Aníbal Tortoriello sigue en campaña. Ya como diputado nacional electo, avanza en una estrategia para consolidarse como candidato a gobernador de Río Negro en 2023 por Juntos por el Cambio (JxC), una alianza que logró romper por apenas 736 votos la polarización entre Juntos Somos Río Negro (JSRN) y el Frente de Todos (FdT). La boleta de Tortoriello quedó a diez puntos del oficialismo pero le sacó una luz de ventaja al peronismo en el filo del 27% del total de sufragios. Convencido de que es la figura que representa la “renovación de valores” en su provincia, este empresario del transporte y ferviente militante celeste apuesta a contener a todas las fuerzas de la alianza para ser competitivo.
“Desde que comenzamos este proyecto y como sucede en esta familia de Juntos por el Cambio, se empezaron a poner ciertas pautas de convivencia. Si no hubiera sido por el radicalismo, este resultado no se hubiera alcanzado”, le asegura a Letra P en su paso por General Roca, antes de sellar la mesa de conducción política que integran autoridades del PRO, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica-ARI. Sus palabras sobrevuelan la polémica que envolvió al entonces candidato amarillo una semana después de las primarias, luego de pedirle a la diputada radical Lorena Matzen que se abstuviera de participar de la campaña de la alianza por su postura a favor de la ley de interrupción legal del embarazo (ILE).
Exintendente de Cipolletti al igual que Alberto Weretilneck, el senador nacional y jefe del oficialismo provincial, Tortoriello está lanzado a pelear por la gobernación. En su opinión, su espacio es el único que no utiliza la forma “estafadora de hacer política" que tienen, según afirma, JSRN y el peronismo. “El fraude como una forma normal de funcionar”, dispara.

La mesa política de JxC se conformó en General Roca.
-¿Cuál es su análisis de la campaña?
-Desde que iniciamos el proyecto de Juntos por el Cambio en la provincia, sabíamos que teníamos muy buenas perspectivas para alcanzar un buen resultado. La sociedad reclamaba proyectos, trabajo y valores para servir. La campaña fue muy buena. La estructura del radicalismo permitió un gran alcance y la militancia consiguió que fuéramos conocidos por miles de rionegrinos.
-¿Su ingreso a la Cámara de Diputados le molesta al gobierno de Río Negro?
-No sé si están molestos, pero sí observan una competencia fuerte. Saben que tienen un competidor, porque hace diez años manejan la provincia. Ofrecemos algo muy diferente. Eso les debe preocupar. Juntos Somos Río Negro demostró todo lo que no puede hacer, porque Río Negro está colapsada en seguridad, salud, infraestructura básica como agua, cloacas y gas. Hace agua en todos estos temas. Ni hablar en el endeudamiento. Cuando asumió, este gobierno provincial tenía cinco mil millones de pesos de deuda. Ahora hay casi 60 mil millones.
-Ya habla como candidato a gobernador…
-Mi proyecto personal es ser candidato en 2023. El tiempo pasa muy rápido.
-¿Confía que Cipolletti, clave por la diferencia de votos que obtuvo, será fundamental para ser competitivo en la instancia provincial?
-Los cipoleños pudieron hacer una comparación muy concreta entre mi gestión y la de Juntos Somos Río Negro. Administramos decentemente el recurso público, con obras históricas. A veces, las cosas se ven a la distancia. Esta vez, obtuvimos un gran triunfo. Se grafica la filosofía de hacer una buena gestión, con crecimiento, con el mejoramiento de calidad de servicios, con obras bajo tierra.

Tortoriello tiene al roquense Juan Martín como principal aliado.
-¿Cómo se imagina el escenario político rionegrino en 2023?
-Un escenario de tercios. Ubicarnos segundos por pocos votos fue muy importante. Hoy hay una fuerza nueva, innovadora, que logró estar a la altura. Esto recién empieza. Juntos Somos Río Negro y el peronismo demostraron lo que son. En cuatro años en Cipolletti, nosotros demostramos lo que somos.
-¿Cómo está la relación con los socios de la alianza, en general, y con Matzen, en particular?
-Desde que comenzamos este proyecto, y como sucede en esta familia de Juntos por el Cambio, se empezaron a poner ciertas pautas de convivencia. Se generó algún inconveniente con Lorena, que quedó totalmente subsanado. Si no hubiera sido por el radicalismo, este resultado no se hubiera alcanzado. En ese aspecto, la UCR no es solo un socio estratégico, es muy importante para esta alianza. El PRO y el ARI tenemos la misma identidad, los mismos valores, pero somos partidos muchos más pequeños. El 100% del radicalismo salió del aletargamiento, se puso en marcha y es parte de esta gran familia, a pesar de que algunos sectores fueron cooptados por el gobierno provincial.
-¿La estrategia del oficialismo provincial será ponerle más escollos?
-La forma estafadora, fraudulenta, es uno de los grandes daños de la política. Estos dos partidos, JSRN y el Frente de Todos, utilizan el fraude como una forma normal de funcionar. En los últimos días de la campaña, había supuestos afiches míos con la cara de Mauricio Macri en lugares indebidos. ¿Tan pobres se sienten para estafar a la opinión pública y hacer triquiñuelas? ¿Tan mal se sienten para hacer eso? Cuando no hay proyecto, utilizan esos métodos para intentar mantenerse. Eso no va más. La gente no es zonza. Sabe que buscan comprarle el voto y la dignidad. La gente sabe que la provincia y la Nación los tiene sin cloacas, sin agua y sin trabajo.