Con el año electoral en marcha y una economía que en los despachos oficiales ven con signos positivos, el Gobierno abrirá este miércoles la temporada de acuerdos que pretende sellar con las entidades gremiales, el mundo empresarial y el campo. En tensión por los precios de los alimentos, mientras los commodities vuelan en el mercado, el presidente Alberto Fernández mantendrá una audiencia privada con las entidades de la Mesa de Enlace, que se suma a las ya anunciadas mesas de trabajo por precios y salarios de las que participarán trabajadores y el sector privado industrial.
La Casa Rosada será escenario de las reuniones que el Gobierno articulará con los distintos sectores, convocados para miércoles y jueves, con el mismo telón de fondo: la discusión por la distribución de los ingresos. “La macro está respondiendo, anda muy bien. Llevamos cuatro o cinco meses de crecimiento económico sostenido, más marcado en los últimos dos. Ahora estamos ante la oportunidad de llevar el crecimiento al bolsillo de los argentinos. Hay que discutir cómo se hace”, dicen en la Casa Rosada.
El campo tendrá su apartado en la discusión, con la reunión privada que mantendrá con Fernández, luego de que el Presidente advirtiera que el Gobierno podría “subir las retenciones o poner cupos" si los exportadores de alimentos trasladan a sus productos los precios internacionales. En el mismo sentido se había expresado horas antes la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, quien afirmó que el Gobierno no descartaba una suba de retenciones si el precio de los alimentos seguía en alza.
Las entidades del campo no tardaron en responder. “Le diría a la funcionaria o al gobierno, si esta es realmente una propuesta que realmente tienen en carpeta, que revisen la historia para no volver a cometer errores evitables”, dijo el presidente de la Federación Agraria, Carlos Achetoni, en obvia alusión al conflicto por la 125, que se desató en 2008, mientras Fernández era jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner.
En ese clima áspero, el Presidente recibirá el miércoles a dirigentes de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Federación Agraria Argentina (FAA) y Sociedad Rural Argentina (SRA). Pese a los cruces, en la Casa Rosada no avizoran una escalada del conflicto y entienden que el escenario dista mucho de lo que sucedió en 2008 porque el Gobierno tiene un diálogo fluido con un sector importante del campo, especialmente el ligado a la agroindustria. Sin embargo, creen que la tensión con la Mesa de Enlace es “natural” y seguirá presente pese al diálogo. “Hay un tema ideológico de fondo, la tensión siempre va a estar”, admiten en el entorno presidencial.
En un tono de diálogo más aceitado, este miércoles por la mañana el Gabinete económico recibirá en el Museo del Bicentenario a los líderes de distintas expresiones del gremialismo. Por el lado del Gobierno estarán el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro de Economía, Martín Guzmán; el Presidente del Banco Central, Miguel Pesce; el ministro de Producción, Matías Kulfas; el ministro de Trabajo, Claudio Moroni; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont y Todesca. Por las trabajadoras y los trabajadores habrá representantes de la Confederación General del Trabajo (CGT), del moyanismo, de la Corriente Federal, y de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) que conduce Hugo Yasky y la CTA Autónoma que lidera Ricardo Peidró.
El Ejecutivo llegará a la reunión con dos cartas sobre la mesa para arrancar el diálogo con los sindicatos: la foto que el Presidente se sacó la semana pasada con el líder bancario Sergio Palazzo, luego de que cerrara una paritaria del 29%, en línea con lo que marcó en el Presupuesto el Ministerio de Economía para la pauta inflacionaria de 2021, y el proyecto de baja del Impuesto a las Ganancias, que anunció el lunes Sergio Massa y que ya tiene el guiño de los gremios.
Aunque se había especulado con su presencia, el Presidente no participará de la reunión con los sindicatos ya que a la misma hora estará en Olivos, desde donde encabezará un encuentro virtual de la Mesa contra el Hambre. Todo un mensaje pocas horas antes de sentarse a discutir el costo de la mesa de los argentinos con la patronal del agro.
En tanto, el jueves a las 11, la misma mesa económica recibirá en la Casa Rosada a los empresarios y empresarias que representan a los grupos económicos más poderosos del país y son formadores de precios. La reunión será un lado B del diálogo que el Presidente tendrá con la Mesa de Enlace por los alimentos. En el Gobierno creen que un posible acuerdo con el campo influirá de manera positiva en el “ánimo” de los empresarios, a la hora de sentarse a conversar.
En "tono amigable", el equipo económico buscará “marcar la cancha” de los acuerdos, en sintonía con la premisa que en diciembre Cristina Kirchner expuso desde el escenario de La Plata sobre la necesidad de alinear precios, tarifas y salarios. Y de garantizar que los ingresos fijos crezcan “3 o 4” puntos por encima de la inflación, según definió Guzmán, para recuperar el consumo. Los "movimientos simétricos" que dibujan los distintos actores del Gobierno van en el mismo sentido. "Cada uno con sus matices coincide en que por ahí va la cosa. Más allá del tema sanitario, que es urgente, lo cierto es que los ingresos están muy bajos. Y eso es clave para mejorar el ánimo social", explican en Economía.
En la lista del cónclave del jueves se anotan los pesos pesados de la Argentina. Entre los más de 30 invitados están Luis Pagani (Arcor), Luis Pérez Companc (Molinos Río de la Plata), Karla Schlieper (Mondelez), Miguel Acevedo (Aceitera General Deheza), Teodoro Karagozian (TN Platex), Hugo Sigman (ELEA), Laura Barnator (Unilever), Gabriela Bardín (Procter & Gamble), Carlos Blaquier (Ledesma), Alfredo Coto (COTO), Paolo Rocca (Ternium), Javier Madanes Quintanilla (Aluar), Christophe Dumont (Monsanto / Bayer) e Iván Szczech (Camarco).