El exministro de Agroindustria del gobierno de Cambiemos, Luis Miguel Etchevehere, fue uno de los dirigentes que quedó afuera de la lista de Juntos por Entre Ríos para competir por una banca en la Cámara de Diputados en las legislativas del 12 de septiembre. Con escasa prédica dentro del partido y también de los sectores agrarios, el dirigente se perderá la pelea electoral de este año -con la enorme visibilidad que eso da- y tendrá una tarea difícil de remontar si quiere mantener la ilusión de competir por la sucesión de Gustavo Bordet en 2023.
Hace un tiempo, el expresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) se había mostrado con Mauricio Macri y Patricia Bullrich, con quienes tiene contacto frecuentemente, y había agitado el avispero de la interna del partido cuando salió a criticar la precandidatura de Rogelio Frigerio, a quien le endilgó ser un foráneo que se presenta ante la ciudadanía entrerriana desde los medios nacionales. En el oficialismo entrerriano se había entusiasmado con la salida al ruedo del exfuncionario, de muy mala relación con el candidato de taquilla de Juntos.
En octubre de 2020, levantó el perfil gracias a un conflicto familiar que lo puso en las tapas de diarios y en las pantallas de los canales de noticias de todo el país. No le importó ventilar los trapitos sucios a cambio de posicionarse con un objetivo puntual: su candidatura en 2023. El conflicto se desató cuando su hermana Dolores ingresó al casco de la estancia “Casa Nueva”, acompañada por militantes del Movimiento de Trabajadores Excluídos (MTE) en el marco de un reclamo judicial por la herencia de su padre.
Sin embargo, su figura se fue desdibujando y su nombre ni siquiera apareció en el armado de la lista de la alianza opositora. En el único lugar que pudo meter a un hombre de su entorno fue en una suplencia. Allí, aparece Guillermo Bernaudo, su excompañero en el Ministerio de Agroindustria. De esta forma, Etchevehere se quedará afuera de la contienda electoral de este año, al igual que la presidenta del PRO y compañera de protestas, quien decidió bajar su candidatura en la Ciudad para allanarle el camino a María Eugenia Vidal.
Menos Dolores de cabeza
La militante del Proyecto Artigas Dolores Etchevehere, con el empuje del dirigente social Juan Grabois, había anunciado que competiría en la interna del Frente de Todos Entre Ríos con un discurso beligerante que tenía como eje denunciar “el pacto de poder” entre Gustavo Bordet y su hermano.
Sin embargo, al filo del cierre de listas, informó que bajaba su precandidatura y que acordaba con la lista del Frente de Todos. De hecho, el titular del Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento (Enohsa), Enrique Cresto, la recibió este martes en sus oficinas del organismo y se comprometió “a ponerse a la cabeza en la lucha por la recuperación de las tierras de la Escuela Agrotécnica El Quebracho y avanzar en el proceso de transición a la agroecología tomando las buenas prácticas que ya funcionan en otras ciudades como Gualeguaychú”.
Las tierras a las que se refiere Cresto están ubicadas precisamente en el paraje El Quebracho, lindante con la ciudad de Santa Elena, en el departamento La Paz. Fue allí donde Dolores y Luis Miguel protagonizaron en octubre pasado el conflicto en el que terminó mediando la Justicia para desalojar a la mujer y a militantes de Grabois.
Esas tierras tienen una historia política inquietante y actual para el peronismo. Tras los episodios del 2020, el gobierno de Bordet decidió investigar la trama por la cual Luis Félix Etchevehere, padre de Dolores, y Luis Miguel adquirieron a precio vil 70 hectáreas que pertenecían a la Escuela Agrotécnica vendidas en 2007 por el entonces mandatario justicialista Jorge Busti. Según supo Letra P ese procedimiento, el de recuperación de las tierras, está paralizado.
Aquel año, en el que se vendieron las tierras, diferentes sectores sociales, gremiales y docentes se movilizaron a la ruta para impedir lo que finalmente se concretó: la venta de las hectáreas. Esa historia se revivió con los sucesos de noviembre pasado y ahora Cresto la vuelve a poner en el debate.