A un mes del cierre de listas, la unidad de Juntos por el Cambio es una quimera pese a las frenéticas negociaciones para intentar ordenar la interna en las dos principales jurisdicciones del país. En el anochecer de un día agitado, el horizonte opositor mostraba un escenario de confrontación difícil de evitar.
Como la reunión de la mesa nacional del miércoles no dejó definiciones demasiado claras y tampoco el encuentro de este viernes entre el expresidente Mauricio Macri y jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, los principales interesados en competir se vieron obligaros a sumar dos nuevas fotografías para comenzar a delinear las caras de la contienda: en ambas estuvo la presidenta del PRO nacioinal, Patricia Buillrich.
De los encuentros surgió un borrador con tres boletas en la provincia de Buenos Aires encabezadas por Diego Santilli, Jorge Macri y Facundo Manes, además de la ratificación de Bullrich de postularse en la Ciudad de Buenos Aires, haga lo que haga María Eugenia Vidal, hasta ahora, la gran electora del laberinto cambiemista.
La presidenta del PRO recibió primero, en la sede partidaria de la calle Balcarce, en el barrio porteño de San Telmo, a Néstor Grindetti (Lanús), Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Julio Garro (La Plata) con la idea de acercar posiciones entre duros y moderados e intentar evitar un enfrentamiento mayor entre porteños y bonaerenses en el territorio madre de todas las batallas.
Más tarde, visitó con la misma idea, en Olivos, a Jorge Macri (Vicente López), que estuvo escoltado por otros jefes comunales como Javier Iguacel (Capitán Sarmiento) y Pablo Petrecca (Junín), además de legisladores y legisladoras de la Primera, Segunda y Cuarta secciones electorales.
Lejos de lograr el objetivo, fuentes que participaron de la jornada le dijeron a Letra P que las tribus amarillas se encaminan a un enfrentamiento interno en las PASO entre el vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que cuenta con el respaldo de un sector del Grupo Dorrego y la agrupación La Territorial; el intendente de Vicente López y presidente del sello amarillo en territorio bonaerense, que mantiene un acuerdo político con el exministro de Gobierno vidalista Joaquín De la Torre, y el neurocientífico recientemente encumbrado candidato de la Unión Cívica Radical, que cuenta con el respaldo pleno del histórico partido.
Las listas de Santilli, Macri y Manes podrían reducirse a dos si, finalmente, los sectores bonaerenses llegan a un acuerdo para resistir el avance porteño. Como dio cuenta este medio, varios de los socios provinciales de Juntos por el Cambio comenzaron a ver en Manes un machete para hacerse lugar en la espesa interna en la que desea meterse el enviado de Larreta.
Bullrich está dispuesta a competir en la Capital Federal, sobre todo después del malestar que mostró por las intenciones de Vidal de cruzar nuevamente Puente Pueyrredón y el Riachuelo y el ofrecimiento para quedarse con el tercer lugar de la nómina porteña.