La decisión del presidente Alberto Fernández de estirar hasta el 21 de mayo la vigencia de las restricciones que rigen desde hace dos semanas dejaron gusto a poco en el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, que, como informó Letra P, proponía establecer una cuarentena dura, en los términos de la fase 1 aplicada en el inicio de la pandemia, en marzo de 2020.
Este medio reveló este jueves que, en un encuentro virtual que mantuvo con las autoridades de los 135 municpios bonaerenses para analizar la situación epidemiológica, el mandatario avisó que la propuesta del gobierno de Buenos Aires era volver por 15 días a una fase 1 en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), medida que implicaba sólo el funcionamiento de rubros esenciales y comercios de cercanía para reducir fuertemente la circulación y parar los contagios que llevaron al límite del colapso el sistema sanitario en el conurbano.
La propuesta había recibido el respaldo de intendentes del oficialismo.y objeciones de representantes de la oposición, como el jefe comunal de Vicente López, Jorge Macri. Los reparos se centraban en la actividad escolar.
El gobierno provincial venía militando, por medio del ministro de Salud, Daniel Gollan, un cierre estricto durante 15 días para bajar la curva de contagios y descomprimir el sistema sanitario. En esa línea, este jueve por la mañana, en Quilmes, Kicillof había sido contundente. “Ya me tienen podrido con la idea de aplanar la curva, hay que bajarla”, había dicho, en alusión al gobierno porteño, comandado por el macrista Horacio Rodríguez Larreta, siempre menos proclive a restricciones severas.
“Resulta que tenemos 30 mil de casos, pero si no aumentan está todo bien. Esa cantidad de contagios significa su proporcional en enfermos y fallecidos. No podemos resignarnos a que la gente se contagie”, había dicho el mandatario bonaerense.