El plan de obra pública contemplado en el proyecto de ley de Presupuesto 2022 de la provincia de Buenos Aires constituye un boceto inicial sujeto a condicionantes de todo tipo. Sin embargo, ofrece datos interesantes. Entre ellos, los que se desprenden de un anexo que el Ejecutivo bonaerense hizo cirular, donde figura el detalle de obras previstas para cada uno de los 135 municipios. El volumen total de fondos es de 164 mil millones de pesos, que irán mayormente a distritos del oficialismo, aunque con algunas excepciones y curiosidades de distinta naturaleza que sorprenden a propios y extraños.
Siempre según este mapa de carácter muy preiliminar, la mayor parte del presupuesto que la provincia de Buenos Aires destinará a infraestructura en los municipios es para obras hidráulicas, viviendas, rutas provinciales, asfaltos, remodelaciones en hospitales y centros de salud y la construcción de alcaidías, cárceles y "Casas de la Provincia" que se reparten a lo largo y ancho del territorio, aunque con algunas discrecionalidades y datos difíciles de explicar. Por eso, el objetivo principal de las autoridades de los 135 municipios bonaerenses es arrancarle a Axel Kicillof el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), una caja que les permite planificar, diseñar y ejecutar por su mismos las obras que consideren prioritarias.
A priori, según el proyecto de Presupuesto, los municipios más favorecidos en el reparto de cemento y ladrillos provinciales son principalmente oficialistas. A la cabeza de la lista de los distritos gobernados por el Frente de Todos (FdT) aparecen Merlo ($6.903.140.111), La Matanza ($4.838.526.375), Moreno ($3.231.059.159), Lomas de Zamora ($2.637.573.462), Florencio Varela ($2.252.415.984), Berazategui ($2.556.819.161) y Almirante Brown (2.361.626.248). Sin embargo, hay excepciones: La Plata ($6.262.736.568), Bahía Blanca ($3.329.254.648) y General Pueyrredón ($1.254.832.945), los tres gobernados por Juntos por el Cambio, comparten los primeros puestos con los distritos azules.
No obstante, hay algunas aclaraciones que hacer. En el municipio gobernado por Gustavo Menéndez, Merlo, que encabeza la lista, casi la totalidad del presupuesto está destinado a dos unidades penitenciarias que el gobierno bonaerense planea construir allí por más de 2.000 millones de pesos cada una. En el caso de La Plata, conducida por el intendente del PRO Julio Garro, muchas de las inversiones previstas tienen que ver con obras para edificios provinciales o dependencias judiciales. Finalmente, Bahía Blanca cuenta con una importante inversión en obras hidráulicas, uno de los caballitos de batalla que el oficialismo utilizó en la campaña, sin éxito, para seducir a los votantes de la región.
No tuvieron la misma suerte en la repartija otros de los distritos gobernados por la oposición. Los casos más llamativos son los de dos municipios importantes del conurbano: Lanús, conducido por Néstor Grindetti, y Vicente López, comandado por Jorge Macri, ahora en uso de licencia tras su mudanza a la Ciudad de Buenos Aires. La provincia destinará para esos municipios la irrisoria suma de 16 millones para el primero y 41 millones para el segundo, destinados a refacciones a un hospital y centros de salud primaria en ambos casos. Suerte similar tendrá Tres de Febrero, gobernado por el macrista Diego Valenzuela: su presupuesto apenas supera los 60 millones.
El intendente peronista que no debe estar contento con los números oficiales es Fernando Gray, de Esteban Echeverría. El presupuesto provincial para obras en ese distrito es de apenas 470 millones, muy por debajo de los números que ostentan otros municipios oficialistas del conurbano con similar cantidad de habitantes. En diálogo con Letra P, Gray manifestó que tiene pedida una reunión con el gobernador para conocer en profundidad las inversiones que la provincia hará en su distrito. A las definiciones que allí le den, ató el rol que la dirigente de ese distrito y esposa del jefe comunal, Magdalena Goris, tendrá en el Senado bonaerense, donde le quedan dos años de mandato. No es un tema menor: en una cámara empatada en 23 bancas para cada una de las dos grandes coaliciones, su voto será clave para los proyectos que impulse el gobernador.
Otras curiosidades que se desprenden del presupuesto para obras están dadas por la disparidad de fondos entre algunos municipios. Es el caso, por ejemplo, de Avellaneda. El distrito gobernado por Alejo Chornoboff, pero comandado políticamente por el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, tiene destinadas obras por 309 millones de pesos, igual número que un distrito muy pequeño como Carlos Tejedor y por debajo de municipios como San Andrés de Giles, Carlos Casares y Azul, que tienen el doble e incluso el triple de recursos. Lo de Presidente Perón, bajo la intendencia de Blanca Cantero, es aún peor: su presupuesto es cero.
Entre los municipios oficialistas favorecidos por el reparto de obras están también Luján ($2.135.326.485), Malvinas Argentinas ($1.217.225.943), Escobar ($1.870.754.992), Ensenada ($1.651.205.339), Hurlingham ($1.476.123.143), Tigre ($1.309.190.714), Quilmes ($1.123.158.451), San Pedro ($1.167.552.531) y Mercedes ($1.054.080.314).
En el final de la lista se agolpan, junto a Lanús, Vicente López y Tres de Febrero, pequeños municipios del interior de la provincia gobernados por Juntos por el Cambio. Entre ellos, el menos favorecido es San Nicolás, que apenas cuenta con 100 mil pesos de inversión. Un poco mejor posicionados siguen Arrecifes ($35.147.976), Suipacha ($40.000.000), Rivadavia ($40.851.522), Brandsen ($54.400.000), Florentino Ameghino ($56.935.316) y Capitán Sarmiento ($60.000.000). En tanto, los dos distritos del Frente de Todos que menos fondos recibirán son Roque Pérez ($70.000.000) y Marcos Paz ($86.611.411).