Este lunes, el ministro de Hacienda y Finanzas de la provincia de Buenos Aires, Pablo López, presentó ante la Legislatura bonaerense el Presupuesto 2022 del gobernador Axel Kicillof. Los lineamientos que allí trazó el Ejecutivo, que se negociarán ahora en la Cámara de Diputados y en el Senado, son la piedra fundamental del segundo tiempo tiempo de la gestión provincial (se espera que sea una etapa pospandémica), la plataforma desde la que el mandatario busca relanzar su gobierno e iniciar un camino que lo deposite con chances de reelección en 2023 a fuerza de reactivación económica y obra pública.
Con las elecciones en el pasado y el aire que le dio la remontada electoral de las generales pese a la derrota, el gobernador busca, como adelantó Letra P, relanzar su gobierno. Lo hace luego de dos años que estuvieron cruzados por la pandemia, el mal humor social, las malas noticias y una gestión que no logró lucirse más allá de la administración de la crisis sanitaria y la vacunación, que, como quedó evidenciado en las elecciones, no fue valorado especialmente por el electorado.
Además, Kicillof necesita recuperar la centralidad luego de que, tras la derrota en las PASO, sufriera el ingreso forzado de los intendentes a su gabinete, con Martín Insaurralde y Leonardo Nardini a la cabeza, quienes rápidamente tomaron protagonismo; y se tensara la relación con el presidente del bloque oficialista en la Cámara de Diputados, Máximo Kirchner, y con la propia Cristina Fernández, su madrina política. No solo eso: luego de las generales del 14N, el presidente Alberto Fernández habilitó la competencia interna masiva en el Frente de Todos, lo que pone al gobernador a tiro del acecho de dirigentes que, como contó este portal este fin de semana, ya muestran sus ambiciones.
“Ahora sí, en esta etapa vamos a poder hacer todo lo que vinimos a hacer en 2019 y la pandemia nos frustró”, dice entusiasmado un funcionario provincial en diálogo con este medio. Es el sentimiento del entorno más cercano del gobernador, que sostiene que el dinamismo que imprimirle a la gestión, más su presencia en la calle, darán el impulso que el mandatario necesita para llegar con vida y competitivo a 2023.
El Presupuesto, que contempla recursos por de 3,1 billones de pesos para el próximo año, está estructurado sobre dos ejes principales: reactivación económica y productiva con inclusión social y un programa de obra pública, según afirman en La Plata, “de una escala sin precedentes”.
“Estos dos años tienen que servir para mostrar el camino hacia donde se quiere ir”, sostuvo Kicillof la semana pasada, consultado por Letra P luego de la reunión que mantuvo con los intendentes y las dos intendentas del Frente de Todos en la gobernación. En esa oportunidad, planteó que la reconstrucción profunda de la política lleva más tiempo. “Después de seis años de crisis, se necesitan seis años más para sacar adelante la provincia”, había dicho en la previa del 14N. en un acto junto a gremialistas en Ensenada, en lo que fue interpretado -celebrado por su tropa- como su lanzamiento a la reelección.
El inicio de ese camino para retener el sillón de Dardo Rocha se dio este lunes, con la llegada del Presupuesto 2022 y la Ley Impositiva a la Legislatura provincial (de esta última iniciativa, Letra P informará por separado). López hizo una presentación formal que no duró más de una hora y donde no hubo lugar para preguntas. Los legisladores y las legisladoras podrán hacérselas a las figuras del gabinete que visitan las comisiones, según explicó el presidente de la Cámara de Diputados, Federico Otermin. La oposición protestó porque el oficialismo no le entregó previamente copia de los proyectos para llegar preparada a la presentación oficial. Las iniciativas fueron distribuidas mientras López hacia su presentación.
El ministro especificó seis ejes centrales del presupuesto: inversión en infraestructura y vivienda; promoción de la producción, el empleo y la inclusión social; educación; seguridad; salud y perspectiva de género. Los dos primeros serán los más relevantes para la etapa que comienza.
En infraestructura, el gobierno provincial planea invertir 260 mil millones de pesos, “un número histórico”, según López; y 123 mil millones destinados para la promoción de la producción, el empleo y la inclusión social. Al comenzar su alocución, el ministro de Hacienda y Finanzas sostuvo que el próximo año será “el Inicio de una etapa marcada por la consolidación de la recuperación económica, con un Estado presente que se ponga al frente de esa recuperación y de la transformación en la infraestructura”.
El presupuesto contempla, además, una inversión de 915 mil millones en educación, 47 mil millones en seguridad, 135 mil millones en salud y casi 75 mil millones en programas que buscarán reducir la brecha de género. No incluye el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), reclamado por intendentes oficialistas y opositores, que seguramente será materia de discusión en los próximos días.
A partir de esta presentación, se abre en la Legislatura bonaerense una instancia de negociaciones que marcarán el tono de la convivencia política en la nueva etapa. En el toma y daca con la oposición por el Presupuesto y la ley Impositiva, a lo que se sumarán temas como el tope a las reelecciones y ley de ministerios, estará sobre la mesa el reclamo de Juntos por el Cambio por los lugares que, asegura la alianza, le corresponden en los diferentes organismos del Estado, como el Banco Provincia, espacios que Kicillof se negó sistemáticamente a cederle en los primeros dos años de gestión.