A medida que madura el año electoral, los movimientos que entrañan aspiraciones comienzan a divisarse con nitidez. En la maquinaria interna del PRO de la Quinta sección electoral, los motores ya empezaron a calentarse en diversos rincones con vistas a lograr la pole position no solo en la negociación por los casilleros legislativos sino también en torno al posicionamiento de liderazgos de cara a 2023. Allí, la puja territorial se da silenciosa y con gestos de buena convivencia, pero existe.
Se observan espacios referenciados con dos intendentes de marcada tonalidad amarilla, como Guillermo Montenegro –por un lado– y Martín Yeza, por el otro. El primero, comanda el distrito con mayor volumen en términos de electorado de la jurisdicción. El pinamarense, viene con una construcción y visibilidad ascendentes. Además, entran en juego dirigentes de extracción vidalista que acentúan sus recorridas, entre ellos, quien supo encabezar la lista de 2017, Franco Bagnato, que reporta al intendente de Vicente López, Jorge Macri. A la vez, cerca de Larreta y mostrando fuerte actividad, asoma otro jugador con ganas de renovar su banca en el Senado: Lucas Fiorini.
En el caso del jefe comunal marplatense, como contó este medio, no se habla de la construcción de un “ismo” pero sí de comenzar a delinear una círculo de confianza tanto en el Concejo Deliberante local como en la Legislatura. En su entorno dan cuenta de números que pueden avalar aspiraciones, al asegurar que recientes encuestas ponen a Montenegro con una imagen positiva alta en un distrito determinante en la elección seccional. Solo con esas credenciales, deslizan que el jefe comunal debería ser portador de la lapicera al menos para anotar dos nombres de su confianza en los lugares a salir de la nómina al senado.
Armadores amarillos añaden la necesidad del mandatario de hacer oír sus reclamos cerca de la Gobernación con espadas legislativas de su riñón para –dicen– revertir un déficit de representación que se materializa, por ejemplo, en la ubicación del distrito en el ranking de recursos girados desde el Ejecutivo bonaerense en materia de infraestructura: “Mar del Plata está dentro de las tres jurisdicciones más grandes de la provincia y está 13° en presupuesto de obra”. En el palacio municipal molesta el contraste entre densidad poblacional y asignaciones presupuestarias.
Montenegro y su mesa chica prefieren no adelantar los tiempos de discusión de nombres para la construcción de su purismo, algo que estaría definido para finales de marzo. Sí existe un monitoreo y medición permanentes –en números– del humor social local. Ese termómetro servirá también para definir el perfil de los candidatos que corran con el caballo del comisario.
Más allá de la imposibilidad de avanzar en reuniones de mayor tenor en tiempos de pandemia, cerca del intendente admiten la necesidad de encarar encuentros para alistar perspectivas y darle un contorno más definido al espacio que apuesta a una intendencia de ocho años del actual conductor, para luego “ver qué escenario se presenta”.
Otra referencia en la Quinta que mira más allá de las fronteras de su distrito es Martín Yeza. El intendente de Pinamar viene levantando cabeza con reuniones recurrentes –en muchas de ellas, como anfitrión– con dirigentes de tenor nacional. Como contó Letra P, el pinamarense se mueve como un electrón suelto en la interna amarilla, por fuera del Grupo Dorrego, donde un grueso de sus pares se alinea para definir estrategias. Con el respaldo de la agrupación juvenil PRO “La Generación”, desde esa cantera también extrae Yeza a sus armadores seccionales, bajo padrinazgos que, en la cúpula partidaria, encuentran referencias del macrismo duro como Hernán Lombardi.
En ese lote de dirigentes que traccionan a la imagen de Yeza en la esfera seccional, dentro del universo amarillo identifican con activa labor al diputado provincial Sergio Siciliano, de estrecha amistad con el pinamarense. Mientras, Yeza recibe –con la foto de rigor– a dirigentes PRO de anclaje territorial.
Yeza no mira la discusión 2021, su objetivo es terminar la gestión para llegar con dos mandatos ordenados encima a la discusión 2023.
Por otro lado, surge un linaje vidalista más definido al que supo tributar Yeza en sus inicios en la gestión pública. Bajo el ala del diputado Alex Campbell, se identifica con recorridas frecuentes en la sección al senador por la Segunda Owen Fernández, en compañía de otros armadores del vidalismo seccional vistos como potenciales aspirantes a la Legislatura. El dirigente Modesto Jatip es uno de ellos. Ese sector desembarcó recientemente en Necochea, Villa Gesell, Mar Chiquita y Miramar, entre otros puntos de la Quinta.
Franco Bagnato es otro que anda de recorrida seccional. El periodista se mostró el último fin de semana en Tandil. Además, está presente en cada desembarco que su jefe político, Jorge Macri, realiza en la Quinta, como sucedió semanas atrás cuando el intendente de Vicente López y uno de los anotados para la carrera a la Gobernación visitó Mar del Plata, donde fue recibido por Montenegro. Bagnato sería uno de los que pretende renovar su banca. Los antecedentes recientes del triunfo aplastante de 2017 con la lista seccional que encabezó, sumado al alto nivel de conocimiento de su imagen, son aspectos que no discuten siquiera sus posibles contrincantes internos.
Otro que estampa aspiraciones a renovar su banca es el marplatense Lucas Fiorini. Aunque no es PRO puro, el senador de CREAR articula con su par Roberto Costa en el esquema provincial “Unidos” y acentúa sus movimientos en vínculo con Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli. Con esos lazos, organiza actividades como los seminarios de gestión pública por donde ya pasaron varios funcionarios porteños. En terreno bonaerense, mantuvo un encuentro reciente con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, a quien en CREAR lo elevan como modelo de construcción “con todos”, al destacar el lugar que el lanunense le da a la pata peronista en su gabinete.
Ese ejemplo a seguir puede leerse como un mensaje hacia Montenegro de cara a la discusión de listas. CREAR tiene representantes en el municipio marplatense, pero existen antecedentes de chispazos por la presidencia del Concejo que, cerca de Fiorini, atribuyen a una promesa incumplida del intendente. También recuerdan que Montenegro había empezado a armar su gabinete sin considerar a CREAR, pero que gracias a algunas gestiones de popes amarillos, entre los que se menciona a Grindetti, finalmente se lograron casilleros para la gente de Fiorini y el concejal Alejandro Carrancio quedó como jefe del bloque Vamos Juntos.
A futuro, por si acaso, en CREAR marcan lo importante que resulta para las aspiraciones de Montenegro arribar a un acuerdo con ese sector en el armado de listas y remarcan lo complejo que sería enfrentar sin la pata territorial peronista a “la estructura nacional de Anses puesta en el distrito” de la mano de Fernanda Raverta. Como credenciales, aducen un armado territorial fuerte en Mar del Plata y presencia de concejales en varios distritos de la Quinta. Eso, sumado al esquema de Unidos, dentro de los que anotan cerca de 60 concejales en toda la provincia. Próximamente, harán un encuentro en Mar del Plata para exhibir esa musculatura.
Amén de todo esto, de un lado y de otro admiten que, más allá de los trazos de las lapiceras distritales y su incidencia a nivel seccional, muchas decisiones se darán en la superestructura, donde muchas de las figuras en pugna buscan su padrinazgo.