GUERRA GAUCHA

Los mosqueteros que buscan reeditar la batalla de la 125

La protesta de este 9J es diversa y atomizada, empujada por los grupos autoconvocados. Mensajes al Gobierno, pero también a la Mesa de Enlace.

Este 9 de julio, el campo o parte del campo según el Gobierno se moviliza, con epicentro en San Nicolás, para visibilizar el descontento del sector agropecuario. Los pedidos son diversos, desde la ley de educación ambiental y la hidrovía hasta libertades por la pandemia. En 2008 pasó algo similar, no por el conflicto sino porque la guerra gaucha fue iniciada por los productores. Los grupos autoconvocados, que arrancaron como chats de WhatsApp, se convirtieron en algo más que eso y hoy son los anfitriones de la movilización del 9J, con un cuarteto de activistas que se recorta en la primera línea de batalla. 

 

La protesta de este viernes tiene particularidades, es diversa y atomizada. Si bien parece tener una organización horizontal, hubo quienes dieron el primer paso para diagramar la movilización. La Mesa de Enlace recién confirmó su participación en la última semana.

 

El descontento del sector arrancó hace mucho tiempo, pero el conflicto por el cierre de las exportaciones de carne le dio el broche final. Diversos sectores autoconvocados reclamaron una posición más firme de la Mesa de Enlace, ya que la última vez que el Gobierno llamó a las entidades fue para comunicarles, no para consultarles.

 

Ese momento, para el campo, fue la señal de trompeta que oficializó el enfrentamiento. Semanas atrás, mientras se veían las primeras señales de movilización; el presidente de Federación Agraria (FAA), Carlos Achetoni, comentaba: “Estamos tratando de contener un malestar que es muy alto”. En ese momento, el dirigente ruralista veía venir este tipo de medidas. En el entorno de las entidades del campo decían que el Gobierno estaba jugando con fuego. “El humor del sector no es el mejor”, comentaban.

 

El anuncio del Gobierno sobre la exportación de carne oficializó el llamado del sector a movilizar. Autoconvocados y bases de entidades del agro comenzaron a gestar lo que se lleva a cabo este viernes.

 

Tres personas fueron las que dieron el puntapié inicial de esta organización a través de WhatsApp: Iván Castellar, ingeniero en sistemas pero de familia agropecuaria, de Cañada de Gómez; Juan Monín, presidente de la Sociedad Rural de Sachayoj, Santiago del Estero, y Walter Malfatto, de la filial Bragado de FAA. Estos tres mosqueteros se pusieron la convocatoria al hombro.

 

En poco tiempo, las adhesiones crecieron, incluso de autoconvocados que no comparten determinadas formas de la Mesa de Enlace. Es es el caso de la Asociación Argentina de Productores Autoconvocados, que pidió mayor firmeza.

 

“Lo del viernes es un doble mensaje: al Gobierno le pedimos un cambio de rumbo y a las entidades, más actitud”, destacó uno de los referentes de este grupo. Otra cara visible de este espacio es Gastón Blasco, productor tucumano y excandidato a diputado por Cambiemos. En 2019 ofreció un bono de 5.000 pesos a sus empleados si Macri llegaba al ballotage.

 

También se sumaron productores autoconvocados de la zona de San Nicolás. Otro espacio que se sumó fue Campo más Ciudad, que aportó la convocatoria de espacios extra campo.

 

Políticos abstenerse

El fin de semana la organización emitió un comunicado: no habrá oradores políticos. Con ese mensaje, dejaron afuera a Carlos Iannizzotto, de Coninagro, que este miércoles lanzó su precandidatura a diputado y pidió licencia a su presidencia. En la previa, algunos productores llegaron a llamarlo traidor y prometieron abuchearlo si hablaba.

 

“Este viernes vamos a empoderar a la Mesa de Enlace y va a tener una mayor responsabilidad”, destacan desde el interior de los autoconvocados. Todos coinciden en un punto: a partir de este viernes, la mirada del y hacia el sector será distinta.

 

Martín Menem y Karina Milei.
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