En la previa a los anuncios del presidente Alberto Fernández, el gobernador Axel Kicillof se reunió con los 135 intendentes bonaerenses para analizar la situación epidemiológica de cara al vencimiento -este viernes- del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que establece restricciones. En el encuentro, el mandatario avisó que la propuesta del gobierno de Buenos Aires es volver por 15 días a una Fase 1 en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), medida que implica sólo el funcionamiento de rubros esenciales y comercios de cercanía para reducir fuertemente la circulación y parar los contagios que llevaron al límite del colapso el sistema sanitario en el conurbano. La oposición planteó diferencias, principalmente respecto de la escolaridad.
Según reconstruyó Letra P en consultas con algunos de los presentes, durante el encuentro virtual por Zoom el intendente PRO de Vicente López, Jorge Macri, planteó sus diferencias con el gobernador. Insistió con la propuesta de Juntos por el Cambio (JxC) para que haya una presencialidad aunque sea segmentada en las escuelas, priorizando a los ciclos inicial y primario. Además, sostuvo que, pese a que el AMBA es un solo territorio, las soluciones pueden ser diversas y pidió flexibilidad para establecer distintas políticas según cada distrito.
Por el oficialismo habló el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. Ratificó lo anticipado tras la reunión virtual de este miércoles de jefes y jefas comunales de la Tercera sección: apoyarán las medidas que tome el Gobierno nacional, quien estudia el endurecimiento de medidas para cortar la cadena de contagios.
El gobierno provincial viene adelantando por medio del ministro Daniel Gollan (Salud) y su equipo que se necesita un cierre estricto durante 15 días para bajar la curva de contagios y descomprimir el sistema de salud. Esta mañana, durante una visita a Quilmes, Kicillof había sido contundente: “Ya me tienen podrido con la idea de aplanar la curva, hay que bajarla”, disparó en alusión al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, que milita la idea de que la situación está controlada. “Resulta que tenemos 30 mil de casos, pero si no aumentan está todo bien. Esa cantidad de contagios significa su proporcional en enfermos y fallecidos. No nos podemos resignar a que la gente se contagie”, ahondó el mandatario bonaerense.
Este jueves, se registró en Argentina el mayor número de muertos por covid-19 desde que arrancó la pandemia. Fueron 561 fallecidos en 24 horas. En ese marco, se aguarda la decisión del Presidente, quien debe decidir cuáles son las nuevas medidas, en medio de negociaciones con el jefe de gobierno porteño, por tomar una decisión consensuada para evitar una nueva escalada de conflicto interjurisdiccional.