Las tensiones intestinas, omnipresentes en las aguas del radicalismo, salieron nuevamente a flote después de las elecciones a partir de las discusiones en torno a la jefatura del bloque en la Cámara de Diputados y la futura composición de la cúpula del Comité Nacional. En ambos espacios de poder, Evolución, espacio liderado por el senador Martín Lousteau, plantó aspiraciones de desbancar a la actual estructura de conducción y abrió interrogantes sobre el alcance de esas fricciones en la escena bonaerense.
Dirigentes que frecuentan los pasillos del Comité Provincia minimizan esas pujas y más aun sus ecos en Buenos Aires, donde la cuestiones internas tuvieron en 2021 su momento de disputa. “Todos estamos en el mismo barco, que es fortalecer el radicalismo a nivel nacional y posicionarnos con candidatos en todos lados”, subrayan.
Creen que, con la discusión de liderazgos internos saldada en marzo pasado con el triunfo de Maximiliano Abad y con el posterior aporte boina blanca –vía Facundo Manes como abanderado- en la victoria de Juntos en las legislativas, “no hay más excusas” y, por tanto, las diversas tribus radicales deberían sentarse “en teoría” dentro de una misma bancada a partir del 10D en la Legislatura bonaerense.
En ese sentido, anotan adentro al referente bonaerense de Evolución, Pablo Domenichini, que ingresará a la Cámara baja provincial, electo por la Tercera sección. Aunque no descartan la posibilidad de que pueden pasar otras cosas en medio de un férreo posicionamiento de Evolución en la discusión por la jefatura del bloque en el Congreso, con Emiliano Yacobitti en busca de destronar de ese cargo a Mario Negri, con amenazas de portazos incluido.
Un poco más de dudas genera el possista Walter Carusso, hoy en el bloque de Cambio Federal, que días atrás volvió a cargar con munición gruesa contra la actual conducción radical tras conocerse el fallo judicial que hizo lugar al planteo de la lista perdedora de la interna por la distribución de representantes en el Comité Nacional y definió dos por cada lista y no tres y uno, como había resuelto inicialmente la Junta Electoral partidaria. “La Justicia Electoral paró el autoritarismo del oficialismo partidario”, espetó el diputado, que responde al sanisidrense Gustavo Posse. Mientras, ese sector sigue exhibiendo actividad, con recorridas recientes en diversos comités del conurbano.
En Evolución, que en marzo jugó con Posse, fueron más cautos y se limitaron a darle difusión a ese fallo. "La Justicia nos dio la razón", recalcaron, mientras que, por lo bajo, señalaban que esa medida incide en favor de Lousteau, "que gana un delegado más para el Comité Nacional", que tiene en su horizonte próximo la elección de nuevas autoridades. Allí, el porteño planta aspiraciones. Del otro lado, el que también quiere es el jujeño Gerardo Morales, que busca ganar volumen en la escena nacional con pretensiones presidenciales.
En el Comité bonaerense priorizan la construcción de un acuerdo entre los diversos sectores, pero, de no alcanzarse el entendimiento, el acompañamiento será para el jujeño. Aclaran, de todos modos, que la prioridad es que la sangre no llegue al río en la relación bonaerense. “El colectivo número uno es el partido. Ya va a haber tiempo de los intereses y estrategias sectoriales. Ahora, unidad”, enfatizan.
Ante eso, no avizoran un horizonte de cruces fuertes a cielo abierto con Lousteau, espacio que, después de las internas de marzo, se acopló a la estrategia electoral de la cúpula partidaria que erigió a Manes. Precisamente, en medio de la discusión por la jefatura del bloque en Diputados de la Nación, varias voces radicales posaron la lupa en el silencio del neurólogo.
Fuentes de diversas extracciones coincidieron en señalar un desinterés “estratégico” de Manes por no sumergirse de lleno en una discusión que podría erosionar su figura antes de iniciar su mandato legislativo. “No estaba dispuesto a dar esa pelea que conlleva roscas y podría generar desgastes, por más que tenía muchas chances de ganarla”, analizó una fuente con línea directa a la mesa de conducción. Cerca del neurólogo recalcaron a este medio que la jefatura del bloque nunca estuvo “en sus planes” y que su postura puertas adentro enfocó en refutar “posturas irreductibles”. Es ahí donde se deja a entrever un mensaje hacia las filas de Evolución.
Cabe recordar que Lousteau se ausentó del acto que el radicalismo bonaerense –músculo político para la construcción de una candidatura presidencial del neurólogo- realizó en Ferro con Manes como orador de fondo. La excusa fue una presencia en Catamarca para apoyar a candidatos en esa provincia. De un lado y otro, hablan de “la misma relación de siempre”, pero en voz baja afloran desconfianzas. "Nosotros queremos que la UCR lidere la oposición, desconocemos si pretende lo mismo Martín", confió una fuente con llegada al neurocirujano.
En uno de los rincones internos afirman que “Manes no es manejable” y que en 2022 empieza a jugarse la disputa de poder, tanto partidaria como frentista. Allí, habrá varios espacios en pugna. Mientras, en terreno bonaerense surfea las tensiones nacionales apelando a la unidad como clave del éxito.