SEGUNDO TIEMPO

Un alfil de Pichetto tira la diagonal para comer peronistas en Río Negro

Ariel Rivero, intendente de Campo Grande, avanza en la conformación de un partido que busca disputarle representatividad al PJ local. El rol del oficialismo.

“Con Miguel Pichetto nos une una amistad de años, quizás en un futuro coincidamos en un espacio electoral”. La definición del intendente de Campo Grande, Ariel Rivero, sobre la conformación de Primero Río Negro y sobre su padrino político, reabre una discusión de hacia dónde transita el Partido Justicialista (PJ) rionegrino, hoy en picada luego de la elección en la que ni siquiera pudo obtener una de las dos bancas en juego para la Cámara de Diputados.

 

Desde su localidad, al límite con Neuquén y muy cerca del corazón de Vaca Muerta, Rivero pergeña la conformación de un espacio que le brinde voz y ojos a la militancia desplazada del peronismo tradicional, a quienes fueron corridos por identificarse con el denominado pichettismo, ese grupo que pisaba fuerte en los municipios bajo el paraguas protector del exsenador nacional. Lejos de sus días de gloria, la mayoría de quienes integraban ese sector fue absorbida por Juntos Somos Río Negro (JSRN) o deambulan sin destino con críticas al ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, o al senador Martín Doñate, referentes provinciales del peronismo.

 

Como intendente primero, legislador en diversos períodos –llegó a ser presidente de la Legislatura– y como intendente otra vez, Rivero conformó su carrera política a la sombra de Pichetto y, aunque el auditor general de la Nación hoy afina el diálogo con referentes de otros espacios como el roquense Juan Martín, que pelea por la presidencia del PRO, no descarta una convergencia electoral en otro contexto.

 

Rivero fue un actor importante en sus días de legislador.

“Los valores de Primero Río Negro son el orden, el progreso, la generación de empleo y el respeto a la propiedad privada. Estamos en pleno proceso de armado, por eso recorremos la provincia para juntar los avales. La idea es ser protagonistas y participar de las próximas elecciones”, asegura Rivero a Letra P desde Viedma, donde mantiene una serie de reuniones. “Previsibilidad, nada más que eso buscamos”, repite el intendente luego de cafés a pura rosca con viejos compañeros de bloque en el parlamento y hasta nombres importantes del oficialismo rionegrino, como el legislador Facundo López.

 

En su gestión legislativa, siempre fue a contramano de la conducción del PJ. Entre 2015 y 2019, en su último período como diputado provincial, acompañado del sanantoniense Javier Iud (flamante incorporación de JSRN), se diferenció constantemente de los designios del PJ que se encontraba bajo influencia de Soria. Las anécdotas de las discusiones en el bloque son recordadas, sobre todo las que tenía con Nicolás Rochás, otro de los que abandonó las filas de Soria para armar el minibloque del Frente Renovador.

 

Lo cierto es que el objetivo es cooptar a las huestes huérfanas del PJ. Para eso, en los días anteriores al lanzamiento de su partido viajó a General Roca a encontrarse con dirigentes del sindicalismo en la CGT. Como anfitrión estuvo el roquense César Domínguez, otra figura de notable identificación con Pichetto que supo presidir el Club Del Progreso, una de las instituciones deportivas más importantes de la ciudad, con paso por la Defensoría del Pueblo y la auditoría del PAMI.

 

“Estoy tratando de entablar un diálogo con diversos sectores, lo hago con referentes peronistas. El PJ está kirchnerizado, es kirchnerismo puro. Pienso absolutamente diferente, imagino otro camino”, insiste Rivero.

 

Acompañado de la ortodoxia desplazada, de sindicatos críticos al Frente de Todos, desde Campo Grande y con un guiño del oficialismo provincial, Rivero recorre Río Negro. Resta saber si habrá un efecto contagio en este proyecto que piensa en 2023.

 

Rolando Figueroa, gobernador de Neuquén.
Julio Gutiérrez, un aliado de Claudio Vidal en Santa Cruz

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