La alianza transitoria entre el PJ, el kirchnerismo, la UCR y una parte del PRO para modificar la ley que pone tope a las reelecciones en la provincia de Buenos Aires le devolvió la chance de competir por otro mandato a una docena de intendentes nucleados en el partido amarillo, pese al rechazo de su exjefa, la exgobernadora bonaerense hoy diputada nacional por la Ciudad, María Eugenia Vidal. Son jefes comunales -todos varones- que habiendo jurado por primera vez en 2015 quedaban imposibilitados de volver a competir en 2023 pero ahora podrán hacerlo.
El pacto que saltó la grieta partidaria no sólo trajo alivio para los radicales, el grupo que salía más perjudicado dentro de la alianza Juntos. También los intendentes alineados en el PRO salieron beneficiados.
La principal alianza opositora cuenta con 58 jefaturas territoriales. Treinta y tres son de la UCR, tres responden a Emilio Monzó, tres tienen raíz peronista, dos provienen del vecinalismo y diecisiete son del PRO.
De los del partido fundado por Mauricio Macri, sólo cuatro intendentes podían competir si este martes la normativa aprobada en 2016 no se modificaba. Son Javier Iguacel (Capitán Sarmiento), Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Gustavo Perie (Ramallo) y Francisco Ratto (San Antonio de Areco), todos ellos transitando su primer mandato dado que asumieron en 2019.
Es que la mayoría de la tropa PRO llegó a los municipios con la denominada ola amarilla del 2015 y había quedado sin chances de competir en 2023. La modificación si bien beneficia a Héctor Gay (Bahía Blanca), Martín Yeza (Pinamar) y Néstor Grindetti (Lanús), los tres ya anunciaron que no volverán a ser candidatos a intendente en dos años. Grindetti, incluso, indicó que le gustaría competir por la gobernación bonaerense.
La modificación de la ley fue resistida por los legisladores que responden a la exgobernadora Vidal y al presidente de la Cámara de Diputados de la nación, Sergio Massa, impulsores del limite a las reelecciones en 2016, quienes contaron con el respaldo de los representantes provinciales del espacio que a nivel provincial lidera José Luis Espert.
Pese al rechazo de su exjefa, las modificaciones habilitan a la competencia por un nuevo mandato a Sebastián Abella (Campana), Mariano Uset (Coronel Rosales), Pablo Petrecca (Junín), Julio Garro (La Plata), Mariano Barroso (9 de Julio), Ezequiel Galli (Olavarría), José Zara (Carmen de Patagones), Javier Martínez (Pergamino) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero).
Los cambios también beneficiaron a Jorge Macri, el único intendente del PRO que pidió licencia para cumplir funciones en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, mecanismo que, como a diecisiete intendentes del peronismo y dos radicales, los puso en carrera para 2023 antes de que se modificara la ley. En el caso del exjefe comunal de Vicente López, la estrategia lo acerca al compromiso firmado en 2011 en el que aseguró que si ganaba las elecciones de aquel año sólo estaría al frente de la administración municipal dos mandatos, palabras que finalmente no cumplió porque se volvió a presentar en 2019.