ROMA (Enviada especial) Una victoria política contundente que puede allanar definitivamente las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue lo que consiguió el presidente Alberto Fernández en el documento final de la cumbre del G20 que se celebró este fin de semana en esta ciudad.
Como anticipó Letra P, Fernández llegaba a Roma con un objetivo central: conseguir que ese texto incluyera una recomendación para que el FMI generara un fondo de resiliencia para “reducir los riesgos para la futura estabilidad de la balanza de pagos” en la pospandemia y que revisara la política de sobrecargos. El G20 atendió los dos pedidos.
Según pudo saber este portal, los líderes del G20, refirmando el pedido de sus ministros de Finanzas del 13 de octubre, solicitaron al Fondo Monetario Internacional que revise su política de sobrecargos, en sintonía con el reclamo que viene haciendo la Argentina, y le reclamaron al organismo de crédito multilateral la creación de un nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad para proporcionar financiación asequible a largo plazo a los países de ingreso medios y bajos. También, pidieron la canalización voluntaria de parte de los Derechos Especiales de Giro (DEG) asignados para ayudar a los países vulnerables.
Como contó Letra P, Fernández llegó a esta ciudad con estas definiciones como objetivos centrales.
La eliminación de los sobrecargos que cobra el FMI fue uno de los puntos centrales de la gira europea que Fernández hizo en mayo por Europa. Allí logró el respaldo explícito de los líderes de Portugal, España, Italia y Francia al planteo de la Argentina. A Roma llegó este viernes en busca del consenso, expresado de manera formal, de los demás países del G20.
El segundo punto, sobre la nueva línea de créditos, es fundamental para el pedido de Argentina respecto del plazo de pago para la deuda con el FMI. Tal como está el acuerdo vigente con el organismo, el país estaría obligado a desembolsar 19 mil millones de dólares en 2022. No los tiene.
El éxito en este terreno representa no solo la chance de encaminar finalmente las negociaciones para el demorado acuerdo con el Fondo para reestructurar la deuda que contrajo el gobierno de Mauricio Macri, que asfixia al país y lo ata para retomar un sendero de crecimiento obturado hace ya diez años. También, una bocanada de aire fresco para un presidente golpeado por la derrota en las primarias del 12 de septiembre y tironeado por las fuertes tensiones que se dan al interior de la coalición gobernante.
En el avión que despegaba en la tarde italiana rumbo a la ciudad de Glasgow, en el Reino Unido, donde la comitiva argentina participará de la cumbre de cambio climático, no estaba el ministro de Economía, Martín Guzmán, que se queda un día más en Roma. El lunes mantendrá una reunión con Julie Kozack, la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el marco de las negociaciones por la deuda.
Como el Presidente, Guzmán también sale fortalecido por el documento del G20: el ministro viene empujando la revisión de las sobretasas y la creación del fondo de resiliencia pospandemia en las reuniones bilaterales y generales con sus pares de Finanzas del G20.
El consenso de los países miembro del G20 sobre la necesidad de revisar la política de sobrecargos del FMI estaba en las conversaciones informales que se daban en las últimas horas en esta ciudad y este sábado, mientras el Presidente se encontraba reunido con la titular del Fondo, Kristalina Goergieva, la agencia internacional Bloomberg, especializada en finanzas, emitió un despacho en el que hablaba de "una victoria argentina".
Las pocas definciones y el lenguaje protocolar que usaron tanto el Gobierno como el FMI tras el encuentro de una hora y media que mantuvieron Fernández y Georgieva sembraron interrogantes sobre la chance de éxito de las gestiones de la comitiva nacional. Sin embargo, este domingo, las versiones sobre la disposición del pleno del G20 a atender las demandas argentinas crecieron y se corporizaron en una victoria política que el Presidente necesitaba para mostrar resultados concretos a dos semanas de las elecciones del 14N, cuando el oficialismo buscará revertir el revés de las PASO.