Algunos de los principales jefes comunales del PRO que integran el Grupo Dorrego delimitaron la influencia política sobre los distritos que conducen y advirtieron sobre una posible guerra de guerrillas contra La Territorial, la reciente agrupación con sello vidalista que irrumpió en la Primera y Tercera sección electoral el lunes pasado con intención de levantar un dique de contención a la avanzada intendentista. “En la provincia de Buenos Aires, los territoriales somos nosotros”, advierten sentados en los sillones de sus distritos, mientras fiscalizan el armado de sus posibles adversarios en las próximas elecciones internas. Estiman, no obstante, que el nuevo espacio se diluirá con el tiempo, no tanto debido a la impericia sino más bien producto de mensajes enviados para desactivar un próximo encuentro.
“Con muchos de los que estuvieron en la foto en Tigre venimos trabajando hace tiempo y lo que están haciendo hoy no es para sumar algo nuevo”, analizaron en el entorno de uno de los intendentes con más peso electoral. Creen lícita la disputa de poder por la confección de las listas de postulantes legislativas de este año para hacer pie rumbo a 2023, pero estiman que Juntos por el Cambio pierde peso abriendo frentes en territorios donde no se discutían liderazgos y mostrando dirigentes “que perdieron todas sus elecciones”. “Además, el nombre que se pusieron es una completa ironía: no tienen mucho, y en la provincia de Buenos Aires los territoriales somos nosotros”, amplió un dirigente con despacho en el conurbano.
Un armador del intendentismo coincidió con parte de esta lectura y reconoció que funcionarios de este sector hicieron llamados telefónicos a quienes participaron de La Territorial para intentar desarticular próximas convocatorias. De no lograrlo, están dispuestos a dar la pelea interna al que convida el flamante espacio vidalista. Y avisan que podrían instalar candidatos propios que respondan a la lógica de los alcaldes en distritos en los que no había disputa, por ejemplo, San Fernando, ciudad en la que la alianza en su conjunto acompañó a Agustina Ciarletta en 2019.
En el campamento de los intendentes lamentan la presencia de Segundo Cernadas y Martiniano Molina, los dos excandidatos a intendente, en Tigre y Quilmes, respectivamente, que, si bien perdieron en sus distritos, concentran el mayor número de votos propios. “Sus lugares son indiscutidos, por instalación y posibilidades reales en 2023. Algunos entendieron una parte de esto y cómo llegar a una mesa de diálogo, como Pablo Alaniz, que no participó”, ejemplificó el mismo dirigente que analizó, también, que sin el respaldo de Nicolás Ducoté (Pilar), Ramiro Tagliaferro (Morón) o Carlos Regazzoni (Almirante Brown) no podrían ganar volumen. Estiman que la presencia del excocinero televisivo se debió a su guerra fría con el armado de Néstor Grindetti en el sur del conurbano y sus aspiraciones de hacerse lugar en la lista seccional.
La disputa entre intendentes y vidalistas no es nueva. Con más o menos tensiones, de momento la superestructura mantiene la tregua y ordena a los soldados. De avanzar las diferencias, hay quienes creen que la pelea podría trasladarse a la Legislatura bonaerense, instancia en la que el peso de cada uno de los sectores podría rediscutir las autoridades de bloque. “Rompieron un vidrio que tenía alarma”, dicen.
Como adelantó Letra P, La Territorial fue el nombre que decidieron utilizar 16 dirigentes de la Primera y de la Tercera sección electoral para fundar una nueva agrupación que confluya dentro de Juntos por el Cambio. La integran exministros y excandidatos y excandidatas a intendentas que buscan un lugar en las listas de aspirantes a cargos legislativos en la provincia de Buenos Aires, y una oportunidad para volver a pelear en sus distritos en 2023. Algunos de los socios fundadores más destacados son los exministros Alejandro Finocchiaro (La Matanza) y Santiago López Medrano (San Martín), el exsubsecretario de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior Lucas Delfino (Hurlingham), Molina y Cernadas, además del diputado provincial Alex Campbell, uno de los impulsores del proyecto y representante del vidalismo puro en la Legislatura.
Este viernes, además, se metieron de lleno en la agenda provincial y recibieron el respaldo del presidente del bloque de diputados nacionales del PRO, Cristian Ritondo, uno de los anotados en la pelea por suceder a Axel Kicillof en el sillón Rivadavia. Por supuesto que no es el único, se suman también los intendentes Jorge Macri (Vicente López) y Gustavo Posse (San Isidro), la jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió; el dirigente de extración peronista Emilio Monzó, entre otros.