya tenemos un esquema mucho más sólido para dar respuestas a demandas básicas de la sociedad y también para la agenda que queremos para la ciudad.
-¿Le gustaría volver a presidir Concejo?
-Todavía falta un montón para diciembre (se ríe). Esa discusión será parte de los diálogos políticos y de los resultados electorales.